Carlos Sánchez: “Donald Trump tendrá que hacer un giro de casi 180 grados en su estrategia arancelaria”

Carlos Sánchez se ha especializado en economía desde hace más de 35 años en su carrera periodística. Ha trabajado en Radio Nacional, en Telemadrid, en el diario El Mundo, en Expansión y, actualmente, ostenta la dirección adjunta de El Confidencial. Participa también en la tertulia de Hoy por hoy, en la Cadena Ser. Es autor de varios libros sobre economía, el último de ellos publicado el año pasado, Capitalismo de amiguetes. En él repasa la historia del clientelismo y nepotismo que han lastrado el desarrollo empresarial en España.

Guerra de aranceles con Trump

“Creo que Donald Trump es imprevisible. Nadie sabe cómo puede acabar la guerra arancelaria y por eso creo que, en algún momento de la legislatura, tendrá que hacer un giro de casi 180 grados de su actual estrategia. Estados Unidos puede sufrir mucho si todos los países que han sido tradicionalmente sus aliados, estoy pensando en Canadá, México y por supuesto en Europa, le contrarrestan con aranceles similares a los productos norteamericanos. Y hay que tener en cuenta que dentro de menos de dos años tiene elecciones de midterm, es decir, legislativas, que pueden afectar mucho a su estrategia política. Los grandes comerciantes norteamericanos, las grandes empresas, le tendrán que presionar para que cambie su política arancelaria, porque afecta no solamente a sus relaciones comerciales, sino a algo muy sensible para la opinión pública como la inflación. Y puede afectar a los tipos de interés”. 

Mensaje económico de Trump en su investidura

“Probablemente la imagen más bochornosa que va a quedar de la administración Trump, de eso que se ha llamado el Trump 2.0, es cuando en su toma de posesión se rodea de los milmillonarios de Silicon Valley, de las fuerzas vivas, de todos aquellos que tienen intereses estratégicos en el Estado. Dice muy poco en favor de una democracia que tradicionalmente ha luchado contra los oligopolios, que tradicionalmente ha buscado la competitividad y el libre comercio. Creo que, probablemente, va a ser la imagen que se va a reproducir durante las próximas décadas, el momento en el que la democracia de Estados Unidos casi toca fondo. Como cuando el otro día casi convierte la Casa Blanca en una especie de concesionario de coches Tesla con Elon Musk y su hijo, como si aquello fuera un coto privado”.  

Tándem Trump-Musk

“Elon Musk forma parte del Gobierno para algunas cosas y para otras no. En su actual posición, no está obligado a presentarse ante el Senado o la Cámara de Representantes porque no forma parte formalmente de la Administración. Creo que es un ataque a las instituciones norteamericanas como no ha habido desde su creación, a finales del siglo XVIII. Está mancillando uno de los principios de la Constitución americana, que es la separación de poderes y la rendición de cuentas ante los electores. Eso daña a la credibilidad de Estados Unidos como país y los países que comerciamos con ellos necesitamos credibilidad y certidumbre. Europa ha colaborado tradicionalmente con la NASA en sus programas de investigación espacial. Ahora Elon Musk, que tiene su propia estrategia privada sin nada que ver con la con la histórica NASA, hace que muchos planes de trabajar conjuntamente entre Europa y Estados Unidos para el desarrollo de la carrera espacial se queden paralizados con total probabilidad, y eso afecta también a empresas españolas que colaboran en el programa de la Estación Europea de Satélites”.

Relación con China

“China es a la vez un competidor y un socio. Europa necesita a China porque Europa vive fundamentalmente de las exportaciones y un destino preferente de ellas es la República Popular. A China también le ocurre exactamente lo mismo. Europa es un competidor, pero también un socio preferente porque es el principal destino de sus exportaciones. Lógicamente España está dentro de Europa y toda la política comercial hay que enmarcarla dentro de la Unión Europea. Por lo tanto, seguirán todo lo que sean los acuerdos justos y beneficiosos para las dos partes, es decir no desequilibrados, que tengan en cuenta factores estructurales de dos economías tan distintas como son la Unión Europea y China. En la medida que España forma parte de Europa, nos beneficiaremos de este tipo de acuerdos”.

Aumento del gasto en defensa

“Creo que, estratégicamente, Europa y Estados Unidos tienen que ir de la mano. Eso no significa que haya momentos, como los actuales, en los que hay divergencias y discrepancias. Ahora las hay por razones evidentes. Está justificado que Europa preste mucha más atención a la política de seguridad y de defensa. Dicho esto, hay que gastar más en defensa. Hay muchas economías de escala en el mundo de la defensa que Europa debería aprovechar. No tiene mucho sentido que cada país tenga su propio sistema defensivo cuando se podría integrar no solamente desde el punto de vista militar sino desde el punto de vista industrial. Hoy en día, tenemos importantes empresas militares en Italia, en Francia, en Alemania, en España. Habrá que ir a una mayor integración de toda la industria militar, porque la propia la Unión Europea ha dicho que esto es un asunto estratégico y preferente, y hay que aprovechar las economías de escala, que no es incompatible con que cada país tenga su propia política defensiva. Lógicamente no es lo mismo la defensa de Finlandia, que tiene frontera con Rusia, que la que tiene España, que tiene sus propias necesidades, porque nosotros somos el flanco sur de la OTAN”.

El empleo en España

“El empleo en España ha sorprendido al alza a todos desde prácticamente hace cinco años. Desde la pandemia. Nadie podía pensar en los niveles de ocupación que tenemos en estos momentos. Son niveles históricamente elevados. Además, con una mejora de la estabilidad, una mejora de la calidad del empleo. Por lo tanto, el empleo se está portando de una manera muy positiva. Otra cosa es que las causas del aumento del empleo tengan que ver fundamentalmente con la inmigración, y la inmigración en algún momento dejará de aportar tantos puestos de trabajo. Habrá un momento en el que la economía española pueda estar en dificultades. Y si muchos inmigrantes vuelven a sus países de origen porque no hay empleo, aquí podemos tener un problema de crecimiento. Creo que hay que seguir insistiendo en mejorar todavía más la calidad del empleo. Probablemente el gran debate que tenemos ahora no es tanto crear empleo, sino que, además, tengamos un aumento de productividad que lo haga mucho más eficiente e incluso se pueda repartir el tiempo de trabajo”.

Situación de nuestra economía

“La mejora del empleo explica que España haya crecido el año pasado por encima del 3% y que tengamos un crecimiento sostenido desde el año 2021, el posterior a la pandemia. Eso es una muy buena noticia para el país. Pero precisamente porque la causa de que el PIB esté creciendo por encima del 3% es porque está comportándose muy bien la ocupación, tiene el problema de que, al haber más habitantes por la inmigración, el PIB per cápita no está creciendo como debería, porque estamos creciendo solamente por el empleo, no por la productividad. Desgraciadamente, como esta todavía se comporta de una manera muy moderada, no está favoreciendo la renta de las familias. Para que aumente es necesario aumentar la productividad y todavía estamos muy lejos de que se produzca”.

Percepción ciudadana de la situación económica

“Las percepciones económicas son muy subjetivas. Hay una encuesta famosa del Centro de Investigaciones Sociológicas en la que en la que suele decir que cuando preguntas al individuo si su situación económica muchos dicen buena o muy buena. Pero si preguntas por la del país es probable que la mayoría diga mala o muy mala. Eso es una contradicción evidente. Tiene que ver con una percepción política de la situación económica. Desde el punto de vista real, si divides el Producto Interior Bruto por el número de población, en términos de renta disponible, la economía no está creciendo tanto como dicen los datos macroeconómicos. Crece un 3%, pero eso no significa que la renta disponible esté creciendo un 3% sino mucho menos. Eso explica que España se esté diferenciando cada vez más del PIB per cápita europeo. El empleo explica el crecimiento económico, pero al aumentar mucho la población, la renta disponible no se nota en muchas familias y de ahí probablemente el enfado o el sentimiento de malestar que tienen muchos hogares”.

Tratamiento económico en Europa de la crisis del covid

“Creo que Europa aprendió de sus errores en 2008. Un error trascendental era pensar que con austeridad se iban a resolver los problemas, que había habido un problema de exceso del gasto público. Se iniciaron procesos de ajuste, procesos de reconversión que al final hicieron mucho daño a la economía. Después de que el Banco Central Europeo en los años 2013 y 2014 decidiera bajar mucho los tipos de interés, se dio cuenta la Unión Europea de que había que hacer políticas monetarias y presupuestarias expansivas, que es justamente lo contrario de hacer políticas de recorte. Y eso permitió enfrentarse a la crisis de una manera mucho más inteligente. Ahí está el caso de los fondos Next Generation, que aportaron más de 700.000 millones de euros al crecimiento económico. Si no hubiera sido así, si hubiéramos utilizado la misma receta que el 2008, hubiera sido una catástrofe para Europa. Afortunadamente, Europa aprendió de sus errores y a partir de 2021 y 2022 las políticas han sido expansivas y han permitido incluso que el Viejo Continente tenga ahora mismo las tasas de desempleo más bajas de su historia”.

“Capitalismo de amiguetes”

“La economía española es una economía fuerte en la Unión Europea, como demuestran sus niveles de crecimiento. Nos falta mejorar en calidad institucional. Los órganos reguladores hacen su trabajo, pero probablemente todavía hay nichos en los que determinadas élites, determinadas aristocracias económicas, aprovechan su contacto con el poder para conseguir determinados objetivos y ventajas respecto a otros competidores. Tendemos a pensar que el capitalismo de amiguetes, entre comillas, las relaciones entre el poder privado y el poder público afectan solo administración central del Estado. Pero creo que cada vez hay que fijarse más en las administraciones que se sitúan por debajo del Estado. Estoy pensando lógicamente en las comunidades autónomas o los ayuntamientos. Creo que en ese marco hay todavía mucho que hacer para evitar que haya ese caciquismo, esas oligarquías que se crean alrededor de los políticos y del poder político. Creo que la administración central del Estado es muy transparente en líneas generales, aunque sucedan casos desgraciados que todo el mundo conoce. Pero creo que el mayor capitalismo de amiguetes no está ya en el Estado, sino en las administraciones periféricas”.

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