Del Protocolo de la Vergüenza a la dana: la gestión que acorrala al PP Marta Jaenes

¿Sabéis ese juego, Tabú, en el que pierdes si para explicar algo usas una palabra prohibida? La mayoría de las columnas de opinión de los señoros de puñitos apretados de la fachosfera desaparecerían si no se pudiera usar el término woke. Si le añadimos al juego las palabras progre o zurdo nos quedamos sin referentes intelectuales de barra y palillo en el periodismo chiringuitero patrio y de gran parte del Cono Sur.
Una vez que se les rompió el comodín de ETA de tanto usarlo, los diestros han encontrado el sustituto perfecto: el comodín woke. Lo woke, la nueva conjuración judeo masónica comunista internacional de los boomers. Todo es culpa de lo woke.
Igual que, según los gurús de la autoayuda fiscal, crisis también significa oportunidad en chino, woke significa también oportunidad para zanjar cualquier debate sobre cualquier tema con una sola palabra. Fácil y para toda la familia.
¿Que una serie tiene personajes reales o fantásticos que no son de tu raza –blanca por supuesto–? Woke.
¿Que se hace un alegato a favor de la diversidad o aparecen dos homosexuales besándose en tu saga favorita? Woke.
¿La agenda 2030 pide un desarrollo sostenible, erradicar la pobreza y promover la paz y la justicia? Woke.
¿Que se critica a un fascista dueño de una red social con un algoritmo que premia y visibiliza el fascismo por hacer el saludo fascista?
Woke, más que woke.
Todo lo que no me gusta o ataca mis privilegios es woke.
Woke, woke, woke.
Que esta expresión ahora la utilice alguien tan despierto como Abascal, al que no se ha visto en su escaño en el Congreso trabajando antes de la hora del vermú es, cuando menos, hilarante
Pero, ¿Qué es woke? ¿Es verdad lo woke?
Historia de lo woke. Lo woke de los americanos. Cómo hay que tocar lo woke. El ruido de lo woke. Un kilo de woke. Lo woke de los niños. Lo woke y la cabeza, relación si la hubiera.
Lo woke negro, ¿Hay un woke o hay muchos? Lo woke de los actores. Lo woke y dios. No ha nacido todavía lo woke que me domine. Dibujo a mano de lo woke. El jaque a lo woke.
¿Satisface hoy en día lo woke? ¿QUÉ WOKE? El término “woke” proviene del termino “wake up” en inglés, que significa despertar.
Que esta expresión ahora la utilice alguien tan despierto como Abascal, al que no se ha visto en su escaño en el Congreso trabajando antes de la hora del vermú es, cuando menos, hilarante.
Un término usado habitualmente por la España que no madruga, la España a la que, parafraseando a Facu Díaz: “¿Le gusta trabajar? No, ¿Trabajar? No...Lo que le gusta es el carguito”, pero que empezó a usarse desde los años 40 en las comunidades afroamericanas en USA. La expresión “stay woke” se usaba para estar alerta ante las injusticias, especialmente el racismo.
Hasta el defensor de los derechos civiles, el reverendo Martin Luther King Jr., usó una expresión similar en uno de sus míticos discursos en 1965: “Remaining Awake Through a Great Revolution” (Permanecer despiertos a través de una gran revolución) sólo tres años antes de ser cancelado definitivamente al más puro estilo estadounidense, de un disparo en la cabeza.
La palabra de moda entre los negacionistas de la variedad está incluida en el Diccionario Oxford desde hace casi una década con una definición que demuestra su peligrosidad: “Alerta ante la injusticia en la sociedad, especialmente el racismo”. Ahora ese término se ha convertido en un boomerang, en un arma arrojadiza de la derecha más reaccionaria, valga la redundancia.
Es curioso que woke, una palabra acabada en e, el vade retro de la alegre muchachada liberal pero contra el lenguaje inclusivo, se haya transformado en su mantra preferido para luchar contra sus demonios.
Hasta toda una letra T de la Real Academia Española y ex reportero de guerra, que pagaba a extras para que dispararan tiros como banda sonora épica de sus crónicas en zonas de conflicto, ahora utiliza este anglicismo para darle más épica a sus columnas. Debe ser el triste precio de la estupidez.
Creo que ha llegado la hora de que la palabra woke vuelva al hogar. De que nos reapropiemos orgullosamente de un término que nunca debió irse hasta el lado oscuro de la fuerza.
Tenemos que estar despiertos ante los intolerantes, los racistas, los privilegiados que no quieren perder sus privilegios.
Yo soy woke porque este mundo me hizo así.
Somos woke. La vida es woke.
All you need is woke.
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