En los últimos días del mes de noviembre se ha representado en la capital valenciana una comedia musical de Daniel Tormo y otros, basada en textos de Lope de Vega, con el mismo título que la comedia considerada de capa y espada de Lope, que se perdió: El agua de Valencia. El espectáculo, que tenía que estrenarse en los primeros días de noviembre, fue aplazado por la dana y se ha reducido a una semana.
Ni la comedia, con título tan significativo de Lope ni la de Tormo se refieren al agua como tema principal y fuente de vida y muerte en Valencia y su provincia, a pesar de que para la época de Lope ya se habían producido 11 riadas catastróficas en Valencia desde que hay datos de la primera en 1321. Tampoco en la de Tormo, porque, según referencias, “combina humor, drama y espectáculo para acercar al público la rica tradición del Siglo de Oro”. “Como en las mejores comedias urbanas de Lope de Vega, esta es una historia de unos jóvenes que aman, escriben, luchan y tratan de hacerse un hueco en un mundo que no siempre les favorece”.
Quien sí se ha explicado con mucho detalle y documentación sobre el agua de Valencia es el paisano valenciano e historiador Justo Serna, el cual en un artículo en Babelia ( 8/11), escribe como título y resumen "La lluvia no sabe llover, una historia cultural de las riadas en Valencia”. Describe Serna y coloca a Valencia, sus caseríos y sus huertas, desde su fundación en la época romana, sobre “una superficie aterrada del río Turia en la Hispania Citerior”. Sus consecuencias: las riadas periódicas y ahora la catastrófica dana. Un artículo-tratado imprescindible y solvente para una reconstrucción eficaz y duradera de la grandísima destrucción de la dana. A pesar de que pertenecemos al primer mundo, y de que se desoyeron las alarmas y que la indignación está justificada, sin la ayuda del Estado no se hubiera reconstruido un puente sobre el Turia en Riba-Roja en un mes. Creo que fue Compromís el que hizo un encendido elogio del grito: “solo el pueblo salva al pueblo”. La solidaridad ha sido abundante, necesaria, pero retirar 120.000 vehículos, y reponerlos, restablecer las comunicaciones, las viviendas, las escuelas e institutos, la red eléctrica y de aguas no se puede lograr sin los recursos e impuestos del Estado. El neoliberalismo fracasa en estos tiempos.
Con un cuarto del siglo XXI transcurrido, no podemos sino relacionar directamente la dana con el cambio climático derivado del desarrollo intenso industrial a nivel mundial de todos los países. La acción del hombre sobre la naturaleza y los recursos limitados que la misma nos ofrece es innegable. Un primer dato: según WWF, “en España, el 24 de mayo ya habíamos consumido todos los recursos que la tierra puede regenerar en ese año. En términos económicos sería como agotar el saldo disponible y entrar en números rojos”.
La solidaridad ha sido abundante, necesaria, pero retirar 120.000 vehículos, y reponerlos, restablecer las comunicaciones, las viviendas, las escuelas e institutos, la red eléctrica y de aguas no se puede lograr sin los recursos e impuestos del Estado
Se debate en estos tiempos si la vida comenzó en el agua, pero lo que no admite discusión es que sin agua no hay vida duradera y extensa. Un recurso escasísimo. Si nos atenemos a los datos históricos, de los 25 episodios registrados de riadas desde 1321 a 1957, hubo 4 riadas en el siglo catorce, 3 en el siglo quince, 5 en el dieciséis, 3 en el diecisiete, otras 3 en el dieciocho, 5 en el diecinueve y una en el veinte, la de 1957. Ahora que algunos siguen haciendo apología del franquismo, el desvío del Turia se inauguró doce años después ¿ qué hubiera pasado si la riada de 1957 hubiera tenido las consecuencias catastróficas de la dana? La prevención no es una cualidad que nos haya distinguido a los españoles. Nuestra tradición cristiana y acientífica nos lo ha impedido. Fraga Iribarne reiteraba desde la tribuna: ”La lluvia la manda Dios”. La deducción, pues, no es que las riadas hayan sido más frecuentes últimamente, pero sí más intensas y más destructivas. La relación con el cambio climático es innegable, porque las danas son más globales, tanto en España como en el resto del mundo.
El agua, pues, es un recurso natural escaso. Cuando llueve sin control, porque destruye bienes y arrastra a personas indefensas, pero también cuando se prolongan los periodos de sequía con resultados también muy catastróficos. Conociendo que la tierra es un planeta azul porque el 97% en ella lo ocupa el agua de los mares y océanos, solo poco más del 2,5% es agua dulce, pero no apta para el consumo inmediato porque está congelada en un 70%. El agua potable representa solo el 0.007%, siendo las aguas subterráneas, aguas invisibles, pero de una importancia incalculable.
Las aguas subterráneas y los acuíferos son imprescindibles para muchos usos. Por su enorme utilidad en la agricultura, sin tener en cuenta su utilidad pública más allá, se han construido cientos de pozos ilegales para el riego por parte de particulares. También de las aguas subterráneas, de los acuíferos y de los manantiales se sirven las industrias y empresas para el embotellado de sus aguas. Agua que se nos vende en las tiendas, quioscos y supermercados a un precio no barato. Según la Federación Europea de Aguas Envasadas ( EFBW), ”en 2018, España fue el cuarto país de la UE que más agua embotellada consumió. Superó los 6.300 millones de litros de agua”. Puedo certificar, por experiencia propia, ese afán consumidor. En un tiempo en el que yo veraneé unos años en Denia, los veraneantes primeros de julio y agosto llenaban sus carros en los supermercados, junto a otros productos, con decenas de botellas de agua.
Según las noticias difundidas por los medios, en los primeros días de la dana, la UME distribuyó 200.000 litros de agua embotellada. Al no poder restablecerse la red de tuberías y el servicio a las viviendas, muchas destruidas, es de suponer que esa cantidad se haya multiplicado por dos o por cinco. Porque su consumo depende de la confianza que se tenga en el agua que llega por los grifos. Puede que sea el momento de debatir si la captación, explotación y comercialización de las aguas minerales naturales y la de los manantiales esté en manos de industrias y empresas particulares que obtienen con ella importantes ganancias.
Dice el art. 1.3 del Texto Refundido de la Ley de Aguas: las aguas continentales, superficiales, así como las subterráneas renovables, integradas todas ellas en el ciclo hidrológico, constituyen un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal como dominio público hidráulico. A su vez, el Real Decreto 1798/2010 de 30 de diciembre regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano. Este texto es una transposición de las normas y directivas europeas. ¿Ha llegado el momento de que la Comisión Europea, recién aprobada, el Parlamento europeo y los gobiernos que la integran revisen a quién corresponde la competencia de la captación, explotación y comercialización de las aguas señaladas? Es el momento. La modificación del clima lo exige.
PD: Otro asunto del que comentar. En cinco días se cierra el plazo para presentarse a las elecciones de Presidente de la Federación española de fútbol, que se resiste a morir en su forma de gobernarla y no quiere renunciar a la Presidencia. Inhabilitado en su día Rubiales, inhabilitado ahora Pedro Rocha por la Audiencia Nacional, los barones territoriales manejan que Rafael Louzán, otro inhabilitado, se presente a las elecciones de Presidente. Los barones territoriales, que llevan años viviendo de la Federación y del fútbol, pretenden seguir con el fortín que han creado durante décadas. Acuso al Gobierno y a la ministra de Educación y Deportes y al Consejo Superior de Deportes de su escasa intervención. Acuso al fútbol femenino de sustraerse a su responsabilidad y acción para intervenir al grito de “Se acabó". Nuestra Lucha es una lucha global. He visto una foto de Teresa Abelleira con Rafael Louzón, a raíz de la conquista del Mundial. Los barones saben cómo ganarse a las futbolistas importantes para que influyan en las demás. Acción, acción, acción.
____________________
Felipe Domingo Casas es socio de infoLibre.
En los últimos días del mes de noviembre se ha representado en la capital valenciana una comedia musical de Daniel Tormo y otros, basada en textos de Lope de Vega, con el mismo título que la comedia considerada de capa y espada de Lope, que se perdió: El agua de Valencia. El espectáculo, que tenía que estrenarse en los primeros días de noviembre, fue aplazado por la dana y se ha reducido a una semana.