La cultura como motor de la Economía Social y viceversa

Julián Menéndez

Nadie pone en duda que la Economía Social es un componente fundamental del tejido productivo español, contribuyendo de manera significativa a sectores esenciales.

Según el informe “Evolución y tendencias en el ámbito de la economía social”, elaborado por la Confederación Empresarial Española de la Economia Social (CEPES), el ámbito cultural y recreativo, como sector, aporta un 35,2%.

La cultura es un pilar fundamental de la sociedad, no solo como un derecho inherente a todos los seres humanos, sino también como una oportunidad para el desarrollo personal y colectivo.

Las entidades de economía social, las Sociedades Laborales entre ellas, fomentan la innovación y la creatividad, proporcionando un entorno propicio para el desarrollo de nuevas formas de expresión cultural.

Las Sociedades Laborales impulsamos el emprendimiento colectivo en el sector cultural desde el respeto y la promoción de la diversidad cultural, pues los concebimos como esenciales para una sociedad inclusiva

La cultura es un motor de innovación. Las industrias culturales y creativas generan empleo, fomentan la creatividad y contribuyen al desarrollo económico. Además, la cultura puede ser una fuente de soluciones innovadoras para los desafíos sociales, además de motor para las nuevas fórmulas de Economía Social.

La economía social y la cultura se complementan y potencian mutuamente, creando un círculo virtuoso que beneficia a la sociedad en su conjunto

La Economía Social como impulsora de la cultura y la cultura como motor de la Economía Social

La economía social y la cultura son dos elementos que, cuando se combinan, pueden generar un impacto significativo en la sociedad.  La economía social y la cultura se complementan y potencian mutuamente, creando un círculo virtuoso que beneficia a la sociedad en su conjunto. Al promover la inclusión, la sostenibilidad y la innovación, estas dos fuerzas pueden contribuir significativamente al desarrollo social y económico.

La cultura forma parte de la economía y es un importante motor, que además de ser un potente instrumento de cohesión social genera riqueza y empleo, y de ahí el importante papel que la economía social tiene en el sector cultural. 

Y cuando desarrollamos los principios de la economía social y los valores que impregnan al sector cultural, asistimos a una plena sintonía.

Creatividad e innovación, participación, colaboración y trabajo en equipo, sostenibilidad y responsabilidad social, impacto positivo en la sociedad. En el centro las personas.

La Economía Social es un actor central de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, contribuyendo a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, estando comprometida con la incorporación de la dimensión cultural en el desarrollo sostenible.

En esta línea hago referencia al informe de la Relatora Especial sobre Derechos Culturales de la ONU, de hace algún tiempo, agosto de 2022, centrado en la relación entre los derechos culturales y el desarrollo sostenible. 

En el informe se indica con acierto: “Los derechos culturales están en el centro de la definición del propio desarrollo sostenible”;“los derechos culturales son esenciales para el desarrollo de cada persona y comunidad y la construcción de sus respectivas identidades en un ecosistema cultural sostenible”.

Para las Sociedades Laborales, la cultura es parte relevante del desarrollo económico y social, es el aprovechamiento social del conocimiento, trasmite conocimiento y valores, estimula la creatividad y la innovación, es en definitiva motor del cambio en nuestras sociedades, cada día más interconectadas y pluriculturales.

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Julián Menéndez es vicepresidente de la Federación de Sociedades Laborales y Empresas Participadas de España (LABORPAR) y gerente de la Asociación de Sociedades Laborales de Madrid (ASALMA).

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