LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

50 años de la huelga general que paralizó Vigo y desafió por sorpresa al franquismo

4

Marcos Pérez Pena (Praza.gal)

En el mes de septiembre de 1972 Vigo fue escenario de una de las huelgas generales más importantes de la dictadura franquista, que llegaba unos meses después de las movilizaciones que en Ferrol habían acabado con la muerte de dos obreros que ya había despertado un importante movimiento de solidaridad en la ciudad olívica. Durante dos semanas el paro paralizó la ciudad y toda la comarca. Participaron 20 mil trabajadoras y trabajadores, hubo asambleas en todas las empresas y los panfletos cubrieron todos los barrios. La policía se vio obligada a tomar la ciudad para frenar al movimiento de protesta, hubo cientos de detenidos y torturados, alrededor de seis mil despidos (limitados a 400, primero, y a 200 finalmente) y centenares de personas detenidas o heridas. 

Esas dos semanas el movimiento obrero gallego escribió una de sus páginas principales, semilla de buena parte de las movilizaciones posteriores. Con todo, este movimiento de protesta apenas ha sido estudiado y divulgado en las últimas décadas, siendo aún menos conocido que los hechos de marzo en Ferrol. No ha habido, además, un reconocimiento u homenaje oficial a los trabajadores que en ese momento se movilizaron. En los últimos años, eso sí, han ido publicándose varias investigaciones y ensayos al respecto y, así mismo, en 2017 se estrenó Vigo 1972, una película que cuenta la historia de aquellas semanas, su origen y su significación histórica. 

En los últimos días un grupo de sindicalistas históricos reclamaron públicamente un reconocimiento oficial de la huelga general a través de una declaración institucional del Concello de Vigo que subraye la importancia histórica de aquella movilización. Así lo hicieron Margarita Rodríguez Montes (Grupo de Empresas Álvarez), Emilio Fernández González (Vulcano), Higinio Leirós Bastos (Barreras), Juan Benavides (Auxinaval), Francisco Lores (Vulcano), Xoaquín López Facal (Plásticos de Galicia), María Luisa Vilas Costa (El Corte Inglés) y Enrique Ordóñez Rey (Citroën), que encabezan la comisión y las demandas, apoyadas por más de un centenar de trabajadores y trabajadoras que participaron en la huelga, hace 50 años.

Todos ellos y ellas destacaron el carácter “político” de aquella huelga general y reclamaron también al Concello de Vigo que dedique un espacio público de la ciudad a homenajear aquel movimiento y a los hombres y mujeres que participaron en el paro. La huelga comenzó el 6 de septiembre en Citroën. El personal de la factoría inició una manifestación para reclamar la jornada laboral semanal de 44 horas y el descanso los sábados por la tarde. Sin embargo, en los días siguientes se unieron a la movilización los trabajadores de otras empresas de la ciudad, principalmente de las grandes plantas industriales. La situación sorprendió al régimen, que se vio obligado a enviar a la ciudad una cifra importante de agentes antidisturbios y otros cuerpos policiales y militares.

El paro sumaba reivindicaciones estrictamente laborales con la contestación a la dictadura franquista y la demanda de democracia. Aunque la noticia de huelga se extendió por el resto del Estado a través de los grupos de Comisiones Obreras y del Partido Comunista y de otros grupos minoritarios de izquierda, el ejemplo vigués no fue seguido en otras zonas, lo que obligó a los huelguistas a, finalmente, poner fin a la protesta, casi tres semanas después. Las consecuencias para muchos de ellos fueron muy duras: despidos, torturas, prisión y varios tuvieron incluso que exiliarse o pasar a la clandestinidad. 

La comisión que pelea por la institucionalización de esta fecha en la ciudad se reunió la semana pasada con el alcalde, Abel Caballero, que se comprometió a aprobar una declaración institucional desde el Ayuntamiento. No obstante, este grupo de trabajadores y trabajadoras pide ir más allá, apostando por la reserva de un “espacio público” que recuerde aquellos hechos, para asegurar que no son olvidados y son conocidos “por las nuevas generaciones”. Desde principios de este año, la plataforma Vigo Setembro 1972 está también organizando actividades para conmemorar el 50 aniversario de la huelga general.

"¿Irá a ver a los españoles que murieron en Paracuellos?": TVG da voz a un medio ultra en una comparecencia de Belarra

Ver más

Roi Cagiao, director del documental Vigo 1972, que está a punto de estrenar su nueva película sobre los hechos de marzo de 1972 en Ferrol, destacaba en esta entrevista que “la huelga de Vigo del 72 forma parte del subconsciente colectivo de la sociedad viguesa y gallega y constituyó, junto con el 10 de marzo ferrolano, el hito principal en la lucha del pueblo gallego por las libertades democráticas y los derechos sociales en el tramo final de la dictadura”. Y denunciaba que “hay mucha gente de nuestra generación que no conoce los hechos, o bien que no les da la importancia que tienen”, cuando Vigo “fue centro de la lucha contra la dictadura durante semanas, la policía tomó la ciudad, fue noticia en toda Europa”. 

Igualmente, Carlos Barro, en ese momento responsable de comunicación del PCG, destacaba que “la huelga general de Vigo de 1972 fue el mayor éxito histórico de la clase obrera gallega”. “En aquel momento estábamos ensayando la huelga general política en la estrategia de derrocar la dictadura a través de la movilización de masas. Y Galicia estaba en la vanguardia de ese proceso, al menos los trabajadores de Ferrol y Vigo y los estudiantes de Compostela”, añadía Barros en esta entrevista. 

Puedes leer el artículo original en gallego en este enlace.

En el mes de septiembre de 1972 Vigo fue escenario de una de las huelgas generales más importantes de la dictadura franquista, que llegaba unos meses después de las movilizaciones que en Ferrol habían acabado con la muerte de dos obreros que ya había despertado un importante movimiento de solidaridad en la ciudad olívica. Durante dos semanas el paro paralizó la ciudad y toda la comarca. Participaron 20 mil trabajadoras y trabajadores, hubo asambleas en todas las empresas y los panfletos cubrieron todos los barrios. La policía se vio obligada a tomar la ciudad para frenar al movimiento de protesta, hubo cientos de detenidos y torturados, alrededor de seis mil despidos (limitados a 400, primero, y a 200 finalmente) y centenares de personas detenidas o heridas. 

>