Caso Serrano
Adiós al juez Serrano: el candidato de Vox deja el acta acorralado por la investigación por fraude de 2,4 millones
Investigado por un caso de posible fraude de subvenciones y estafa destapado por infoLibre, Francisco Serrano, dos veces candidato de Vox en la Junta de Andalucía, deja su escaño. El juez, que ya fue condenado por prevaricación por sus actuaciones como togado, afirma que abandona su asiento como parlamentario andaluz “con el fin de poder defenderme como cualquier ciudadano ante un juzgado ordinario”. ¿Qué implica el movimiento? Ahora la Sala de lo Civil y Penal tiene que recibir del Parlamento la notificación de que Serrano ha dejado de ser aforado, con lo que dejará de ser competente y el caso pone rumbo al decanato de los juzgados de Sevilla, en los que trabajaba Serrano. Allí el caso entrará en reparto.
Serrano se dedicará ahora a su despacho profesional de abogacía, según explica en un comunicado lanzado esta misma mañana y en el que no aclara nada del posible fraude de subvenciones de 2,48 millones. “Y a seguir trabajando por una España mejor, sin miedo a nada ni a nadie”, afirma. La marcha de Serrano supone previsiblemente que no declarará el martes 8 de septiembre, fecha en la que estaba citado, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) perderá la jurisdicción sobre él, ahora que deja de ser aforado, explican fuentes del alto tribunal andaluz.
Serrano ha tardado en tomar esta decisión. Pudo hacerlo cuando la Fiscalía de Sevilla vio motivos para actuar contra él, en junio, y envió el caso a la Fiscalía Superior porque era aforado [ver aquí]. Pudo hacerlo cuando la Fiscalía Superior presentó la querella contra él, en julio [ver aquí y aquí]. Pudo hacerlo cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) admitió la querella a trámite, también en julio [ver aquí]. Pero Serrano se resistía, a pesar de las presiones de sus antiguos compañeros, que ahora no quieren tener nada que ver con el polémico magistrado que hace sólo dos años era poco menos que un héroe de la libertad.
El juez Serrano se limitó a dejar Vox y a quedarse como no adscrito. Ahora, en cambio, da este paso. ¿Cuándo? Una vez que el juez instructor, Miguel Pasquau, magistrado sobre el que el propio Serrano ha manifestado en alguna ocasión su desagrado, ha dejado claro que la investigación iba por unos derroteros muy concisos: en busca del dinero. El juez Pasquau andaba ya detrás de los movimientos de dinero entre empresas del investigado, una línea de investigación que no habían abierto ni la Policía Nacional ni la Fiscalía [ver aquí].
El caso fue denunciado ante la Policía Nacional por el vicepresidente de Facua, Rubén Sánchez, que ejerce la acusación popular. Podemos también ha solicitado su personación como acusación popular.
Sin aclaraciones
Serrano se va con un comunicado en el que se declara “cansado de tanta persecución mediática y política, incluida la del que había sido mi partido”. El dos veces candidato de Vox, y hombre fuerte de Santiago Abascal en su desembarco en Andalucía, afirma que logró su acta con “esfuerzo y entrega a la esperanza”, pero que desde “el día siguiente del éxito electoral” sólo encontró “ingratitud, desdén y desprecio”.
El juez Serrano presentó una denuncia con información falsa para desmarcarse del posible fraude millonario de subvenciones
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Su comunicado es una reivindicación de su trayectoria política, en tono a veces épico, a veces dolorido. No hace ni una sola aclaración sobre las actuaciones empresariales que han supuesto la apertura de una investigación judicial. ¿Qué fue de los 2,48 millones de euros que le ingresó Industria a su empresa Bio Wood Niebla y que jamás fueron devueltos, aunque la fábrica para la que se entregaron está sin construir? ¿De dónde sale el millón de euros que envió desde otra de sus empresas a una filial de nueva creación en Extremadura? ¿Por qué, si conocía las irregularidades desde diciembre de 2016, no salió de la empresa hasta octubre de 2017? [ver aquí el dosier del caso Serrano].
En lugar de dar explicaciones, el que fue dos veces candidato y, tras ser elegido, primer portavoz parlamentario de Vox en Andalucía entona una amarga despedida, en la que carga sobre todo contra sus excompañeros. “Unos arriesgan, lo dan todo para defender ideales y conquistan fortalezas a costa de desangrarse, y otros, recibiendo trato de favor y sin arriesgar nada, se aprovechan de las conquistas y brechas abiertas por los primeros en murallas, antes inexpugnables”, escribe en su comunicado. El actual portavoz de Vox, Alejandro Hernández, ha sido de los que más han presionado para la marcha de Serrano. “Vine para cambiar la política, y no pudo ser”, añade Serrano.
Asegura que “muchos” le “insistieron” en “aguantar la presión” y quedarse “desde una posición más libre”, como “diputado no adscrito. “Mas he visto que no merece la pena el esfuerzo, al ser relegado y ver vetada y restringida la posibilidad de presentar iniciativas en defensa de unos valores, con los que se identifican miles de votantes ]...]. No creo que esa situación pueda cambiar en el futuro”, añade. Se marcha “con frustración y desengaño”, también “desencantado”. “A los que han intentado hundirme política y personalmente, que también los hay [entre los excompañeros de Vox], sólo desearles que reciban el pago que merecen. Al final, todos recogemos la cosecha de la semilla que sembramos”, señala.