Cambiar el sistema de elección de los 12 vocales de procedencia judicial del Consejo General del Poder Judicial para que sean los propios jueces, y no el Parlamento, los que los elijan, es una prioridad para la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM). También es una propuesta del PP reflejada en cada uno de sus programas electorales desde hace años. Sin embargo, los 10 vocales propuestos por el partido de Feijóo defienden y apoyan sin la mínima fisura para la presidencia de ese órgano al magistrado Pablo Lucas Murillo de la Cueva, un firme defensor del actual sistema de elección parlamentaria. El pacto entre el PP y el PSOE por el que los 20 vocales del órgano fueron seleccionados incluía la obligación para estos de redactar una propuesta de reforma de la elección de los consejeros procedentes de la carrera. El nombramiento de Lucas, paradójicamente, inclinaría la balanza hacia los partidarios de que sigan siendo las Cámaras las encargadas de renovar el órgano y no los jueces.
La disputa entre los dos sistemas de elección de los 12 vocales judiciales viene de 1985, cuando el Gobierno socialista de Felipe González eliminó la elección por parte de los jueces para dársela al Parlamento. El motivo político que se esgrimió –defendido por el entonces diputado de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandrés– era que, con el sistema anterior, la mayoría ideológica del Consejo sería siempre conservadora debido a que esa es la tendencia mayoritaria en la carrera judicial. Esa línea sigue siendo hoy mayoritaria entre los jueces y magistrados españoles. La conservadora APM es hoy la que más afiliados tiene de largo. Con la vuelta al sistema de elección judicial, ese colectivo sería el más beneficiado. Tras la fractura del órgano entre los vocales a propuesta del PP (que votaron el bloque a Pablo Lucas para la presidencia) y los propuestos por PSOE y Sumar (que defienden a Pilar Teso), los vocales de esa asociación propusieron que fuera la magistratura la que decidiera sobre el nuevo presidente, algo no previsto en la ley, que atribuye esa competencia exclusivamente a los vocales.
Sin embargo, el candidato de los vocales conservadores es un firme defensor del sistema de elección parlamentaria, el contrario al que defiende la APM y el PP. Así lo mantuvo en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, durante su discurso de ingreso en esa institución, el 23 de mayo de 2017. Ese día, Pablo Lucas aseguró: "Creo que el procedimiento menos malo es el que pone en manos de las Cortes Generales la designación por mayoría cualificada de los 20 vocales". Luego reafirmó: "Deben ser las Cortes Generales, que representan al pueblo español, quienes decidan". Por si no quedaba suficientemente clara su postura, subrayó que "con todo el respeto que merece un cuerpo de servidores públicos como la carrera judicial y las asociaciones profesionales que encuadran a la mitad de sus integrantes, no me parece que estén legitimadas para reclamar la facultad de elegir a la mayor parte de los integrantes de un órgano constitucional".
En su alocución, Pablo Lucas se refiere también a la recomendación por parte del Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa (Greco) recientemente asumida también por la Comisión Europea de que al menos la mitad de los vocales sean elegidos por sus pares. Y mantiene que su postura es contraria por dos razones, "una práctica y otra de principio". "La primera", sostiene el magistrado, "es que en España, lo reitero, la independencia judicial es una realidad". "La segunda deriva de las propias ideas de la separación de poderes y de su limitación, es decir, de la misma esencia del régimen constitucional", continúa. Ese régimen, según Lucas, "se distingue, además de por separarlos, por prever frenos y contrapesos que favorezcan el equilibrio entre ellos". "Desde esa perspectiva, no es incoherente, sino todo lo contrario, compensar el control que se entrega a los jueces, que son mayoría en el órgano", es decir, en el Consejo, "con el contrapeso que supone la designación parlamentaria por consenso de quienes han de integrarlo".
Un sorteo para evitar el bloqueo
Siempre dentro de la lógica de la elección parlamentaria, el candidato a presidente del Consejo propone algunas ideas para superar el bloqueo a la renovación que, hasta en tres ocasiones, ha provocado el PP. En el momento en que Lucas dio su discurso, en 2017, el más largo había sido de dos años, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque más recientemente, al año siguiente, el PP la paralizó durante cinco años y medio, desde noviembre de 2018 hasta el pasado 25 de junio. Para superar esas situaciones, el magistrado da una idea: "Creo que se debe considerar, por ejemplo, la posibilidad de sustituir la elección de los vocales judiciales por un sorteo a realizar por las Cámaras entre los candidatos avalados por los jueces y por las asociaciones judiciales si, transcurrido un plazo prudente, el Congreso o el Senado no han cumplido el deber que les impone la Constitución".
Ver másLos dos bloques del CGPJ se conjuran para elegir la Presidencia antes de la apertura del año judicial
En la visión de Lucas, el problema no es el sistema de elección parlamentaria vigente desde 1985, sino el uso que de él han hecho los partidos. El problema, mantiene, no son las cuotas de cada formación, sino la mala utilización que hacen de ellas los políticos, "la que busca partidarios o se hace desentendiéndose cada uno de a quién propone el otro con tal de que acepte al propio, sin consideración alguna a la excelencia profesional y a la calidad de los propuestos". "Esta lógica de las cuotas ciegas es la causa principal del deterioro de la imagen del CGPJ, más acusada cuanto menos se hayan tenido en cuenta los elementos cualitativos queridos por la Constitución", sostiene. "El factor humano se revela (...) decisivo. Una buena elección, la selección de personas valiosas, contribuye a hacer buenas, incluso, instituciones deficientemente diseñadas, pero una elección desacertada consigue destruir hasta las mejor ideadas", concluye.
Una promesa nunca cumplida
Hace años que el PP propone reformar el sistema que defiende Pablo Lucas para volver a la elección de los 12 vocales judiciales, aunque nunca, ni siquiera cuando ha gobernado –tampoco durante la mayoría absoluta del segundo Gobierno de José María Aznar– ha impulsado el cambio. Tras el fracaso del acuerdo de renovación de 2018 por los mensajes de Whatsapp de su entonces portavoz en el Senado, Ignacio Cosidó, en los que aseguraba que el pacto les permitiría controlar la Sala de lo Penal del Supremo "por detrás", la formación que entonces dirigía Pablo Casado puso como línea roja para volver a la negociación el retorno a la elección judicial de los vocales. El PSOE siempre se ha mantenido a favor de la elección parlamentaria ante el riesgo de que el órgano constitucional se escore de manera inevitable a la derecha.
En el ideario de la asociación mayoritaria en la carrera, la conservadora APM, la promesa nunca cumplida por su partido de referencia, el PP, es una reivindicación histórica, mientras que la progresista y minoritaria Jueces y Juezas para la Democracia defiende el sistema actual. El partido de Alberto Núñez Feijóo volvió el pasado junio a ignorar a la organización corporativa de jueces más representativa al pactar una vez más la renovación con el método vigente desde 1985. La propuesta ahora de que Pablo Lucas presida el Consejo y el apoyo cerrado de todo el sector conservador del órgano de gobierno de la magistratura, en el que se cuentan ocho miembros de esa asociación, parece demostrar que esa demanda, en realidad, no es tan crucial como parece para la derecha judicial.
Cambiar el sistema de elección de los 12 vocales de procedencia judicial del Consejo General del Poder Judicial para que sean los propios jueces, y no el Parlamento, los que los elijan, es una prioridad para la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM). También es una propuesta del PP reflejada en cada uno de sus programas electorales desde hace años. Sin embargo, los 10 vocales propuestos por el partido de Feijóo defienden y apoyan sin la mínima fisura para la presidencia de ese órgano al magistrado Pablo Lucas Murillo de la Cueva, un firme defensor del actual sistema de elección parlamentaria. El pacto entre el PP y el PSOE por el que los 20 vocales del órgano fueron seleccionados incluía la obligación para estos de redactar una propuesta de reforma de la elección de los consejeros procedentes de la carrera. El nombramiento de Lucas, paradójicamente, inclinaría la balanza hacia los partidarios de que sigan siendo las Cámaras las encargadas de renovar el órgano y no los jueces.