Los contactos de la monarquía
La Casa Real se aleja de la sombra de Arabia Saudí y afirma que desconocía su irrupción en Telefónica
Las palabras "Arabia Saudí" y "España" conducen con facilidad la mente a una figura: Juan Carlos I. Y por extensión a la Casa Real, ahora encabezada por su hijo, Felipe VI. Así que la irrupción de la operadora de telecomunicaciones saudí STC Group en Telefónica, que ha agitado la política española, ha hecho girar no pocas miradas hacia Zarzuela, que tiene una larga relación de amistad con la familia reinante, especialmente por los lazos de Juan Carlos I con el rey Abdallah, fallecido en 2015.
Pero aquella historia terminó mal para la imagen de la Casa Real. Y no sólo, ni principalmente, porque Arabia Saudí sea un país acusado de constante vulneración de los derechos humanos, sino porque las investigaciones sobre el rey emérito acabaron desvelando que recibió casi 65 millones de euros como "regalo" del monarca saudí, que Juan Carlos I puso a salvo de la hacienda española.
Con estos antecedentes, la Casa Real ha querido manifestar, tras una operación tras la cual están el poder y el dinero de la familia real saudí, que no ha tenido nada que ver con un movimiento que convierte al reino del desierto en primer accionista de la principal teleco española. Y que ni siquiera lo conocía con antelación.
"En la Casa de SM el Rey no se ha recibido ninguna comunicación de la compañía STC sobre la adquisición de acciones de la empresa Telefónica", indican fuentes de Zarzuela, eludiendo la posibilidad de un simple "sin comentarios" y adoptando una fórmula mucho más concreta. Es un mensaje tan breve como significativo, que implica el deseo de subrayar una posición al margen de los intereses económicos de Arabia Saudí, que acaba de convertirse en máximo accionista de una empresa estratégica española.
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Aunque no ha llegado a demostrarse nunca, siempre se ha manejado como una hipótesis que el "regalo" de Abdallah a Juan Carlos I fuera, al menos en parte, una comisión por sus gestiones para la adjudicación a un consorcio español de la construcción del AVE a La Meca. Antes de cualquier especulación sobre una mediación de Zarzuela en el desembarco de STC Group –propiedad en un 64% de PIF, fondo encabezado por el príncipe heredero, Mohammed Bin Salman–, la Casa Real ha querido dejar clara su posición.
Arabia Saudí, o más bien las andanzas de su padre en Arabia Saudí, ya ha dado antes quebraderos de cabeza a Felipe VI. En 2020 la Casa Real emitió un comunicado anunciado que el sucesor de Juan Carlos I renunciaba a la herencia que pudiera corresponderle de su padre, después de la publicación de informaciones que señalaban al actual rey como beneficiario de las fundaciones Zagatka y Lucum, esta última destinataria del hoy famoso "regalo" saudí. Antes, en 2018, la Casa del Rey se desentendió de la foto de Juan Carlos I con Mohammed Bin Salman, justo cuando el príncipe heredero saudí estaba en el foco de las críticas internacionales como sospechoso de ordenar el asesinato en Estambul del periodista Jamal Khashoggi.
Las relaciones entre España y Arabia Saudí han estado engrasadas desde hace años por las casas reales de ambos países. Así lo expone incluso la Oficina de Información Diplomática de Exteriores en su ficha sobre aquel país: "A partir de 2006 se incrementaron notablemente el número de intercambios de viajes y visitas al más alto nivel. El difunto rey Abdallah de Arabia Saudí visitó España en 2007 y 2008, en esta última ocasión con motivo de la Primera Conferencia de Diálogo Interreligioso patrocinada e impulsada por el rey Abdallah, quien la inauguró junto con el rey Juan Carlos. El viaje de SM el rey Felipe VI a Riad en enero de 2017, y el del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman a Madrid en abril de 2018, han sido los dos hitos más recientes en las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí y España. En este último viaje se firmaron seis acuerdos para reforzar la cooperación en materia de defensa, transporte aéreo, cultural, trabajo y desarrollo social, y cooperación científica y tecnológica".