Inmigrantes
Colectivos contra los CIE protestan en El Retiro mediante narraciones de las vivencias de inmigrantes
Colectivos en contra de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) se han concentrado este domingo, por segundo año consecutivo, en el parque madrileño de El Retiro para protestar contra los "abusos" de estos centros, que los han comparado con "cárceles" para inmigrantes y pedir, por ello, su cierre.
Así lo ha expresado Patricia, de la Plataforma Estatal por el cierre de los CIES, que ha asistido a la protesta este domingo para explicar a los ciudadanos que se han acercado que los CIES "son peores que cárceles, porque los extranjeros tienen menos derecho que las personas que se encuentran en una prisión".
Desde su punto de vista, "todos los derechos que se reconocen en la ley son vulnerados" en estos centros, por que los inmigrantes pierden, según Patricia, el "derecho a la vida familiar, el derecho a la intimidad o el derecho a la salud", ya que "no tienen asistencia psicológica de ningún tipo, ni asistencia sanitaria".
Patricia ha asegurado en declaraciones a Europa Press, que en los CIES de España se producen "malos tratos y abusos" a todos los inmigrantes. "Entendemos que estos centros no pueden existir, porque están pensados para encerrar a personas que no tienen papeles, y eso no es un delito".
Almamy es uno de los inmigrantes que han sufrido este tipo de abusos de los que se les ha acusado a los CIES en la concentración de este domingo. Según ha indicado, durante los dos años que estuvo en un centro de acogida para menores, lo trataron "muy mal".
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"Los educadores nos trataban mal porque no nos dejaban salir ni nos dejaban llamar a nuestras familias. Estuve dos años allí y mi familia no sabía nada de mí", ha relatado Almamy, que también ha confirmado que en los centros de acogida sólo dan de comer "una o dos veces al día".
Por todo ello, Almamy ha pedido que se cierren los CIES "inmediatamente" porque no los ha considerado "casas de acogida, abiertas para que la gente pueda entrar y salir", como se definen estos centros, sino como "una cárcel". "Es horroroso para mí, de verdad", ha puntualizado Almamy.
Compañeros suyos de otros centros de acogida también han narrado sus experiencias personales mientras un grupo de actores y actrices han improvisado, mediante su expresión corporal, las emociones que les han ido transmitiendo los extranjeros afectados.