El Congreso mantendrá acreditados a los medios ultras cuestionados por la izquierda y alentados por la derecha
Las normas no escritas del periodismo parlamentario son pocas pero muy básicas: respetar turnos de los compañeros, no interrumpir a los políticos ni encararse con ellos como si se tratara de un debate, preservar la identidad del político que da declaraciones off the record, no publicar una información si está embargada hasta una hora pactada o no grabar conversaciones que se producen de manera informal.
Un consenso que desde el inicio del curso político ya no se cumple en las ruedas de prensa que se celebran habitualmente los martes. Desde septiembre, y coincidiendo con el nacimiento de algunos medios de marcada ideología ultra, esas comparecencias han derivado en faltas de respeto, intimidaciones hacia el resto de periodistas a los que se dirigen como “palmeros” y preguntas que, en algunas ocasiones, carecen de rigor periodístico.
“¿Le quería preguntar por qué prefiere bailar bachata y perrear en la Cadena Ser a contestar a medios acreditados como Edatv, a los que insulta?”. Fue una de las preguntas que se le planteó a Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el pasado 29 de octubre. “No participamos en burbujas mediáticas de la ultraderecha”, fue la contestación de Rufián. Una respuesta que utiliza cada vez que el citado medio le plantea cuestiones de carácter similar.
“El Pollo Carvajal asegura que el juez tiene los documentos sobre los vínculos entre Podemos y el chavismo, ¿qué tiene que decir al respecto?”, fue otra de las preguntas de un periodista de Edatv, en este caso dirigidas a Pablo Echenique, en septiembre. “No tendría ningún problema en contestarte si no pensase que contestarte sería una falta de respeto hacia sus compañeros que son periodistas de verdad”, arguyó el portavoz de Unidas Podemos. “Que no seamos palmeros no nos convierte en menos periodistas” arguyó el aludido, en referencia al resto de periodistas de la sala, y saltándose el turno de preguntas para plantear la cuestión.
Esta situación ha generado un clima de tensión en el Congreso, donde cada vez menos periodistas acuden a la sala de prensa, prefiriendo seguir las comparecencias de manera telemática desde sus cabinas, y menos políticos hacen uso del off the record por miedo a que éste no se respete. Algunos grupos han reducido al mínimo sus ruedas de prensa, lo que, a su vez, dificulta el ejercicio del periodismo ante la falta de información.
La denuncia de 12 equipos de comunicación del Congreso
Ante este escenario, los equipos de comunicación del PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, Junts, PDCat, Más País-Equo, CUP, Compromís, BNG y Nueva Canarias, remitieron el pasado miércoles 1 de diciembre un escrito a la Secretaría General de la Cámara Baja en el que manifestaban su preocupación por el comportamiento de "algunas personas acreditadas" en la sala de prensa de esta institución, sin hacer mención específica a ningún medio o periodista, pero en clara alusión a estos medios de carácter ultra.
"Dicho comportamiento desvirtúa las ruedas de prensa y genera un clima de tensión que dificulta el trabajo del resto de periodistas que realizan su labor con profesionalidad. Lo que deberían ser comparecencias de actualidad parlamentaria se están convirtiendo en careos ideológicos", reza el texto. Asimismo, califican de "intolerables las faltas de respeto que se han producido hacia el personal" de algunos grupos parlamentarios, rompiendo el "clima de cordialidad y decoro" entre periodistas, políticos y dicho personal. "Este modo de actuación no se corresponde con el código deontológico ni con los principios de actuación acordados por los y las profesionales del ramo".
Pese a no solicitar la expulsión de ningún medio, desde medios como Edatv o 7NNoticias se han sentido interpelados, y han decidido interpretarlo como una censura hacia sus preguntas, en connivencia con PP, Vox y Ciudadanos, cuyos dirigentes han salido en masa a condenar lo que califican de ”censura socialcomunista”, “señalamiento”, “secuestro de nuestras libertades”, “mordaza”, entre otros calificativos, solidarizándose con el director de Edatv, Javier Negre.
El propio Negre afirmó el miércoles por la noche que él hacía las preguntas que otros medios no tenían los “huevos” de hacer por su condición de "palmeros" y que, incluso, haría públicos los nombres de algunos redactores que habían participado en una "operación secreta" para que le echen del Congreso. "Yo cuando entré al Congreso –señaló–lo que había era masajes a los políticos de izquierdas e independentistas, pero llegaban Cayetana Álvarez de Toledo, Cuca Gamarra, Iván Espinosa de los Monteros o Inés Arrimadas, y les llovían a puñaladas informativas".
El Congreso asegura que todos los medios acreditados "cumplen" con las condiciones
Los equipos de comunicación han remitido el escrito al letrado mayor de la Cámara Baja, Carlos Gutiérrez Vicen, que abordará esta cuestión en la próxima reunión del órgano. Aunque la Mesa de la Cámara Baja puede conceder credenciales a periodistas y fotógrafos, así como regular las mismas, en la práctica son los servicios generales del Congreso, el Departamento de Comunicación, quienes otorgan las acreditaciones. Y los dos medios ultras seguirán contando con la suya, según las fuentes parlamentarias consultadas.
infoLibre ha preguntado a ese departamento sobre cuáles son los requisitos para que se acredite a medios a entrar en la Cámara Baja. En ese sentido, explican que debe tratarse de una empresa constituida jurídicamente, que tenga una estructura definida, que cuente con sede y teléfono, cuyo objeto social sea la comunicación, que actualice sus contenidos periódicamente, y cuyo director o máximo representante solicite la acreditación para acceder al Congreso. "Es el mismo criterio que siguen todas las instituciones", explican.
Desde Prensa del Congreso especifican que en un primer momento se le denegó el acceso a Edatv, que nació como un canal de Youtube, al no contar con una página web. Y aseguran que hay otros medios como El Salto, La Marea o La Última Hora, con los que desde la derecha hacen comparaciones, que también están acreditados. Sobre la polémica de estos últimos días, se remiten a las asociaciones de prensa y al código deontológico del periodismo. "Nosotros no podemos meternos ahí", arguyen.
Varias asociaciones profesionales emitieron un comunicado tras hacerse público el escrito de los equipos de comunicación. La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) hizo un “llamamiento tanto a periodistas como políticos para que sus relaciones se desarrollen en un clima de respeto mutuo, que favorezca el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a recibir información". La Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), se adhirió a este comunicado, pero según ha podido saber infoLibre, este mismo jueves se ha reunido con los diferentes equipos de comunicación que trasladaron la queja y en los próximos días publicarán un comunicado propio, después de haber recibido algunas quejas por parte de periodistas que integran la asociación, haciéndose eco de las "situaciones de intimidación a las que los periodistas somos sistemáticamente sometidos" por Edatv y 7NN.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, aseguró que el periodista “puede hacer las preguntas que considere oportunas si está debidamente acreditado por el Congreso”, aunque también destacó que éste debe reconocer y respetar “a las personas físicas y jurídicas su derecho a no proporcionar información, ni a responder a las preguntas que se les formulen, sin perjuicio del deber profesional de atender el derecho de los ciudadanos a la información".
"El Congreso se está convirtiendo en un show"
Los martes es el día de la Junta de Portavoces en el Congreso. La presidencia de la Cámara y los representantes de las formaciones políticas se reúnen y debaten el orden del día, la admisión a trámite de las iniciativas que llegan al pleno y cualquier iniciativa de calado que afecte al normal funcionamiento de la Cámara Baja. Al acabar o antes de comenzar, esos portavoces comparecen en rueda de prensa ante los periodistas para dar cuenta de sus posiciones y responder las dudas de los medios, aunque cabe añadir que no siempre las resuelven.
Antes de la pandemia esas declaraciones se producían a las puertas de la sala Mariana Pineda, ubicada en la primera planta del Congreso. La secuencia era la siguiente: el portavoz en cuestión se situaba en el pie de micro y los periodistas le rodeaban, micrófono, móvil o grabadora en mano. Tras la pandemia esa rutina se alteró: se habilitó un canal específico para plantear las preguntas de manera telemática (ahora se alternan las telemáticas y presenciales) y las ruedas de prensa pasaron a realizarse en la sala habilitada en el Congreso, al lado de las cabinas de los medios de comunicación.
Fuentes de la dirección del PP reconocen en privado que algunos periodistas solo buscan “atención y focos”, en referencia a esos medios ultras, pese a que su mismo partido se ha prestado a dárselos. “Lo que hay que hacer es ignorarlos, ya se cansarán”, sintetiza una voz de peso del grupo parlamentario, que confiesa que ya ha habido algunas peticiones desde esos medios para que trasladen esta polémica a la próxima sesión de control. “No me explico cómo hemos entrado en esto”, sostiene una segunda voz popular, que tacha de "show" y "circo” lo que está ocurriendo en el Congreso. En Ciudadanos también son conscientes de “las pretensiones de cierto personaje”, según un parlamentario, que alega que los partidos políticos no deben meterse “en quién es o no es periodista”. “A nosotros también nos meten muchísima caña”, valora, “pero creo que son las asociaciones o el colegio de periodistas los que deben pronunciarse y valorar si debe tener la acreditación”.
Juan Carlos Bermejo, rival del exvicepresidente Ignacio Aguado en las primarias de Ciudadanos, cuenta a infoLibre que Negre le llamó el lunes por la noche para que entrara en su programa para hablar mal sobre una supuesta información sobre Inés Arrimadas, la actual líder del partido. "Cuando le dije que eso se lo había inventado no me metió en directo para decirlo, sino que le dijo a su audiencia que yo finalmente no había podido entrar por otros motivos. Eso no es periodismo", sintetiza.