La reunión del Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP, a la que también asistieron, con voz pero sin voto, los 10 diputados y los 15 miembros del secretariado nacional, concluyó, este domingo, con el rechazo a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat y decidió llevar a los catalanes a unas nuevas elecciones autonómicas. Así, los 67 dirigentes –56 miembros procedentes de las 13 asambleas territoriales y 11 de las organizaciones en la órbita del partido– encargados de decidir el futuro del líder de CDC en el centro cívico Pere Quart de Barcelona se decantaron, en segunda votación, por que sus 10 diputados se abstengan en la investidura.
Este resultado no permitiría a Junts pel Sí obtener la mayoría simple necesaria para desbloquear el proceso. La candidatura logró en las elecciones del 27 de septiembre 62 escaños, lo que les dejaba a seis asientos de la mayoría absoluta. Por lo tanto, necesitarían, por lo menos, que dos de los diputados de la CUP diesen luz verde a la proclamación de Mas para que Junts pel Sí se hiciese con la mayoría simple –más votos a favor que en contra–, teniendo en cuenta que C's, PSC, Catalunya Sí Que Es Pot y el PP, en conjunto, suman 63. Así, después de la decisión tomada este domingo, la votación quedaría de la siguiente manera: 62 escaños a favor de Mas frente a 63 en contra y 10 abstenciones.
La diputada de la CUP en el Parlament Gabriela Serra advirtió en rueda de prensa tras el fin de la reunión que JxSí aún tiene unos días para plantearles un nombre alternativo a Artur Mas: "Quien quiera mover pieza aún tiene días". Serra recordó así que el límite legal para una investidura expira al final de la semana próxima e insistió: "Esperemos que ahora empiece a mover pieza quien no la ha movido".
La diputada reivindicó además que el proceso soberanista no empezó el 27-S ni se acaba con la reunión de la CUP de este domingo, ya que "continuará con o sin investidura de Mas". Su compañero en el Parlament Sergi Saladié retó directamente al president en funciones a retirarse . "Mas dijo que no sería un obstáculo y ahora es el momento de demostrarlo. La pelota está en su tejado", señaló.
El miembro de la CUP Xavi Generó explicó en la misma rueda de prensa que se habían llegado a votar hasta seis propuestas diferentes sobre el sí o no a Mas, y que acabó triunfando la opción de rechazarle, con 36 votos a favor, 30 en contra y una abstención. La CUP aclaró dos cifras clave: primero, que los miembros del Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria son 67 y no 68, como indicaron en principio; y también que, si hay nuevo pleno de investidura, el no a Mas se traduciría en 10 abstenciones.
Cabe destacar que uno de los escenarios que la CUP debatió internamente era dar libertad de voto a sus diez diputados, pero fue la opción que generó más rechazo: no tuvo ningún voto a favor.
Mientras, el líder de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, planteó la posibilidad de dimitir tras el resultado de la reunión, informaron a Europa Press fuentes de la formación. A preguntársele por eso a la diputada Gabriela Serra en rueda de prensa, esta respondió que "Antonio Baños no ha dimitido", aunque no concretó si le consta que el diputado se plantee renunciar.
Serra también dijo que, en general, los niveles de satisfacción del resultado de la reunión son diferentes: "Todos necesitamos nuestros momentos para rehacernos".
Dos escenarios
Tras las asambleas territoriales celebradas el pasado sábado, los miembros de los órganos tenían que decidir entre dos escenarios posibles: dos votos a favor y ocho abstenciones, ejemplificando así su compromiso con la independencia pero su rechazo a la política de recortes y privatizaciones del líder de CDC, o darle 10 abstenciones –o 5 votos a favor y 5 en contra–, que se traduciría como un rechazo a Mas. Sin embargo, de las asambleas territoriales celebradas el sábado también salieron otras propuestas, que todavía no trascendieron en su integridad pero que han estado sobre la mesa en la reunión.
La división dentro del partido anticapitalista, que quedó reflejada el pasado domingo en la Asamblea Nacional Extraordinaria –se produjo un empate exacto a 1.515 votos–, rebrotó durante la cita del Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria. Así, la CUP no pudo tomar una decisión definitiva en la primera votación al contabilizarse un empate. El partido había estipulado, tal y como anunció a lo largo de la semana, que se se celebrarían un máximo de 3 votaciones. Si tras la última seguía sin existir un acuerdo, sería el Secretariado Nacional –la ejecutiva de la formación– el encargado de establecer la metodología necesaria para zanjar el debate. A pesar de todo, no fue necesario.
Así, tras más de tres meses de diálogo entre Junts pel Sí y el partido anticapitalista, con giros en el mensaje de la CUP –pasó de rechazar cualquier tipo de acuerdo con Junts pel Sí si Mas era el candidato a la Presidencia de la Generalitat a barajar la opción de apoyar la investidura del líder de CDC–, el plazo legal para la investidura de Artur Mas como president expira el próximo 10 de enero. Será ese día cuando el Parlament se disuelva y se convoquen nuevas elecciones autonómicas para el mes de marzo. A pesar de todo, la celebración de un nuevo debate de investidura todavía está en duda. La Mesa y la Junta de Portavoces del Parlament se reunirán este lunes para concluir si mantienen el calendario previsto o anulan el pleno y las votaciones.
Reacciones: el PSC ve "fracasado" el proyecto soberanista
El líder de ERC, Oriol Junqueras, reaccionó a la decisión de la CUP con el siguiente tuit: "Nunca nos rendiremos. ¡Seguimos!". Y añadió: "No lo hemos hecho nunca. Y nunca lo haremos. ¡Seguimos!".
La portavoz del PSC, Esther Niubó, afirmó este domingo que el no de la CUP permitirá comprobar si el "gran tema" es la independencia o Artur Mas, informa Europa Press. Niubó aeguró que esta situación es el "fracaso político" del proyecto soberanista, y subrayó que el máximo responsable es Artur Mas.
"Llevamos tres meses perdidos en negociaciones que no han sido fructíferas", dijo, y lamentó que se haya producido, según ella, una parálisis en el gobierno de la Generalitat. Preguntada sobre el papel del PSC en una nuevas elecciones en marzo, Niubó señaló que se encuentran ante una oportunidad de que Cataluña tenga un gobierno "de progreso y estable" que deje atrás el relato de los soberanistas. "La ciudadanía está muy cansada de elecciones", sentenció.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, escribió en su ceunta de Twitter: "Me equivoqué y mucho". "Siempre he pensado que al final la CUP ayudaría a hacer realidad el mandato democrático del 27S. No ha sido así".
El líder del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, pidió por su parte un "baño de sensatez" en las urnas si hay nuevas elecciones. En un mensaje en Facebook, señaló que el hecho de que Mas no sea investido, sino "embestido" por la CUP, describe el nivel al que se ha llegado en Cataluña, con "un cóctel de independentismo venidos a menos y unos antisistemas venidos a más".
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"Ahora unas nuevas elecciones catalanas, las cuartas en cinco años. Espero que no haya quinta mala... y haya un baño de sensatez en las urnas", sentenció.
El líder de C's, Albert Rivera, confió en que Cataluña pueda acabar con "la corrupción, los recortes y la división" ahora que puede haber nuevas elecciones catalanas. "Visto el fracaso de los partidos separatistas, los catalanes tendremos la oportunidad de dar fin a la corrupción, los recortes y la división", dijo en su cuenta de Twitter.
La líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, también reaccionó a través de Twitter, para lamentar que Cataluña ha perdido tiempo, dinero y oportunidades a costa del proceso soberanista, pero añadió: "Saldremos de esta todos juntos".
La reunión del Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP, a la que también asistieron, con voz pero sin voto, los 10 diputados y los 15 miembros del secretariado nacional, concluyó, este domingo, con el rechazo a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat y decidió llevar a los catalanes a unas nuevas elecciones autonómicas. Así, los 67 dirigentes –56 miembros procedentes de las 13 asambleas territoriales y 11 de las organizaciones en la órbita del partido– encargados de decidir el futuro del líder de CDC en el centro cívico Pere Quart de Barcelona se decantaron, en segunda votación, por que sus 10 diputados se abstengan en la investidura.