"A este paso, el Gobierno de Pedro Sánchez va a convertir Barajas en otro 8 de marzo". Quien así ha hablado es el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en declaraciones a esRadio. En la base de sus declaraciones está el pulso que el Gobierno de la Comunidad de Madrid mantiene con el Ejecutivo central a cuenta de la vuelta a la normalidad en el aeropuerto de Madrid. En manos de una coalición Partido Popular-Ciudadanos y presidido por la conservadora Isabel Díaz Ayuso, lleva varios días exigiendo a Pedro Sánchez mayores controles y "medidas efectivas de prevención y contención que contribuyan a evitar la importación de casos de covid-19 por pasajeros de vuelos internacionales que llegan al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas".
Durante toda la pandemia, los conservadores han recurrido a la circunstancia de que se permitieran las marchas feministas del pasado 8 de marzo como un elemento de desgaste continuo al Ejecutivo central. Con el archivo de la causa en los tribunales –ahora hay recursos en contra de ese archivo–, esta estrategia se ha venido abajo y parecen haber encontrado en la gestión de las llegadas de pasajeros a Barajas un nuevo campo para la confrontación política.
"Hagan caso a los presidentes del Partido Popular, porque hasta ahora, cuando le han hecho caso a los presidentes autonómicos del Partido Popular les ha ido bien [...] Esto debería hacer reflexionar a las autoridades sanitarias para que tengamos un plan concreto sobre Barajas y no estemos ante un nuevo 8 de marzo porque, en este caso, sí llevamos avisando tiempo de que las conexiones con otros países deben ser conexiones seguras, debe haber reciprocidad en la realización de pruebas, de test a la salida y entrada de viajeros y, por tanto, todo lo que no hagan en este momento, en el futuro, cualquier ciudadano con toda legitimidad podrá pensar que el Gobierno tiene algo de responsabilidad en lo que está ocurriendo", defendió el número dos del PP en la citada entrevista.
Fuera de España, decenas de países, como Portugal, Francia, Reino Unido o Alemania, celebraron el 8M en el mundo. Y, en España, hasta el Partido Popular se sumó a las concentraciones.
Hasta la fecha, el Gobierno central y el regional han intercambiado varias comunicaciones con el aeródromo como protagonista. El pasado viernes, el presidente del Gobierno respondía a una carta previa de la presidenta Isabel Díaz Ayuso intentando tranquilizarla sobre la seguridad en Barajas y recordando que el Gobierno está coordinado con el resto de los socios de la UE en las medidas adoptadas por la reapertura del espacio aéreo. Y, este martes, el consejero de Sanidad de la Comunidad, Enrique Ruiz Escudero (PP) remitía una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que el Ejecutivo regional insiste en la necesidad de que se "arbitren" con "urgencia" otras "medidas adicionales que permitan la contención eficaz de la pandemia que aún nos amenaza".
¿Qué está pasando en Barajas? ¿Qué medidas se han implantado desde el Gobierno central? ¿A qué responden? ¿Qué reclaman desde el Gobierno regional? infoLibre da respuestas a estas preguntas.
El pasado 21 de junio, coincidiendo con el fin del estado de alarma, España abrió sus fronteras a los países del espacio Schengen y la Unión Europea. Y los pasajeros que no vienen de estos países lo hacen en vuelos de repatriación o con permisos laborales o de residencia, explican en el Ejecutivo. Todas las personas que hacen entrada en territorio español por el aeropuerto de Barajas son sometidas, según explican las mismas fuentes, a un triple control.
No puede hacerse de forma unilateral
No se trata de exámenes arbitrarios, inventados por el Gobierno de Pedro Sánchez, sino de controles que cuentan con el aval de la Unión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y las asociaciones de aeropuertos y de compañías aéreas. "Solo íbamos solos en el interior de nuestro país. Cuando tenemos que compartir fronteras [...] tenemos que ser recíprocos. Barajas está con las mismas medidas que todos los aeropuertos", defendió este martes la vicepresidenta Carmen Calvo en declaraciones a Antena 3.
El triple control pasa por una medición de temperatura con cámaras termográficas, la cumplimentación de un formulario cuya firma implica una declaración responsable en la que, entre otros asuntos, el firmante se compromete a contactar con las autoridades sanitarias en caso de experimentar síntomas, y un control visual. En el caso de no pasar estos tres controles, el pasajero será remitido a los servicios médicos. Estaríamos, en este caso, ante un control secundario, "que realiza un equipo médico que atiende a los casos sospechosos y realiza una evaluación clínica y epidemiológica", explican desde el departamento de Salvador Illa.
Las fuentes del Ejecutivo consultadas por infoLibre mantienen que no se trata de un escenario cerrado y que se irán tomando todas las medidas que la situación vaya aconsejando de la misma manera que se ha implantado estos mismos controles. El pasado sábado, en declaraciones a los medios en el aeropuerto de Barajas, a horas de que llegaran los primeros pasajeros, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, insistía en que estas decisiones no pueden tomarse de manera unilateral.
Pero para el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el protocolo puesto en marcha por el Ejecutivo central –y por extensión, por las autoridades europeas– deja mucho que desear. "Tras la situación vivida en nuestro país en los últimos meses, no podemos conformarnos solo con revisiones visuales basadas en el 'ojo clínico' del que las hace, controles de temperatura y formularios en papel que por su volumen no permiten seguimiento epidemiológico alguno", puede leerse en la carta remitida este martes por el consejero Ruiz Escudero al ministro de Sanidad.
En la Comunidad de Madrid consideran "insuficientes" las medidas del llamado plan Barajas del Gobierno "al haberse detectado ya en España casos importados que han entrado a nuestro país por el aeropuerto" madrileño.
Esos "casos importados" que cita el consejero se deben a vuelos de repatriaciones o de pasajeros con permiso de residencia o trabajo en España porque, hasta el momento, solo se han abierto fronteras a vuelos comerciales a países del espacio Schengen y la Unión Europea.
La Consejería de Sanidad madrileña traslada a Illa una serie "medidas adicionales" que podrían ser adoptadas en Barajas y solicita que sean "elevadas" al resto del Gobierno, en especial al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a las autoridades europeas y a la Organización Mundial de la Salud.
Las propuestas que llevan la firma de consejero de Sanidad madrileño están integradas en tres grandes bloques: control de la enfermedad en origen, acciones de Sanidad Exterior y control en destino, es decir, dentro del territorio de la Comunidad de Madrid.
PCR negativa 24 horas ante de viajar a España
Dentro del primero de los bloques, la Comunidad de Madrid reclama la "restricción de vuelos procedentes de países con una tasa de incidencia acumulada por covid-19 superior a la registrada en España y/o espacio Schengen".
También incluyen en este bloque el "requerimiento para poder embarcar de una prueba diagnóstica de PCR negativa para SARS-CoV-2 en las 48 horas anteriores a la salida a cualquier destino de nuestro país". En el Ejecutivo precisan que este tipo de controles, a dos días de viajar, no son un método infalible y que en esas 48 horas no se puede garantizar que no se produzcan contagios.
En el apartado de las "acciones de Sanidad Exterior", se reclama una plataforma tecnológica que permita a las autoridades sanitarias autonómicas monitorizar a los pasajeros una vez que los pasajeros han accedido a su territorio, mensajes en los teléfonos móviles con indicaciones para proceder en el caso de presentar síntomas y publicidad en aeropuertos o medios de transporte con los teléfonos a los que recurrir si hay síntomas.
Por último, desde la Comunidad de Madrid reclaman que en el aeropuerto de Barajas se ponga en marcha las 24 horas del día un dispositivo del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112) para la atención de aquellos pacientes que detecte Sanidad Exterior.
Partidos de la Asamblea de Madrid piden a Ayuso que asuma su responsabilidad
Desde la Cámara legislativa madrileña, Más Madrid, Vox y Unidas Podemos coincidieron en pedir a Ayuso que asuma su responsabilidad para tomar medidas en Barajas.
Pablo Gómez Perpinyà (Más Madrid) consideró que el plan del Gobierno central para el aeropuerto es "insuficiente", pero, al mismo tiempo, consideró que la presidenta madrileña "está viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo". "La Comunidad está mostrando la incapacidad que tiene de vigilar a los que estamos en Madrid y se sigue negando a contratar rastreadores y personal en Atención Primaria", criticó, según informa Europa Press.
Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos, Jacinto Morano, señaló que teme que Ayuso no quiere asumir "su responsabilidad" porque el aeropuerto de Barajas está en la Comunidad y es ella quien debería "asumir sus responsabilidades". En el ámbito nacional, el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, acusó al PP de querer "convertir Barajas en el nuevo 8M", después de que la Justicia haya "tumbado su temita" de "criminalizar al feminismo" y culparle de la expansión del coronavirus.
Desde Vox, Rocío Monasterio, consideró que ha llegado el momento de que se deje de hablar de Sánchez y "empezar a gestionar".
Ciudadanos, de la mano del PP
En esta cuestión del aeropuerto de Barajas, PP y Cs han ido bastante de la mano. El vicepresidente, Ignacio Aguado, ha pedido que el Gobierno actúe "urgentemente" para aplicar controles efectivos en Barajas. Y, de cara al 1 de julio, cuando abren las fronteras extracomunitarias considera que deberían exigirse pruebas PCR en origen y prohibir los vuelos procedentes de países donde la pandemia no esté controlada.
Para la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Cs), las medidas que ha tomado hasta la fecha el Gobierno central el Barajas son "cosméticas".
Casado y los pactos
Mientras una parte del PP aprieta a Sánchez con las actuaciones en Barajas, el líder del PP, Pablo Casado, puso este martes el foco en su voluntad al pacto y al acuerdo con el Gobierno. La primera meta sería este jueves en el Congreso de los Diputados, cuando se debatirá el decreto sobre la nueva normalidad. El jefe de los conservadores avanzó que su formación está dispuesta a votar a favor si el Ejecutivo se sienta a hablar con el PP para introducir una serie de cambios que los conservadores creen necesarios. Casado ha encargado a Ana Pastor que se dirija al ministro de Sanidad para abordar estos asuntos. La idea del PP es que se incorporen al texto medidas de lo que han bautizado como Pacto Cajal, su propuesta de pacto de Estado por la Sanidad.
De forma paralela, el líder del principal partido de la oposición sigue reclamando al Gobierno que "reconozca de una vez la cifra real de fallecidos". "No es mucho pedir y es importante asistir al homenaje en memoria de las víctimas sabiendo cuantos españoles han perdido la vida", añadió. Esta exigencia llegó también al Congreso de los Diputados a través de una proposición no de ley –sin efecto vinculante–.