El derrumbe de un andamio en las obras del Ritz causa un trabajador fallecido y once heridos

Un trabajador ha fallecido y otras once personas han resultado heridas de diversas consideración, uno de ellos en estado crítico, tras desplomarse parte de un forjado de las obras del interior del hotel Ritz de la capital, han informado a Europa Press sendos portavoces de Emergencias Madrid y de Emergencias Comunidad de Madrid 112.

Por causas que ahora se investigan, minutos después de las 16:00 horas de este martes se ha precipitado parte del forjado desde la sexta planta a la primera, arrastrando el andamio en el que se encontraban los obreros.

Como ha explicado en el lugar del accidente el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias el Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, había doce personas dentro de la obra. De los once atendidos, cinco han recibido el alta en el lugar, cuatro de ellos menos graves y dos heridos graves.

Los graves han sido trasladados hasta el Hospital 12 de Octubre y al Gregorio Marañón, porque presentaban politraumatismos.

Asimismo, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han rescatado ya a dos obreros más que han quedado atrapados entre los hierros y cascotes en el interior del forjado. Además, estaban buscando a una persona más que estaba trabajando allí y que finalmente ha resultado fallecida, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

El propio Barbero ha dicho que estaban "muy preocupados" porque "la impresión que da es que pueden tener heridas incompatibles con la vida", ha declarado a los medios.

En obras desde marzo

El hotel Ritz cerró sus puertas el próximo 28 de febrero para acometer unas obras valoradas en 99 millones de euros para reformar el edificio por completo, con la previsión de que se alargaran hasta finales de 2019.

UGT denuncia que hay un 10% más de fallecidos en accidente laboral de los que se registran

Ver más

La extensa reforma del edificio, propiedad del grupo Mandarín Oriental, está dirigida por el arquitecto español Rafael de La-Hoz, que tenía la intención de mejorar las instalaciones y servicios del hotel, manteniendo su "carácter único" enmarcado en el estilo Belle Époque que lo caracteriza.

Además, paralelamente al trabajo exterior que lleva a cabo de La-Hoz, los diseñadores franceses Gilles y Boissier reforman las estancias y el interior del hotel, centrándose en crear "un diseño sofisticado para las nuevas habitaciones del hotel, que enmarque un estilo residencial clásico pero contemporáneo para las 106 habitaciones y 47 suites".