Crisis del coronavirus
Dime a quién votas y te diré qué opinas de la crisis del covid-19: el filtro ideológico se impone en la percepción de la pandemia
Mientras los partidos políticos buscan estos días cerrar acuerdos en el marco de la comisión para la reconstrucción económica y social constituida en el Congreso de los Diputados tras meses de confrontación entre el bloque de la derecha y la izquierda, sus votantes no siempre se han visto reflejados en las actuaciones o en los posicionamientos públicos de los partidos a los que dicen votar. Hay cuestiones en las que han aparcado la ideología y en las que puede decirse que hay una clara tendencia al consenso. En otras, no obstante, se percibe claramente cómo se imponen los argumentarios que las formaciones se arrojan en la refriega política a diario.
infoLibre indaga, con algunas de las encuestas publicadas desde el estallido de la crisis del covid-19 como base, si a la hora de aproximarse a la pandemia se ha impuesto el filtro partidista o si los ciudadanos han dejado como norma general a un lado sus preferencias políticas en un momento en el que desde amplios sectores se hacía una llamada al acuerdo.
Similitudes: donde reina la transversalidad
Desde el sondeo de abril, los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vienen preguntando a los encuestados si están "mucho, bastante, poco o nada" preocupados con la situación del covid-19. El grueso de quienes recuerdan haber votado a PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos o Cs en las elecciones generales de noviembre de 2019 se mueven entre el "mucho" o el "bastante preocupados". En la encuesta más reciente, la del barómetro correspondiente a junio, se declaraban muy preocupados el 51,4% de los votantes del PSOE, el 58,2% de los del PP, el 58,2% de los de Vox, el 44,1% de los de Unidas Podemos y el 55,1% de Ciudadanos. El reparto, por recuerdo de voto, de quienes se declararon "bastante preocupados" es el siguiente: 43,1% (PSOE), 38,8 (PP), 34,3 (Vox), 48,4 (UP) y 40,2 (Cs).
También hay sintonía a la hora de considerar si son "convenientes reformas en la sanidad española". Los más convencidos son quienes dicen haber votado al partido morado en noviembre de 2019. El 100% cree que son necesarias esas reformas, les siguen los votantes del PSOE (91,9), Cs (90,4), Vox (83) y PP (81,1). Esas medidas pasan, según se les cuestiona en esta encuesta, por dedicar más recursos económicos, incrementar las plantillas, mejorar la coordinación entre las comunidades autónomas y también aumentar las instalaciones y recursos dedicados a prevenir y abordar las pandemias.
Pese a ser porcentajes bastante altos los de quienes creen que hacen falta cambios en la sanidad española, las mayores resistencias se dan entre quienes votaron a Pablo Casado (15% no lo creen necesario) y a Santiago Abascal (14,3). El principal partido de la oposición no ha negado en ningún momento de esta crisis que sean necesarios cambios en el modelo sanitario. De hecho, una de sus principales apuestas para la reconstrucción es un pacto de Estado por la Sanidad, el bautizado como pacto Cajal. Pero no puede negarse que los conservadores hayan incurrido en contradicciones intentando desvincular las carencias del modelo sanitario de los recortes sociales de la etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno. O de las políticas privatizadoras de las comunidades autónomas en las que gobiernan, con Madrid como buque insignia.
El porcentaje baja al 9% en el caso de quienes se declaran votantes de Ciudadanos. Y la menor resistencia a las reformas sanitarias se da entre los fieles al partido morado: sólo el 2,4% de ellos no cree convenientes estas reformas en la sanidad española. En el caso del PSOE es del 5,5%.
El politólogo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón señala que cuando los ciudadanos se enfrentan a un shock de las características de la pandemia que estamos viviendo "lo normal es que la opinión pública cambie". "Por ejemplo, sabemos que cuando hay una crisis económica todos los votantes de todos los partidos incrementan su nivel de apoyo a que haya prestaciones sociales o ayudas o lucha contra el desempleo...", añade. Y resume: "Es algo que se transversaliza".
También en conversación con infoLibre, el sociólogo Jorge Galindo, preguntado sobre esta coincidencia en cuestiones sanitarias globales subraya que se observa que, año tras año, los españoles están bastante a favor en cuestiones relacionadas con el Estado del bienestar como son la Sanidad y la Educación con independencia del partido al que voten. "En España somos pro-estado de bienestar", dice. Y estas cuestiones, añade Galindo, son difíciles de meter en la "lógica partidista".
Para el resto de cuestiones que no tocan el "pilar central" del estado de bienestar, completa este sociólogo, sí son más fáciles de meter en la dinámica partidista.
La transversalidad de la que hablaba Simón está presente también cuando los ciudadanos son preguntados sobre si "el Gobierno debe decretar el estado de alarma en determinadas zonas si los rebrotes se descontrolan", pregunta que figura en el último sondeo del instituto Invymark para laSexta, realizado los días 24 y 25 del pasado junio. De forma clara, todos los encuestados, independientemente de su intención de voto, abogan por el 'sí'. No pasa inadvertido que el PP y Vox se han posicionado en contra de las prórrogas de esta herramienta excepcional en los últimos debates en el Congreso de los Diputados. Pero sus votantes, en un número bastante significativo, parecen no ver alternativa.
La media de los encuestados que consideran que debería decretarse el estado de alarma en los casos reseñados se ubica en el 77%. Por partidos, por encima de la media, se ubican los votantes de PSOE (84,9%) y Cs (82,1). Por debajo, los de Vox (59,4%), PP (62,9) y Unidas Podemos (76,3).
Diferencias: donde se impone la ideología
Simón destaca que si bien los españoles siempre prefieren más gasto público del que hay y más intervención pública de la que hay y en un contexto de pandemia como el actual tiene sentido que estas percepciones crezcan y lo hagan de forma transversal, también ocurre que "la gente va a evaluar la gestión de la pandemia en función de a quién votaba antes". Algo que todavía se nota más, apunta, en un contexto de polarización. Es decir, en el bloque opuesto al Gobierno se coloca una "hipérbole mayor a quien ha gestionado la pandemia" y "en el otro sentido, el blindaje partidista también opera".
La brecha entre ideologías se agranda a medida que se avanza en el sondeo del CIS hacia el análisis de los efectos económicos de la crisis en términos personales y familiares. "En estos momentos, ¿qué le preocupa a usted más, los efectos de esta crisis sobre la salud, o los efectos de la crisis sobre la economía y el empleo?", puede leerse en la pregunta número 8 del último de los sondeos.
En la respuesta a esta cuestión se ve de forma clara cómo el bloque de la izquierda se declara más preocupado, en primer lugar, "por los efectos sobre la salud" y el de la derecha señala a los efectos "sobre la economía y el empleo" como primera preocupación.
Vayamos al detalle. Más del 50% de los encuestados que recuerdan haber votado a Unidas Podemos en noviembre de 2019, en concreto el 53,7%, se declaran más preocupados por los efectos sobre la salud. El porcentaje baja al 28,4% en el caso de quienes señalan como primera preocupación los efectos económicos.
Mientras, el 47% de los votantes del PSOE se declara preocupado por los efectos sobre la salud frente al 30,2 que se decanta por las cuestiones económicas.
En el caso de PP, Cs y Vox, este esquema se invierte. Y se ubican por debajo de la media a la hora de definir su postura respecto a si les preocupa más los efectos de la crisis sobre la salud (40,8% es la media) o los efectos sobre la economía y el empleo (34%).
Los votantes de la extrema derecha son los que mayor porcentaje de preocupación exhiben por los efectos sobre la economía y el empleo, el 46,1%. El porcentaje baja al 30,4 cuando se trata de los "efectos sobre la salud".
En el caso del PP, la proporción es 44% (economía y empleo) frente a 28,2 (salud). Y en el del partido naranja, ambos porcentajes se acercan bastante entre ellos, pero se impone el de quienes se dicen más preocupados por los efectos sobre la economía y el empleo: 39,6% frente al 35,1.
Dando el salto de la esfera personal a la estatal, es decir, cuando se trata de que los encuestados respondan sobre cuál es a su juicio el "principal problema que existe actualmente en España", los votantes del PSOE se decantan en mayor grado por "los/as políticos/as en general, los partidos y la política". El 19,9% de los encuestados apuestan por esta opción, seguida del paro (15,2%). Lo mismo ocurre entre los votantes de Ciudadanos (15,1%), opción seguida muy de cerca por el 14,5% a quienes consideran que el principal problema en España es a día de hoy es el paro.
En el caso de los votantes de Podemos, el 12,7% asegura que el principal problema es el desempleo, muy de cerca al 12,3% de quienes reseñan que el principal problema de España es la crisis económica.
En cambio, para los votantes de Vox y del PP, el principal problema, bastante distanciado de los demás es "el Gobierno, la gestión del covid-19". Así lo creen el 29,7% y el 27,5%, respectivamente.
"Lo que vemos es que el sesgo partidista aplica muy fuerte a la evaluación de las políticas porque la gente, a la hora de analizar si una política se ha hecho bien o mal, de lo que tira es de cuál es la posición del partido o del partido con el que más simpatiza", analiza Simón.
Esta última afirmación de Pablo Simón encaja a la perfección en las respuestas que arroja el sondeo de Invymark para laSexta en dos cuestiones que han dominado el debate político en las últimas semanas: la del cómputo de las cifras de muertos y la del drama de las residencias.
Mientras quienes tendrían la intención de votar al PSOE o a Unidas Podemos tienen muy claro que las responsables de dar "correctamente la cifra de muertos" son las comunidades autónomas (73% y 77,2, respectivamente), en el caso de PP y Vox la percepción se invierte y se considera responsable al Gobierno central (87,1% y 88,5, respectivamente). En el caso de Cs, los votantes del partido naranja también consideran que el Ejecutivo central es el responsable. Pero el porcentaje baja al 79,5% frente al 20,5% que apunta a las comunidades autónomas.
Más allá de los argumentarios de los partidos políticos, el Ministerio de Sanidad ha ido facilitando en estos meses los datos que previamente le hacían llegar las comunidades autónomas, instituciones que tienen transferidas las competencias en esta materia.
En el drama de las residencias también se ve de forma clara cómo han calado en los electores los mensajes de los partidos con los que se identifican. "Muchos mayores han muerto en las residencias por el Coronavirus ¿Sabe usted de quién depende la gestión de las residencias: del Gobierno o de las comunidades autónomas?".
El 74,2% de quienes aseguran que votarían al PP creen que es cuestión del Gobierno central. Casado y el grueso de los dirigentes conservadores llevan meses culpando al vicepresidente Pablo Iglesias de la gestión de las residencias. En el caso de Vox, el porcentaje que opina que la responsabilidad de los centros de mayores recae sobre el Gobierno es del 86,5%. Y en el de quienes votarían a Cs, el porcentaje baja hasta el 64,1%.
Los votantes de Unidas Podemos tienen muy claro que la responsabilidad es de los gobiernos autonómicos: el 93,9%. En el caso de los votantes del PSOE, así lo creen el 90,1%.
Al respecto, Lluis Orriols, doctor por la Universidad de Oxford y profesor y vicedecano de estudios de Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid, mantiene que, como norma general, en la atribución de responsabilidades, los ciudadanos tienden a cargar el nivel de responsabilidad a la administración en la que gobierna el partido de signo diferente a aquel al que ha votado o con el que se siente identificado.
"Blindaje partidista total"
Simón habla de un "blindaje partidista total" en toda la pandemia, algo que ha provocado que, en lo que tiene que ver con el contexto global, con el reparto de voto por bloques, las encuestas no se hayan movido. "Vemos estabilidad porque la gente lo que está haciendo es tirar del atajo y el atajo es tirar de ideología", resume.
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Para este sociólogo, el epidemiólogo y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, es el "epítome simbólico del blindaje partidista en términos de gestión". Más allá del contenido de las declaraciones que ha venido realizando prácticamente a diario, los ciudadanos han polarizado sus posiciones respecto a este doctor. Una parte de la izquierda, dice Pablo Simón, lo ha convertido en una especie de icono. Y para la derecha es todo lo contrario, una persona a la que arrojar las trágicas cifras de fallecidos.
En el sondeo de Invymark, los simpatizantes de PP y Vox suspenden claramente su gestión. Le ponen un 3,29 y 1,77, respectivamente, sobre 10. Los votantes de Cs le dan un aprobado raspado: 5,05. Y para los de PSOE y Unidas Podemos aprueba con nota: 7,53 y 7,29, respectivamente.
"Hay una tendencia general a que los ciudadanos opinen desde una perspectiva sesgada. Y eso se muestra en la percepción de la gestión", resume Orriols. Este profesor recuerda cómo con Barack Obama todavía en la Casa Blanca, en septiembre-octubre de 2016, la mayor parte de los republicanos percibían el sistema económico como malo. Tras la victoria de Donald Trump, una semana más tarde, se hizo la misma pregunta y esos republicanos consideraban que la situación económica iba bien.