Partidos políticos
Podemos se enfrenta a problemas internos en cinco comunidades
Podemos camina hacia la resolución de las crisis internas que tiene abiertas en cinco comunidades autónomas: Galicia, País Vasco, Cataluña, La Rioja y Cantabria. Las secciones autonómicas del partido en esos territorios están controladas por gestoras tras la dimisión de sus órganos, y mientras en algunas ya se han convocado procesos para sustituirlas, otras se encuentran aún a la espera de tener nuevas direcciones.
Tal y como anunció hace unas semanas el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, Podemos está celebrando procesos de elección interna de sus órganos autonómicos en Euskadi y La Rioja desde el pasado 13 de febrero, y será el 8 de marzo cuando la militancia de ambas comunidades conozca quién ocupará tanto la Secretaría General como el Consejo Ciudadano –el máximo órgano entre congresos– a nivel territorial. Las dos autonomías son, junto a Cataluña, las que más tiempo llevan sin una dirección electa.
Precisamente en Cataluña, la gestora se mantendrá aún durante unos meses para "madurar" las diferentes posiciones que existen de cara al proyecto de partido unitario cuya construcción está liderando la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En Cantabria y Galicia, por su parte, Pascual no ofreció detalles sobre el calendario a seguir, pero idea es convocar los procesos "lo antes posible". Pero las situaciones son diferentes en unos territorios y otros, aunque en todos ellos existen corrientes opuestas.
PAÍS VASCO
En Euskadi, la dirección autonómica dimitió el pasado mes de noviembre entre críticas a la cúpula estatal por sus diferencias a la hora de escoger candidatos para las elecciones generales. Tras seis meses con una gestora, el próximo mes de marzo quedarán escogidos los nuevos integrantes del Consejo Ciudadano autonómico y también el secretario general, ya que el anterior, Roberto Uriarte, cesó junto al resto de sus compañeros. Las quejas de la anterior cúpula eran claras: a su juicio, los dirigentes estatales tenían demasiado peso en la toma de decisiones de sus compañeros de Euskadi.
En este sentido, que la dirección comandada por Pablo Iglesias impusiese a Nagua Alba y Eduardo Maura –dos dirigentes cercanos al secretario general– en los primeros puestos de las listas de Gipuzkoa y Bizkaia para las generales fue sólo el último desencuentro entre las cúpulas autonómica y estatal. Pese a que Uriarte fue elegido secretario general con el apoyo de Iglesias, ambas direcciones tuvieron diferencias desde las elecciones forales en Euskadi, ya que Madrid no quería que Podemos concurriese a las mismas mientras la cúpula vasca –cuya postura, finalmente, se impuso– apostaba por hacerlo.
Así las cosas, uno de los grandes ejes en torno a los que girará la elección de los nuevos órganos internos de Podemos en Euskadi será precisamente el poder de decisión del aparato estatal en las decisiones autonómicas. Son cinco las candidaturas que se presentan a este proceso, aunque tres de ellas se perfilan como las grandes favoritas: Aurrera Begira –la oficialista, cuya candidata a la Secretaría General es la diputada nacional Nagua Alba, cercana a Iglesias–, Kaliangora –la más cercana al ex secretario general Uriarte, que lidera Pilar Garrido, exdirectora de Vivienda del Gobierno vasco entre 2007 y 2009– y Zurekin –comandada por la juntera provincial Neskutz Rodríguez y próxima a la corriente Anticapitalistas–.
Nagua Alba contará en su candidatura con otros cargos de la formación en Euskadi: es el caso de Eduardo Maura –también diputado en el Congreso–, que sería su secretario de Política y número dos en la dirección vasca, o Lander Martínez –secretario general de Podemos Bilbao–, que se convertiría en responsable de Organización. Además, Guillermo Errejón, hermano del número dos de Podemos a nivel estatal, también concurre en la candidatura oficialista.
Las diferencias entre las dos primeras listas giran fundamentalmente en torno a la autonomía de la dirección vasca con respecto a la estatal. Y es que la antigua cúpula autonómica tuvo diferencias con Madrid, por ejemplo, cuando planteó el polémico sistema para elegir las listas para las generales, así como en su relación con EH Bildu. Según explica una fuente conocedora de la campaña, el sector más cercano a Iglesias y el de Anticapitalistas coinciden –pese a sus diferencias en otros temas– en su estrategia de no confrontar en exceso con la formación nacionalista, a diferencia de Kaliangora.
Existe un cuarto equipo que se ha postulado para aspirar a los órganos de dirección: Sí Se Puede Euskadi Baita Ere, que tiene a Amaia Arkotxa como candidata a la Secretaría General. La entonces candidata de esta corriente, Iratxe Osinaga, quedó en segunda posición en las elecciones internas que tuvieron lugar en 2015, si bien posteriormente dimitió de su cargo en el Consejo Ciudadano autonómico. La candidatura, no obstante, no cuenta con apoyos insitucionales, si bien el propio equipo asegura que "estará secundada por ex integrantes del Consejo Ciudadano autonómico anterior que no dimitieron".
LA RIOJA
En las mismas fechas en las que tendrán lugar las elecciones internas en Euskadi también se celebrará el proceso para renovar los órganos en La Rioja. En esa comunidad, Podemos lleva desde abril de 2015 con una dirección provisional tras la suspensión del exsecretario general, Raúl Ausejo, y 14 miembros de su equipo por fraude en las elecciones que configuraron la primera dirección autonómica del partido en La Rioja.
En este sentido, el pasado sábado se celebró una asamblea de recogida de avales para determinar las candidaturas que se presentarán a los comicios. Hoy por hoy, y sin que se hayan cerrado todavía los plazos, son dos las listas que se sitúan como claras favoritas: la encabezada por Francisco Javier Garrido, que actualmente es responsable de Medio Ambiente y Medio Rural y fue número 2 en la lista de Podemos al Congreso, y la que liderará Luis Illoro, coordinador de la gestora, en la que también se incluirá la diputada nacional Sara Carreño.
Aún no se han planteado muchas de las cuestiones que los candidatos expondrán en el proceso, pero las diferencias entre ambos radican, básicamente, en cuestiones organizativas. La lista de Garrido aboga por aumentar el poder de los círculos y también por prohibir que los cargos electos –tanto diputados o senadores nacionales como parlamentarios autonómicos o incluso ediles locales- puedan desempeñar labores en el partido, mientras que Illoro no ve inconveniente en esta compatibilidad: de hecho, Carreño irá en su lista y optará a un cargo en el Consejo Ciudadano autonómico.
CATALUÑA
Sergio Pascual explicó en su comparecencia de hace unas semanas que en Cataluña no se pondrá en marcha el proceso de elección de órganos internos hasta que esté maduro el debate sobre la forma que debe tener el proyecto político unitario que prepara la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con la idea de unir bajo unas mismas siglas a toda la izquierda a la izquierda del PSC. Y es que ese es precisamente uno de los debates fundamentales entre las diferentes corrientes de Podemos en Cataluña: hasta qué punto involucrarse en la creación de este nuevo sujeto político y qué estructuras de partido mantener.
Cataluña lleva con una Secretaría General en funciones desde el pasado mes de octubre, cuando Gemma Ubasart –que había sido elegida con el apoyo de Iglesias- dimitió de su cargo por diferencias con cómo la dirección estatal planteó la campaña electoral de Catalunya Sí que es Pot, que se saldó con un sonoro fracaso de la coalición. A Ubasart la acompañaron en su renuncia otros 11 compañeros, pero no obstante, no se ha impuesto una gestora desde Madrid, ya que más de la mitad del Consejo Ciudadano elegido en enero de 2015 sigue en activo.
Pese a que no hay fecha oficial para renovar los órganos, fuentes de Podemos Cataluña afirman que lo más probable es que el proceso de elección tenga lugar a finales de mayo o principios de junio. En este sentido, estas fuentes apuntan que existen, fundamentalmente, dos corrientes dentro del partido, que se corresponden con las presentes a nivel estatal. En Cataluña, la rama oficialista está liderada por dirigentes como Raimundo Viejo, diputado en el Congreso por En Comú Podem; Jéssica Albiach, parlamentaria autonómica; o Marc Bertomeu, secretario general de Podemos en la ciudad de Barcelona. Los críticos, cercanos a la corriente Anticapitalistas –que en Cataluña se denomina Revolta Global–, tienen como referente a Albano Dante, diputado en el Parlament.
Dante es el único dirigente que ha anunciado que quiere dirigir el partido a nivel autonómico, ya que la corriente cercana a la dirección estatal aún no ha dado a conocer quién será su candidato. Los partidarios de Dante, descontentos con la decisión de posponer el proceso de elección interno, han iniciado un proceso de recogida de firmas para tratar de presionar a la dirección comandada por Pablo Iglesias para que lo adelante, según informa La Vanguardia. Para forzar la convocatoria de una Asamblea Ciudadana –la reunión de toda la militancia–, los promotores necesitan las firmas del 35% de los afiliados o de los círculos de Cataluña, según indican los estatutos.
La diferencia fundamental entre los oficialistas y los críticos en Cataluña estriba en torno a la inmersión de Podemos dentro de la organización conjunta que se encuentra diseñando Ada Colau y que debería estar lista para finales de este año. Tal y como están debatiendo también ICV, EUiA y la propia Barcelona en Comú, las posibilidades son tres: crear un partido que aglutine a las cuatro organizaciones y disuelva sus estructuras; establecer una federación en la que los partidos mantengan su identidad pero estén coaligados de forma permanente; o, por último, crear una suerte de movimiento político y social.
Según las fuentes consultadas, los críticos son más partidarios de difuminar las estructuras de Podemos dentro de una organización con lazos más estrechos con los otros tres partidos. Por el contrario, la corriente oficialista –que también es partidaria de caminar hacia una integración permanente con ICV, EUiA y Barcelona en Comú– apuesta por que Podemos mantenga también sus propias estructuras independientes para, además, tener una organización como referente a nivel estatal. En cualquier caso, el debate aún se encuentra en sus primeras fases, y no se negociarán aspectos más concretos hasta que el partido morado haya elegido su nueva dirección.
Galicia
La crisis en la dirección de Podemos en Galicia estalló el pasado mes de enero. Su detonante fueron unas declaraciones del secretario general autonómico, Breogán Riobóo, en las que planteó que Podemos podría presentarse en solitario a las elecciones autonómicas que se celebrarán en 2016 y criticó que hubiera habido, a su juicio, "sobrerrepresentación" en la campaña electoral de las generales de algunos de los partidos que concurrieron en la coalición En Marea –además del propio Podemos, Anova e IU–.
Riobóo aseguró en el informe que leyó entonces ante el Consejo Ciudadano autonómico que En Marea había buscado "el voto explícitamente nacionalista" y se quejó de que, a su juicio, el mensaje de la campaña "no fue el mejor, ni ésta la más aglutinadora". Su intención, según explica a infoLibre, es que sean las bases quienes decidan en una votación el modelo con el que se quieren presentar a las elecciones autonómicas, si bien Pablo Iglesias atajó cualquier atisbo de duda el pasado enero y se mostró convencido de que la alianza con IU y Anova se reeditará.
En cualquier caso, las declaraciones de Riobóo desencadenaron una cascada de cambios internos en Podemos Galicia. En mitad de la pugna interna, el secretario general destituyó a varios miembros de su ejecutiva, entre ellos a Borja San Román –ex número dos del partido a nivel autonómico– y a Antón Gómez-Reino y Ángela Rodríguez, los dos diputados gallegos de Podemos en el Congreso, que posteriormente dimitieron junto a varios compañeros más de sus puestos en el Consejo Ciudadano. En estos últimos dos casos, Riobóo alegó que su cese se producía para evitar la acumulación de cargos, y desliza que las dimisiones pudieron ser orquestadas desde Madrid para forzar la disolución del Consejo Ciudadano –que queda invalidado cuando pierde la mitad más uno de sus miembros–.
Pero lo cierto es que las diferencias son claras, y eso llevó a que la dirección estatal nombrara hace unas semanas una gestora en Galicia, que se ocupará de gestionar el Consejo Ciudadano y la Comisión de Garantías hasta que se elija la nueva cúpula, un proceso para el que todavía no hay fecha. El conflicto, no obstante, se ha enquistado, porque Riobóo –que el año pasado fue elegido con el apoyo de Pablo Iglesias– se niega a abandonar su cargo de secretario general ya que entiende que, estatutariamente, no tiene por qué hacerlo, ya que la gestora afecta a la dirección autonómica pero no a su líder.
"Se ha nombrado un equipo técnico para renovar los cargos del Consejo Ciudadano y la Comisión de Garantías, pero en ningún caso se habla de la Secretaría General", sostiene Riobóo, que asegura que algunas de las funciones del líder son "intransferibles", entre ellas la de convocar un proceso de renovación interna de los órganos. "Yo entiendo que, en base a los documentos, no se puede convocar el proceso", asegura el secretario general, que se queja de que la dirección estatal ha hecho, según él, caso omiso a sus peticiones de organizar procesos de elección para cubrir vacantes a nivel municipal pero, en cambio, ha montado una gestora para hacer la renovación a nivel autonómico.
En cualquier caso, y pese a que aún no se sabe cuándo tendrá lugar el proceso de elección, ya son varios los nombres que se han postulado para dar el paso y optar a la Secretaría General. El diputado Gómez-Reino –cercano a la dirección estatal– ha afirmado públicamente que está "dispuesto" a "valorar" su candidatura, y también suena el nombre de la ex consejera ciudadana Carmen Santos, que dimitió de sus funciones el pasado julio y ahora se reivindica como la "tercera vía" para Podemos en Galicia. El propio Riobóo, aunque no lo ha anunciado expresamente, también se ha postulado.
En conversación con infoLibre, Gómez-Reino explica que dimitió de su cargo en el Consejo Ciudadano autonómico tras ser destituido de la ejecutiva por las grandes diferencias que le separan de Riobóo, si bien sí que admite que la renuncia masiva de varios miembros de la dirección se produjo en "sintonía" con la cúpula estatal para forzar la disolución del órgano. El diputado, en este sentido, también reconoce que el secretario general no tiene "estatutariamente" por qué dejar su puesto, pero asegura que ahora mismo carece de "atribuciones" porque "toda la legitimidad la tiene" la gestora.
"Las legitimidades no son procedimentales, sino políticas en un sentido amplio", abunda a este respecto Gómez-Reino, que señala que "no hay mayor legitimidad que preguntarle a los inscritos" en Podemos quién quiere que dirija la organización. "Entramparse en cuestiones procedimentales sobre quién debe convocar [el proceso interno] no vale de nada", sostiene el diputado, que no obstante niega que la situación del partido pueda afectar a los resultados de una eventual coalición en las elecciones autonómicas que se celebrarán este año.
CANTABRIA
La situación es diferente en Cantabria, donde a pesar de que se va a celebrar un proceso de elecciones para cargos internos no se va a montar una gestora, sino que será la dirección actual la que conduzca el proceso hasta su conclusión. Y es que la renovación del Consejo Ciudadano y la Secretaría General no es producto de una dimisión en bloque de los dirigentes del partido como sí ocurre en Euskadi o Galicia, sino que ha sido el propio líder autonómico, José Ramón Blanco, el que ha pedido a la cúpula estatal la renovación de los cargos por la crisis interna abierta en el partido.
Los problemas internos en el partido se iniciaron el pasado mes de septiembre, cuando estallaron las diferencias en el seno del Consejo Ciudadano autonómico a tenor de la contratación de los asesores de los diputados presentes en el Parlamento regional. Blanco no se mostró conforme con la exclusión de algunas de sus personas de confianza de este grupo de asesores, mientras que el sector crítico de la dirección denuncia que el secretario general "no ha logrado explicar" las razones de su disconformidad.
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Las relaciones se enquistaron desde entonces y la tensión en el seno de la dirección cántabra de Podemos se vio reflejada en la destitución de Blanco como portavoz del grupo parlamentario del partido el pasado mes de enero. Una reunión del Consejo Ciudadano autonómico a la que no asistió el secretario general decidió aprobar un documento en el que 18 de los 30 miembros del mismo, junto al 77% de los líderes municipales de la comunidad, retiraban la confianza a Blanco y le exigieron que abandonaron la portavocía del grupo parlamentario, acusándolo incluso de "nepotismo".
Lo irreconducible de la situación, con un grupo parlamentario en el que Blanco está enfrentado con los otros dos diputados, Alberto Bolado y Verónica Ordóñez, y no tiene la mayoría en los órganos de dirección, llevó al secretario general a pedir una gestora a Madrid. Pero días después de convocarse la renovación de las estructuras autonómicas, la cúpula estatal decidió que fuera el Consejo Ciudadano autonómico el que condujese el proceso de elección, ya que los órganos "no están disueltos" porque ni ha terminado su mandato, ni ha dimitido o se ha revocado a la mitad más uno de sus miembros.
Así las cosas, la dirección estatal anunció hace unos días que el proceso de elección –que aún no tiene fecha fija– tendrá que celebrarse como tarde "la primera quincena de mayo", debido "al actual calendario político del país", que podría enfrentarse a la repetición de las elecciones generales el 26 de junio. Blanco ya ha anunciado que tiene previsto presentarse a la reelección, y le apoyan cargos como Rosana Alonso, diputada en el Congreso; Kevin Botejara, que fue candidato al Senado; o Marcos Martínez, miembro de la dirección estatal.