¿Varían los planes del presidente de la Generalitat de celebrar elecciones autonómicas el 27 de septiembre el calendario electoral de Mariano Rajoy? Las fuentes del partido y del Gobierno consultadas por infoLibre sostienen que pese a que un año en política es "una eternidad" y los escenarios pueden variar, lo más "sensato" es que los planes originales no sufran variaciones. Esos planes, trazados por el propio Rajoy el pasado diciembre, tanto en conversación informal con los periodistas en la copa de Navidad de la Moncloa como en la última rueda de prensa del año ,apuntan a que se agotará la legislatura. Esto es, no habrá adelanto ni se hará coincidir con las catalanas. "No tendría sentido. No pasa por alto que lo lógico sería no dejar la aprobación de los Presupuestos para la siguiente legislatura. Y estos empiezan a negociarse en septiembre", señala un dirigente conservador.
Esto implica, como ya informó este diario, que salvo cambio de la ley o salvo una interpretación distinta a la que se ha hecho hasta ahora y la que sostienen las propias Cortes Generales el presidente tendría como tope el 20 de diciembre de 2015 para celebrar las legislativas. De hecho, los presupuestos de Congreso y Senado están elaborados en un contexto de disolución de las cámaras en 2015.
Las fuentes consultadas mantienen que estratégicamente no viene nada bien que el año en el que el PP PPy el Gobierno van a hacer de los discursos de la estabilidad y recuperación sus ejes de campaña, se sume la cuestión catalana como "factor de desestabilización". "Contamos con que desde la Generalitat se sigua apelando al victimismo para tensar la cuerda. A nosotros nos tocará insistir en todo lo que ha hecho el Gobierno central por Cataluña estos años mientras Mas estaba ocupado en su batalla independentista", mantiene un parlamentario.
No obstante, aseguran que había un escenario mucho peor: que Artur Mas hubiese convocado elecciones en marzo. Es evidente que, pese a que el debate sobre el futuro de Cataluña va a impregnar la precampaña de las generales, el PP y el Gobierno tienen más tiempo de reaccionar ahora que si las catalanas fuesen en primavera. De todos modos, insisten en que "a diferencia de otros partidos", la defensa de la unidad de España va en el "ADN" de la formación y ese mensaje ya ha calado en los ciudadanos. "Sólo resta reforzarlo", señala un cargo regional.
El reto del PP para este año electoral es conquistar a quienes sí les votaron en 2011 pero ahora están en la abstención. Los cálculos del partido estiman que se trata de 2,8 millones de electores. El tema de Cataluña no es, apriori, un factor movilizador para los que piensan depositar en la urna un sobre vacío. Pero sí lo es para el votante tradicional del PP.
Reacción al anuncio de Mas
La última fecha en la que Rajoy puede celebrar las generales es el 20 de diciembre
El Gobierno reaccionó al anuncio del president de la Generalitat asegurando que demuestra que "no tiene ningún interés ni capacidad para resolver los problemas de los catalanes".
Según comentó el miércoles a Europa Press el secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el que Artur Mas anuncie la convocatoria de elecciones anticipadas con más de ocho meses de antelación es la "prueba clara" de la incapacidad del president de la Generalitat. "Hace tiempo que Artur Mas no gobierna para los catalanes", señaló.
Horas antes, desde Atenas, Rajoy había asegurado que no era "positivo" que se convocasen elecciones. Horas después, fueron convocadas.
¿Varían los planes del presidente de la Generalitat de celebrar elecciones autonómicas el 27 de septiembre el calendario electoral de Mariano Rajoy? Las fuentes del partido y del Gobierno consultadas por infoLibre sostienen que pese a que un año en política es "una eternidad" y los escenarios pueden variar, lo más "sensato" es que los planes originales no sufran variaciones. Esos planes, trazados por el propio Rajoy el pasado diciembre, tanto en conversación informal con los periodistas en la copa de Navidad de la Moncloa como en la última rueda de prensa del año ,apuntan a que se agotará la legislatura. Esto es, no habrá adelanto ni se hará coincidir con las catalanas. "No tendría sentido. No pasa por alto que lo lógico sería no dejar la aprobación de los Presupuestos para la siguiente legislatura. Y estos empiezan a negociarse en septiembre", señala un dirigente conservador.