Cargas e insultos con el rosario de fondo: el precio que pagan los reporteros gráficos en las protestas ultras
Hace casi dos semanas, el pasado 3 de noviembre, comenzaban las protestas ante las sedes del Partido Socialista, con epicentro en la madrileña calle Ferraz. Lo que era calificado inicialmente de "manifestaciones espontáneas de la ciudadanía" derivó con el paso de los días en una ceremonia que acababa cada noche con escenas de violencia y cargas policiales. Y hasta con el rezo del rosario por parte de grupos católicos integristas o exhibición de muñecas hinchables para insultar a las ministras. Grupos radicalizados de extrema derecha se enfrentan cada noche a los antidisturbios, y a la prensa, al grito de "manipuladores". Ataviados con casco, máscaras de gas y chalecos, fotoperiodistas y cámaras de televisión acuden a informar e inmortalizar cada noche de protesta convirtiéndose en la diana de las piedras y bengalas que arrojan los manifestantes. ¿Cuál es el precio de contar lo que ocurre en Ferraz? Cada foto publicada se está pagando a 60 euros, aunque puede llegar a los 150 si bien la situación de los freelance dista mucho de los fotoperiodistas en nómina de cada medio.
Rodrigo Mínguez, fotoperiodista del digital El Español, explica en conversación con infoLibre que trabajar en este tipo de concentraciones con una cámara obliga a acercarte bastante a los protagonistas y, claro, no se puede pasar desapercibido. "Prefiero estar entre los manifestantes porque se obtienen imágenes de mucho mayor impacto gráfico", indica. Aunque, subraya, "en este caso, no queda otra". Hace una semana acudió a la sede del PSOE en Madrid y los manifestantes llegaron a cogerle del cuello y zarandearle, al mismo tiempo que acorralaron a otros tres redactores gráficos. Según apunta, los días más violentos se produjeron cuando la gente que acudió era más joven y "con pinta más ultra". También pone en duda que el motivo de acudir a esta protesta en esas personas no era la amnistía, sino que "se veía desde un primer momento" que iban provocar incidentes. "Tanto el lunes como el miércoles fueron mucho más calmados", afirma.
Ángel Pérez Meca trabaja como freelance para la agencia de noticias Europa Press y explica que estos días busca siempre a algún compañero para evitar ir solo porque "cuatro ojos ven más que dos". Gracias a la colaboración entre ellos evitaron que les cayera encima en una lluvia de piedras en la calle Pintor Rosales. Aún así, un huevo impactó contra él llegando a salpicar a la cámara. Los medios técnicos que llevan los periodistas son motivo de blanco fácil de los manifestantes. "Es a toda la prensa. El martes llevaba un abrigo amarillo bastante localizable y ese fue el motivo del huevazo y el bengalazo".
La Unidad de Prevención de la Policía suele indicar a la prensa dónde situarse, aunque Mínguez explica que los agentes desplazados a Ferraz y sus inmediaciones comparten con ellos la incomodidad de estar allí. "No hacen distinción con la prensa", indica Pérez Meca. Eduardo Nividhia, también fotoperiodista de Europa Press, apunta que la relación con los agentes es "normal", aunque indica que es lo "mínimo". "Es como darle las gracias a los taxistas por no atropellarnos", señala. Los agentes están tanto en frente de la manifestación como infiltrados de paisano. "Salieron tres policías infiltrados y sacaron porras extensibles. En el momento en que hice la foto me sacaron a rastras", denuncia Rodrigo Mínguez.
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Olmo Calvo, fotoperiodista en elDiario.es , señala que si bien el día de mayor violencia fue el martes de la semana pasado, para la prensa el peor día de todos fue el sábado. "Nos lanzaban botellas de cerveza, piedras y pirotécnica" y coincide que se enfrentaban "a todos los medios", especialmente los grupos que se veía que estaban organizados. "En primera línea estaban grupos de España 2000 y Falange Isabel", explica Ángel Pérez.
"Para los freelance no está pagado", sentencia Nividhia, aunque muchos acuden, según indica, sin ser convocados por ningún medio sino para ampliar su porfolio en un "momento histórico". Los fotoperiodistas en nómina, mientras, están cobrado lo mismo que cualquier cobertura que hacen en otras ocasiones. "Lo mismo da ir a Ferraz que a una rueda de prensa en Génova. Se paga por horas", aclara. El precio de una galería fotográfica puede llegar a los 250 euros expone Rodrigo Mínguez, aunque es difícil concretar un precio estándar ya que cada medio o contrata sus propios fotoperiodistas por horas o pone precio a las fotos.
Acoso
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España se ha sumado a la denuncia promovida por la Asociación de la Prensa de Madrid a raíz del "acoso físico" que están sufriendo los profesionales que dar cobertura informativa a las protestas. En un comunicado, la APM recuerda que "las posibles discrepancias con esos medios no dan derecho a nadie a obstaculizar la labor de los informadores y, mucho menos, a insultarlos o poner en riesgo su integridad física". El sindicato también ha instado a los responsables de los partidos políticos no alentar al señalamiento a los periodistas y promover el respeto a la libertad de información.