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IU no logra atraerse a una plataforma de movimientos sociales a las europeas

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Izquierda Unida había diseñado su candidatura para las elecciones europeas del 25 de mayo como la adición de tres componentes: uno, los miembros de la propia IU; dos, los nombrados por las fuerzas políticas socias (Iniciativa per Catalunya Verds, Anova, Batzarre, Chunta...), y tres, los elegidos por los colectivos sociales representados en un espacio común, llamado Suma, la gente primero. Ese plan inicial se desmorona. La tercera pata, la de la participación de Suma, ha entrado en vía muerta, por lo que ahora la federación se plantea cómo incorporar a su lista a los movimientos sociales. Porque a lo que no piensa renunciar es a visualizar en su oferta para los comicios a la Eurocámara un frente político y social amplio. 

La dirección de Cayo Lara ha intentado mimar su proceso de construcción de la candidatura a las europeas. Es consciente de que es la primera convocatoria de carácter estatal en el que está obligada a demostrar que aquello que dicen las encuestas, la fuerte tendencia al alza, no es un espejismo, sino una realidad. Y no oculta que su objetivo es superar incluso al PSOE, competir al menos por la segunda plaza, dar vida a la Syriza española. Pero no se basta sola. Necesita de aliados, en el campo político y en el social. Por ello no ha cesado de pedir "unidad" para hacer frente a la troika, de implorar que se aparquen "recelos, desconfianzas o intereses particulares" porque lo prioritario es combatir la "locura del capitalismo salvaje" que pone en riesgo la propia democracia. Pero las cosas se están complicando. 

En los últimos meses de 2013 IU impulsó la creación de un lugar de trabajo con los movimientos sociales. Así nació Convocatoria, con la participación de 30 pequeños colectivos –varias asambleas del 15-M, Construyendo La Izquierda-Alternativa Socialista (CLI-AS), Confederación de Los Verdes, Convocatoria por Tenerife, Frente Amplio de Canarias, Confluencia o la Coordinadora de Plataformas en Defensa de las Personas Desempleadas (PDPD)-Adesorg–. En noviembre, tras un proceso de consulta a la ciudadanía, Convocatoria pasó a llamarse Suma, la gente primero

"No estamos por la labor de generar disensos"

IU siempre tuvo en mente que la candidatura de las europeas debía construirse encajando las tres patas. IU designaría a sus candidatos en sus órganos. El resto de partidos aliados los nombraría según los procedimientos que ellos estimasen y luego se insertarían en la lista. Y estaba de acuerdo en promover unas primarias ciudadanas para elegir a los miembros de los colectivos sociales presentes en Suma. Pero entonces una parte de los integrantes de Suma –algunos participantes del 15-M o Frente Amplio de Canarias– pusieron como condición que toda la lista, de principio a fin, se designase por primarias abiertas a toda la ciudadanía. IU, como indicaba ayer Enrique Santiago, secretario de Convergencia Político-Social, entendía que podía tenderse a "procesos homogéneos" de nombramiento de candidatos, pero no cambiarlos de la noche a la mañana. Y oponía, además, que con unas primarias puras podrían no salir representados dirigentes de las fuerzas nacionalistas de izquierdas con las que pretende concurrir, dado que estas tienen implantación en sus respectivos territorios. Por añadidura, como completan desde el entorno de Santiago, formaciones como CHA o Anova "no iban a pasar por el aro" de unas elecciones abiertas puras con todos los demas aspirantes.

Desde diciembre, cuando se plantearon a las claras las discrepancias en el seno de Suma, el proceso ha permanecido enquistado. Y ahora la opción de incorporar a los movimientos sociales a través de Suma "se ha descartado", apunta Santiago. "No estamos por la labor de forzar el debate para generar disensos. Así que Suma como tal no va a concurrir a elecciones para evitar tensiones y porque queremos preservar ese espacio que estamos construyendo. Eso ya está despejado", añade. La asamblea del próximo 17 de enero se encargará de sancionar esa decisión.

La federación, no obstante, dice no sentirse decepcionada del todo, porque Suma se planteó desde sus orígenes como un "espacio que trascendiera lo puramente electoral". Y ya se asumía que quizá no estaría del todo maduro para las europeas, de modo que la mirada era de más largo aliento, con vistas a las municipales y autonómicas de 2015 y las generales de noviembre del próximo año. "Estamos un poco sorprendidos de que haya tantas dificultades para anteponer los debates fundamentales y se prioricen las cuestiones que creemos secundarias, como es el método. Pero conocemos lo que hay, cómo es este espacio", abundan fuentes de la dirección. Desde Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz (que está dentro de IU), criticaron la voluntad del equipo de Lara de "tutelar el proceso de confluencia". 

Las europeas, centrales este fin de semana

Pese al fracaso de la vía Suma, IU no tira la toalla y quiere que la candidatura de las europeas "sea un referente para los movimientos sociales", para que se evidencie el combate a las políticas de la troika, la "confrontación social y política". "Que no se haga a través de Suma no es tampoco una tragedia, porque tampoco tenía una enorme implantación ciudadana", reflexionan desde la dirección. El método de integración de los movimientos aún no está decidido, pero IU podría "promocionar" a ciertos activistas –suenan los nombres del sindicalista y miembro de la marea verde Agustín Moreno, del dirigente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y de IU Chema Ruiz y de Javier Couso, hermano del cámara fallecido en Irak José Couso–, como también podrían sugerir aspirantes los movimientos y pequeños partidos que sí quieren adherirse a la lista.

El fracaso de la alternativa Suma ha hecho que un sector esté impulsando una "candidatura ciudadana", cuya gestación está "bastante avanzada" y que podría encabezar una persona muy conocida en el ámbito de la izquierda, informa Elena Herrera

70 candidatos compiten en las primarias de Equo para las elecciones europeas

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Hoy y mañana se reunirán los órganos federales de IU –la Presidencia y el Consejo– y en ellos tendrán un protagonismo central las elecciones europeas. El programa y el método de confección de la candidatura. Los nombres se cerrarán más adelante, en el Consejo del 1 de marzo, aunque cada vez se aquilata más la idea de que el cabeza de cartel será Willy Meyer, porque el ánimo es no presentar batalla y forzar unas primarias. Ese plazo es el tope que tiene la federación para cerrar sus alianzas con sus aliados políticos: especialmente Anova, la formación de Xosé Manuel Beiras –y las cosas siguen estancadas–, y Chunta Aragonesista. ICV y la navarra Batzarre sí están más amarrados. Con Equo, las posibilidades son ya muy bajas: no ha habido más encuentros desde la última entrevista de octubre

Los órganos federales analizarán además una propuesta de la corriente interna EnComún –que lideran la madrileña Tania Sánchez y el balear Eberhard Grosske–, en la que defienden que IU elija a su cabeza de lista en primarias abiertas a los ciudadanos y, el resto de la candidatura, en primarias entre militantes [consúltala aquí en PDF]. 

Izquierda Unida había diseñado su candidatura para las elecciones europeas del 25 de mayo como la adición de tres componentes: uno, los miembros de la propia IU; dos, los nombrados por las fuerzas políticas socias (Iniciativa per Catalunya Verds, Anova, Batzarre, Chunta...), y tres, los elegidos por los colectivos sociales representados en un espacio común, llamado Suma, la gente primero. Ese plan inicial se desmorona. La tercera pata, la de la participación de Suma, ha entrado en vía muerta, por lo que ahora la federación se plantea cómo incorporar a su lista a los movimientos sociales. Porque a lo que no piensa renunciar es a visualizar en su oferta para los comicios a la Eurocámara un frente político y social amplio. 

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