En una semana los españoles irán a las urnas. La izquierda va por detrás de las derechas en la batalla de las encuestas, por lo que esta recta final es totalmente decisiva para buscar esa remontada tras el bajón del debate y con la obsesión de captar a los indecisos y lograr la movilización necesaria que frene al PP y Vox.
En la sala de máquinas del PSOE, según fuentes de Ferraz, se han hecho las cuentas y la victoria entre bloques se jugará “entre siete u ocho diputados”. Toca, por lo tanto, “el último esfuerzo” para unas elecciones “que son mucho más que una decisión entre la continuidad de un gobierno o la alternancia”. “Mucho más”, remarcan en el círculo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
A pesar de que el debate entre Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no salió como esperaban, Ferraz –inciden las fuentes– va a seguir con la misma estrategia, que entiende que está dando buenos resultados: “Hace poco más de un mes, ningún sondeo daba al PSOE por encima de los 100 escaños, ahora en ninguno baja de esa cifra y vamos a recuperar la tendencia positiva”.
El presidente ya advirtió de que no variaría su campaña tras el debate y de que seguirá poniendo el foco en los pactos del PP y Vox aunque no tuviera rédito electoral: “El servicio público que debo hacer también, no sólo como presidente del Gobierno, sino como secretario general del PSOE, es denunciar este tipo de actitudes a la hora de ejercer la política y criticar el fondo de esos pactos que nos están haciendo retroceder”.
Acelerón de actos en la semana "decisiva"
En Ferraz subrayan ante esta recta final: “El presidente Sánchez y el PSOE están volcados. Cada miembro de cada candidatura en cada provincia duplica sus actos, sus reuniones con movimientos sociales, sindicales… Toda la organización es consciente de que el PSOE tiene la responsabilidad histórica de seguir construyendo un país de progreso y parar a la alianza de ultraderecha que nos haría retroceder décadas”.
Según los socialistas, ya ha quedado “claro que el Gobierno progresista ha sabido capear mucho mejor que el PP la salida de una crisis”. “El PP tardó diez años en recuperar el PIB previo a la crisis financiera, con una menor caída. El Gobierno de progreso de España ha tardado tres años, con una caída que fue algo nunca visto en más de un siglo”. Y hacen este en la sala de máquinas de Ferraz: “Así que con toda la fuerza y la responsabilidad que nos toca, la última semana de campaña va a ser decisiva”.
Por eso, insisten en mirar a los pactos de los populares con la ultraderecha después de unos días donde se conformaron gobiernos de coalición en la Comunidad Valenciana y en Extremadura. El mensaje de los socialistas en estos momentos ahonda: “En España sólo queda un terrorismo por erradicar, y es el machista. El PP está pactando con negacionistas de esta violencia. Es una involución tan grave que merece una respuesta en las urnas contundente”.
Una de las líneas argumentales del PSOE durante esta fase final será: “Así no, Feijóo. Asumiendo las ideas de la ultraderecha, no. Feijóo el moderado ha tardado menos de un año en acabar con su imagen y vender el PP a Vox. Son lo mismo. [Pablo] Casado resistió bastante más y tuvo el cuajo de hacer frente en algún momento a la ultraderecha. Feijóo va en sus brazos”.
"Cada voto cuenta, esta vez más que nunca"
El análisis que hacen las fuentes de Ferraz pasa por aquí: “Si el 23 de julio la movilización para votar es masiva, la izquierda ganará. No hay sociólogo ni encuestadora, por muy cercana o vinculada empresarialmente al PP, que pueda negar esto. Se hacen sondeos sobre participaciones bajas, pero los progresistas vamos a salir a votar en masa. Es tanto lo que nos jugamos, que no votar no es una opción”.
“Todos los actos, desde los que hacemos en los pueblos más pequeños hasta los grandes mítines en las capitales, tienen la misma importancia para nosotros. Cada voto cuenta, esta vez más que nunca”, deslizan en el PSOE. Las fuentes especifican: “Que gobierne el bloque progresista o la alianza de ultraderecha se va a decidir por 7-8 diputados. Por eso vamos a seguir con la estrategia que nos está dando buenos resultados”.
El presidente sigue en esta recta final con su campaña mediática, que incluye aspectos novedosos como su intervención este domingo en el podcast La pija y la quinqui. Tiene previstas también entrevistas en Espejo Público, RNE y TVE, mirando con fuerza al debate del día 19 en la corporación pública, donde estarán también Santiago Abascal y Yolanda Díaz (Alberto Núñez Feijóo ha rechazado participar).
Sánchez puso también el foco en esos pactos en los últimos días y sus consecuencias. Este sábado estuvo en Valencia, donde el PP pactó con Vox y le ha dado entrada en el Gobierno, además de situar a la ultraderechista Llanos Massó en la Presidencia de las Cortes Valencianas (se apartó de la pancarta durante una concentración contra un asesinato por violencia machista). El pasado también quiso mostrar el pasado viernes su apoyo al mundo de la cultura después de las diferentes censuras en ayuntamientos gobernados por las derechas.
Sumar, propuestas frente al "ruido" y a la espera del debate
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En Sumar también esperan que el electorado progresista salga en masa a votar el próximo domingo y que se mueva especialmente durante estos días, una línea que explicó la vicepresidenta segunda y candidata a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz, en su entrevista con infoLibre: “Que todo está perdido es un relato de la derecha”.
En el partido de Yolanda Dïaz sostienen que están creciendo en sus trackings (encuestas diarias), pero que es necesario subir más porque son la única garantía de poder conservar La Moncloa. Lo que más preocupa, como ha confesado la propia vicepresidenta, es el “ruido” que está habiendo en la campaña porque puede llevar a la desafección política y a que muchos ciudadanos no vayan a las urnas. Por eso, siguen también con su estrategia de presentar propuestas y de hablar de medidas.
En Sumar y en el PSOE denuncian durante estos días que la campaña ha sido “embarrada” por el Partido Popular, especialmente por dar Feijóo alas as teorías del fraude del voto por correo (algo que ya hizo en la campaña de las gallegas de 2005 con el voto exterior).
En una semana los españoles irán a las urnas. La izquierda va por detrás de las derechas en la batalla de las encuestas, por lo que esta recta final es totalmente decisiva para buscar esa remontada tras el bajón del debate y con la obsesión de captar a los indecisos y lograr la movilización necesaria que frene al PP y Vox.