Política
La izquierda encara las elecciones andaluzas en extrema división pese al proyecto de unidad de Yolanda Díaz
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La izquierda encara el tramo final de la legislatura andaluza en una situación de división tan extrema como difícil de reconducir. En la gran comunidad del sur, la más poblada de España con 8,4 millones de habitantes, el llamamiento de la vicepresidenta Yolanda Díaz a un gran proyecto de unidad no ha logrado variar un ápice la posición de las piezas en el tablero, con el espacio a la izquierda del PSOE desdoblado en Unidas Podemos (Podemos e IU) y Adelante Andalucía (Anticapitalistas y dos pequeñas fuerzas andalucistas), a los que se suma Más País Andalucía, todavía balbuciente.
infoLibre, tras consultar a dirigentes de las formaciones en liza, constata la existencia de dificultades insalvables para que este espacio baje de las dos papeletas en las próximas elecciones autonómicas, las primeras a las que la derecha acudirá desde el poder.
Alejamiento de última hora de PP y Vox
Si no hay un sorprendente cambio de guión, las próximas elecciones en España serán las autonómicas andaluzas. Andalucía lleva más de un lustro siendo el testador de nuevos fenómenos políticos. Las autonómicas de 2015 supusieron el debut autonómico de Podemos y Ciudadanos. En 2018 irrumpió Vox. ¿Qué depararán las elecciones de 2022? Lo primero pendiente es la fecha, decisión exclusiva del presidente Juan Manuel Moreno (PP) que en 2018 conquistó San Telmo con un resultado históricamente bajo de su partido gracias al apoyo de Cs –en el gobierno– y de Vox –en el Parlamento– y que ahora aparece consolidado en las encuestas.
Hay especulaciones de adelanto electoral en Andalucía desde antes de los comicios madrileños de mayo. Lo cierto es que de momento siguen sin llegar señales claras de adelanto. El PP tiene previsto un congreso en noviembre, en el que Moreno revalidará su liderazgo. Los mensajes del Gobierno andaluz van todos en la misma línea: el plan es agotar la legislatura y llevar las elecciones a finales de 2022. A este propósito se añade siempre un pero: la situación podría cambiar si hay un bloqueo parlamentario. Pero, de momento, Moreno no está usando el viraje de Vox para allanarse el camino al adelanto.
Vox exige continuamente elecciones y se muestra como una oposición dura tras casi tres años siendo un socio leal que ha permitido al PP y Cs sacar adelante tres presupuestos a cambio de cesiones en el terreno simbólico. El acuerdo en lo fiscal, educativo y sanitario ha sido casi total. Ahora el partido ultra, cuyo candidato en 2018 está investigado por un posible fraude de subvenciones, utiliza los incumplimientos del PP y Cs en materia de regeneración para endurecer su tono y acusar a Moreno de ser un continuador de las políticas del PSOE. Concretamente, Vox ha elegido como caballo de batalla los incumplimientos de recorte de la administración paralela [ver aquí y aquí]. Manuel Gavira, el actual portavoz de Vox, tras algún tropiezo en el que ha quedado claro que la supuesta dureza de su oposición se viene abajo en las votaciones clave, insiste e insiste ahora con tal vehemencia y seguridad en su ruptura que parece difícil la marcha atrás, más aún cuando Santiago Abascal también ha optado por la línea dura.
De modo que tras el grueso de la legislatura caminando juntos, PP y Vox se alejan en Andalucía, si bien ambas formaciones mantienen abierta la posibilidad –que las encuestas presentan como verosímil– de un acuerdo tras las próximas elecciones.
El giro del PSOE con Espadas
En este contexto ha introducido un giro de guión Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, que ha establecido una negociación con Moreno para los presupuestos de 2022 que le ofrece al menos tres incentivos: en primer lugar, atención mediática y algo de tiempo, no hay que olvidar que el alcalde de Sevilla fue elegido en junio para liderar el PSOE y aún debe darse a conocer en buena parte de Andalucía; en segundo lugar, perfil moderado, que puede ser interesante ante el previsible batacazo de Cs; en cuarto lugar, un estrechamiento de la posible coartada de Moreno para adelantar elecciones.
En el otro lado del balance, el gesto de Espadas permite a Moreno lucir como centrista y dialogante tras una legislatura de pacto con Vox, como ha denunciado un sector de las bases liderado por el economista Luis Ángel Hierro, tercero en las primarias socialistas, que ha pedido una consulta a las bases sobre un acuerdo presupuestario.
Espadas y sus próximos reiteran que la disposición al pacto es real, no una táctica, y Moreno en público ha recogido el guante. No obstante, quedan dificultades por despejar. PP y Cs ya han empezado a señalar que, para ser creíble, Espadas tiene que apoyar también la reforma de los tributos cedidos acordada por las tres formaciones conservadoras.
El "no" de Adelante
A la izquierda del PSOE las aguas bajan revueltas. La líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ha descartado sumarse al proyecto de unidad convocado por Yolanda Díaz, con el argumento de que eso atacaría la esencia misma de su iniciativa, la que la llevó a romper con Podemos, es decir, contar con un partido de "obediencia andaluza" y sin sujeciones a Madrid. No se trata una declaración para marcar territorio antes de una negociación ni susceptible de cambiar, recalcan desde Adelante. La decisión de presentar una papeleta propia a las elecciones autonómicas (2022, a priori) y generales (2023, a priori) es firme e irreversible porque ahí es donde se juega la gran aspiración de consolidar un proyecto "con voz andaluza", señala un próximo a Rodríguez, que asegura que ello es compatible con hablar "con todos", citando a Más País, Compromís o Bildu.
La diputada no adscrita Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, durante una rueda de prensa en el Parlamento.
Las posibilidades de alianza electoral de Adelante Andalucía y Unidas Podemos son cero, señalan fuentes de ambos espacios. Los dirigentes han enterrado el hacha de guerra en sus declaraciones públicas, pero el distanciamiento es total, después de que Rodríguez y sus afines en Anticapitalistas fueran expulsados del grupo parlamentario que compartían con Podemos e IU por transfuguismo. Durante aquella crisis se dijo de todo y no se olvida. Ahí ya no hay puentes, al menos a corto-medio plazo. Y así lo señalan todos, que destacan como único avance el haber dejado de arrearse día sí y día también.
Está por determinar quién será la cabecera de la papeleta de Adelante. A priori la favorita es Teresa Rodríguez, líder del espacio, que interpreta que al haber irrumpido en política institucional en las europeas de 2014 y en el Parlamento en 2015 podría presentarse en 2022 cumpliendo su mandato de ocho años, al que siempre ha dicho que se ceñiría antes de volver a trabajar como profesora de instituto. El otro referente destacado de Adelante es José María González Kichi, alcalde de Cádiz, al que se suman próximos a Rodríguez como la diputada Ángela Aguilera o el exdiputado José Ignacio García. Los principales nombres de este espacio conducen a Cádiz, punto de anclaje de Adelante, que sobre el papel tiene en esta provincia y en Sevilla sus principales posibilidades de escaño.
Unidas Podemos sin candidato
Unidas Podemos tampoco tiene todavía decidido el candidato. Alberto Garzón, que sonaba como hipótesis tras las elecciones madrileñas, se ha descartado. En este espacio la organización fuerte es Izquierda Unida, con más de 60 alcaldías. Podemos, con un liderazgo de poco más de un año de Martina Velarde, está en fase de rehabilitación tras la salida de Anticapitalistas, que dirigieron a los morados desde 2014 y cuya ruptura supuso un vaciamiento de cuadros.
Dos dirigentes de este espacio coinciden en que, a pesar de que no parece haber elecciones a corto plazo, Unidas Podemos no tiene tiempo que perder a la hora de definir un candidato. No obstante, el mensaje de es de relativa calma. "Hay una hoja de ruta", señala un dirigente. La idea es ir aquilatando la unidad entre IU y Podemos a través de colaboración en hitos como el 4 de diciembre –oficioso día "nacional" andaluz–, el 28 de febrero –día de Andalucía oficial– y el 14 de abril –día de la República–. Para finales de este mes está previsto un encuentro en la provincia de Málaga, en Mollina, aproximadamente en el centro geográfico de Andalucía, de cuadros de ambos partidos. La obsesión de todos es que la indefinición sobre el candidato y la apertura del melón de las listas no termine generando un pique entre Podemos e IU. De momento, las relaciones entre Toni Valero, coordinador andaluz de IU, y Martina Velarde son correctas.
El llamamiento de Díaz ha sido acogido con público apoyo en UP, pero hay algunos resquemores. Hay voces que afirman que les trae a la memoria aventuras con un toque "personalista" que postergan el papel de los partidos. No obstante, no es previsible que haya oposición, al contrario, porque está asumido que Díaz es el mejor activo electoral con el que cuentan entre Podemos e IU para el próximo ciclo. "No es que [Díaz] está llenando el agujero de Pablo [Iglesias], es que está aportando", dice con sorpresa un veterano. Es más, en UP la ven como un problema para Adelante Andalucía, que queda visualizada como la fuerza política que le dice "no a Yolanda", justo cuando la vicepresidenta se erige como un referente de la unidad.
A nadie en IU ni en Podemos se le pasa por la cabeza que Díaz no esté en la campaña apoyando a "Unidas Podemos por Andalucía", como se ha rebautizado lo que antes era Adelante Andalucía, marca con la que se ha quedado Rodríguez. Aunque Díaz aspire a una unidad más amplia, "tendrá que hacer el puchero con los ingredientes que haya a mano", señala gráficamente un dirigente de Unidas Podemos, que cree que en cualquier circunstancia Díaz necesitará un buen resultado de UP en Andalucía.
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En Adelante Andalucía no preocupa decirle "no" a Díaz. Es el precio de mantener su proyecto "autónomo", dice un dirigente, que señala que Rodríguez y los suyos saben que su apuesta "no es conservadora ni fácil". La confianza está depositada en obtener un buen resultado, espoleado por la cuestión territorial, la misma que ha impulsado a las fuerzas nacionalistas en Galicia, País Vasco y Cataluña en las últimas autonómicas, así como a Compromís en la Comunidad Valenciana y a Más Madrid. En cambio, en UP insisten en un mensaje que rebaja drásticamente esta expectativa: Adelante es una opción marginal, sin anclaje territorial y que aspira como mucho a representación en Sevilla y Cádiz. Es más, deslizan la idea –de previsible uso en la campaña– de que votar a Adelante en provincias como Almería o Jaén "no tiene sentido".
¿Y Más País? El partido de Íñigo Errejón en Andalucía está constituido, se llama Más País Andalucía –Más Andalucía está cogido– y lo lidera la profesora de Derecho Esperanza Gómez, exdiputada en el Parlamento andaluz, que es la principal favorita para convertirse a final de mes en la candidata del partido a la presidencia de la Junta. Eso no significa, aclaran desde la formación verde, que vaya necesariamente a presentar papeleta propia, si bien ahora mismo Más camina sola, dando prioridad a su articulación a nivel federal sobre la negociación para cooperación electoral.
Gómez y los suyos no se han decantado ni por Unidas Podemos ni por Adelante Andalucía, tampoco han decidido presentarse por sí solos. Son una incógnita. Lo que ahora mismo no se contempla es una cooperación como la establecida con Compromís. De momento, han establecido una cooperación con dos pequeños partidos andalucistas, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Andalucía por Sí. En Unidas Podemos ven a la dirección de Más en Andalucía "pendiente" de las necesidades y tiempos del partido en Madrid. Un responsable de IU señala que Más País, un partido con su principal anclaje en Madrid, debe tener cuidado con cosechar un fracaso en Andalucía a las puertas de las próximas autonómicas de Madrid, en 2023.