El magistrado emérito del Tribunal Supremo Antonio Martín Pallín ha señalado este lunes que el juicio del 1-O empezó a raíz de una conexión entre la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, el magistrado Manuel Marchena y el fiscal José Manuel Maza, para "asustar, pero se les fue de las manos".
Lo ha dicho en la entrega del 36 Premio Internacional Alfonso Comín, que se ha entregado en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona a este juez y al catedrático de derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla Javier Pérez Royo, en un acto presidido por la alcaldesa, Ada Colau.
"Fue una rebelión montada por leyes aprobadas en un parlamento. Algo inédito en la historia. Nunca una rebelión ha nacido de un parlamento", ha ironizado, y ha negado que sus opiniones ataquen al Poder Judicial, y defiende que es bueno que haya disidencia en los poderes judiciales.
Pallín ha dicho que la labor del juez es tener sentido de la justicia, la prudencia y la equidad: "No es bueno que el país esté gobernado por los jueces", porque no todos los conflictos que surgen en la vida no se pueden ni se deben judicializar, según él, porque se puede provocar una erosión de poderes y no respetar la división de poderes.
Ha afirmado que no es suficiente con que los jueces conozcan el derecho, ya que esto les convierte en autómatas que podrían ser sustituidos por robots, y ha criticado el rol de la Fiscalía en el juicio del 1-O, al que ha señalado por "montar una especie de conspiración" sobre los hechos ocurridos en Catalunya, según él.
Una mayoría social "en contra de la judicialización de la política"Una mayoría social "en contra de la judicialización de la política"
Al empezar el acto, Colau ha subrayado que "la excepcionalidad, la injusticia y la judicialización" han impedido que asista el exconseller Toni Comín, que se encuentra Bélgica, en los premios que llevan el nombre de su padre, del que ha dicho que conservan el rigor y la calidad humana y empatía de Alfonso Comín.
Según Colau, la judicialización de la política la deshumaniza y provoca un dolor evitable: "Hay una gran mayoría social que está en contra de la judicialización de la política y su desahumanización, que genera un sufrimiento evitable", en un acto en el que la abogada Eva Labarta ha pronunciado el discurso de ofrecimiento.
Para la alcaldesa, no solo están en peligro los derechos de los independentistas, sino que el derecho a la protesta de todos los ciudadanos está hoy amenazada: "Un sistema democrático fuerte con los débiles y débil con los fuertes no podremos decir nunca que sea justo", ha expresado.
Sentencia contra el Estatut
Pérez Royo ha calificado la sentencia 31/2010 contra el Estatut de Catalunya de "golpe de Estado", y ha acusado al PP de orquestar una operación judicial que desautorizó el pacto entre las Cortes Generales y el Parlament, rompiendo el pacto entre ambas instituciones.
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"El golpe de Estado le sale bien al PP, porque cuando lo da el Constitucional nada puede fallar. Pero en los golpes se sabe como se entra pero no como se sale. Y ahora ha empezado un proceso de descomposición y que ha afectado a la gobernabilidad de todo el Estado", ha aseverado el catedrático.
En este sentido, Colau ha pedido no resignarse e impulsar mejoras en la cúpula judicial y en la formación de los magistrados, así como modificar el Código Penal para que delitos como la sedición y la rebelión "no vuelvan a generar tanto daño", y ha recordado que la política debe aspirar a aumentar la felicidad de la ciudadanía.
Al acto, que ha presentado la viuda de Antonio Comín y presidenta de la Fundación Alfonso Comín, han asistido el teniente de alcalde de Cultura Joan Subirats; el líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall; los concejales de JxCat Elsa Artadi y Ferran Mascarell, y la mujer del exconcejal de CiU en el Ayuntamiento y exconseller de Interior, Joaquim Forn, en prisión por la sentencia del 1-O, Laura Masvidal, entre otros.
El magistrado emérito del Tribunal Supremo Antonio Martín Pallín ha señalado este lunes que el juicio del 1-O empezó a raíz de una conexión entre la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, el magistrado Manuel Marchena y el fiscal José Manuel Maza, para "asustar, pero se les fue de las manos".