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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Martina Velarde: "¿La candidata de Pablo Iglesias? Nos reíamos cuando lo oíamos"

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Martina Velarde Gómez, abogada de 41 años, nacida en Rota (Cádiz) y diputada en el Congreso de Córdoba –"diputada de Unidas Podemos, no sólo de Podemos", recalca–, acaba de convertirse en coordinadora del partido morado en Andalucía. Coge el timón del barco con las aguas erizadas. Lo sabe. No quiere provocar incendios con la entrevista. Es prudente. Mide sus respuestas, aunque no elude la crítica implícita a la dirección anterior, por ejemplo cuando dice que quiere huir de "hiperliderazgos", que quiere "reconstruir" el partido, que hay que "cuidar a la militancia", que la gente le dice que "le hubiera gustado opinar"... A veces, es explícita: "Es un territorio muy extenso y no se ha coordinado bien".

Aguas agitadas, decíamos. La anterior dirección, liderada por Teresa Rodríguez, sale de Podemos e impulsa un nuevo proyecto soberanista. Ahora Podemos-IU, por una parte, y los anticapitalistas, por otro, cohabitan en tensión bajo el paraguas de Adelante Andalucía, pero hay una disputa de desenlace incierto por la marca y una inocultable división en el grupo parlamentario, de 17 integrantes. IU considera que anticapitalistas está patrimonializando la marca y lanzando sus tesis unilateralmente a través de Adelante Andalucía, en cuyo grupo parlamentario tienen mayoría.

¿Qué dice la nueva líder de Podemos sobre este contencioso? Velarde, ex asesora de Ganemos Córdoba, confía en que Rodríguez no trate de "patrimonializar" Adelante. Eso sí, evita situarse en la hipótesis de un enfrentamiento legal por la marca. Quiere "sentarse a hablar", insiste. ¿Podrá haber entendimiento en el futuro o incluso una papeleta conjunta de Podemos, IU y el proyecto de Rodríguez? "Se verá", responde. Patada hacia adelante. Igual que a la pregunta sobre una posible papeleta con el nombre de Martina Velarde en la cabeza. Se verá. De momento, afirma que está centrada en "reconstruir" la organización, con escasa implantación territorial, y se muestra orgullosa del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, aunque dejando muy claro que está por ver una opción similar en Andalucía. "Lo decidirá la militancia". Quiere que Podemos e IU "caminen conjuntamente" en cada pueblo, porque son fuerzas "complementarias".

Exvotante de IU, cuando surgió Podemos sintió que "coincidía", si no al 100%, sí "al 90% o al 80%". "No me había pasado nunca", asegura. Entró en Podemos "por hartazgo". Conectó con una fuerza política que ponía el foco en los desahucios, problema que conocía como abogada, y en el deterioro de la sanidad pública, problema que conocía por la grave enfermedad de un familiar.

Ante la pregunta de si siente la candidata de Pablo Iglesias, suelta una risa, afirma que esa idea es cosa del "relato" y lo niega: "La candidatura está hecha aquí". Seguir "las líneas de la dirección estatal no significa que sea la candidatura de Madrid", explica.

PREGUNTA: ¿Qué cambia en Podemos con su llegada?

RESPUESTA: Vamos a darle voz a la expresión de todo el conjunto de Podemos Andalucía, a todas las sensibilidades, que las ha habido siempre. Tenemos que convivir. Nuestra prioridad es anclarnos al territorio. El compromiso con la igualdad y la revolución feminista empiezan por un liderazgo más coral, que deje de lado los hiperliderazgos. No queremos caer en hiperliderazgos. Queríamos más portavocías, que fuesen además de mujeres. Esta dirección se va a deber única y exclusivamente a nuestra militancia. Si tenemos que estar subordinados a algo, es a nuestra gente, que lleva seis años trabajando voluntariamente. En cada pueblo, en los barrios. Ha dado lo mejor de sí misma en los peores momentos. Ahora, con una participación de más de 8.000 personas aunque no ha podido haber campaña. La militancia está muy en la línea de nuestra propuesta política. La militancia no quiere seguir en la oposición, quiere un Podemos Andalucía fuerte para gobernar en nuestra tierra.

P: ¿Teresa Rodríguez ostentaba un hiperliderazgo?

R: Los hiperliderazgos no son negativos cuando empiezas. Es importante. Es incluso necesario. Pasados seis años, creemos que lo más importante es el proyecto y no las personas que lo encabezan. Yo no voy a ser la única atendiendo a la prensa. Va a haber más personas, más compañeras. Es importante que las organizaciones estén cubiertas por muchos perfiles, que no caigamos otra vez en que sea una persona la que lleve todo el peso. No es sano, pasado tanto tiempo. Así haremos al partido más plural.

P: ¿La asignatura pendiente es la implantación en los pueblos?

R: Efectivamente. Hemos vivido en una sucesión de elecciones, que eran lo urgente y nos ha ocupado mucha parte del tiempo. No nos hemos podido dedicar a lo importante. Los periodistas lo sabéis: no dependemos de los bancos, no tenemos mucha gente liberada, todo nos lo comemos y guisamos nosotras. Ha sido difícil construir.

P: Ser diputada en el Congreso, ¿no dificulta esta tarea?

P: Si te das cuenta, Teresa también tenía trabajo parlamentario [en este caso en el Parlamento de Andalucía], Pablo también... No dificulta. Tenemos secretaría de Organización, que se dedica a eso. Somos 28 personas [en la dirección], que se van a completar con otras elegidas en los círculos y que van a formar parte del consejo. Además, así es más fácil para mí llevar las necesidades de Andalucía al Congreso.

P: Lo hemos oído muchas veces: "Arraigar Podemos en el territorio". ¿Cómo?

R: Contando con la gente. Es una cosa que ha fallado. Se han tomado decisiones en Andalucía donde no se ha contado directamente con los inscritos e inscritas. Ha habido falta de afecto, ha habido desafección por parte de la militancia con las decisiones de la dirección. Eso dificulta mucho. Gente de todas partes me decía que estaban... la palabra es "solos". Solos en los territorios. No es tan complicado. Hay que cuidar a la militancia en el día a día. No puede ser que la militancia cuide a los que damos la cara y no al revés. Podemos no es nada sin ellos. No tenemos ni mucho dinero ni gente contratada ni créditos ni bancos. Hay que hacer autocrítica. Es un territorio muy extenso y no se ha coordinado bien y no se ha cuidado a la militancia. Hay que atender a la gente, contestar, hablar con ellos de manera natural.

P: ¿Cuáles son esas decisiones en las que no se ha contado con los inscritos?

R: Cuando surge esto de hacer una marca diferente, Adelante Andalucía, no se consultó a los inscritos e inscritas. No se consultó como tal. Se hizo. Muchos nos echaban en cara que les hubiera gustado opinar sobre este proceso, hasta dónde se llegaba... Son cosas muy importantes, porque cambian el paradigma de la organización. Los inscritos quieren decidir qué hacer con su proyecto.

P: ¿Adelante Andalucía es una buena idea?

R: Era una buena idea, entiendo. Podemos e IU ya venían trabajado juntas desde 2016, por lo que tampoco tenía que haber grandes problemas para la confluencia aquí, con un carácter más andaluz, pidiendo más soberanía para Andalucía... Luego se sumaron dos partidos andalucistas. Desde ese prisma, desde esos acuerdos, era una buena idea. Podemos e IU no nos hemos movido. El problema surge cuando los acuerdos que nos dimos y los documentos que nos dimos, y las cosas en que quedamos, pues se cambian, se modifican... Ahí se complica la cosa.

P: ¿Qué arreglo tiene el problema?

R: Ahora mismo no lo sé. Para nosotros, sentarnos y hablar con todo el mundo, creo que es la única manera de avanzar. Pero con un proceso, con ese programa que nos dimos todos y todas. No podemos concebir que los espacios colectivos sean patrimonio de nadie. Ni de Podemos, ni de IU, ni de nadie. Adelante Andalucía es de todos.

P: ¿Reclama a Teresa Rodríguez y los anticapitalistas que renuncien al partido registrado "Adelante Andalucía", como pide IU?

R: No lo hemos planteado aún en la dirección, nos tenemos que reunir. Lo que no entenderíamos es que alguien quiera patrimonializarlo. Nosotras seguimos en la misma posición, igual que IU. Los diputados que conseguimos [en las elecciones] fueron en parte por la gente de Podemos Andalucía, que hizo la campaña, que arrimó el hombro, que llamaba a todo el mundo por teléfono para explicar y disipar las dudas sobre el nombre... Adelante Andalucía es patrimonio de todos y todas. Si hay alguien que quiere cambiar las reglas del juego, tendrá que explicarlo. Sí quiero dejar claro que Podemos sigue formando parte de Adelante, evidentemente.

P: Identifico dos rasgos comunes en su dirección: apoyo al Gobierno de coalición y al proyecto estratégico de confluencia con IU, es decir, Unidas Podemos.

R: Sí, al Gobierno en Madrid, no hemos dicho nada [de un gobierno de coalición] en Andalucía... Claro, es que la militancia, tanto de Podemos como de IU, sometió el pacto a las bases y salió que sí por una mayoría abrumadora. Nos debemos a eso. No hemos hecho un pacto en Madrid por nuestra cuenta. Nos debemos a inscritos e inscritas y hacemos consultas. Esas son las reglas del juego en un partido abierto. La militancia ha votado. En Andalucía lo que ha ocurrido es que la dirección saliente no estaba de acuerdo [con la decisión de los inscritos sobre el Gobierno de coalición a nivel estatal]. Entiendo su salida, no se puede dirigir un partido cuando no estás de acuerdo con lo que su militancia ha votado.

P: He visto que ya aclaraba que no apoya necesariamente una coalición de Gobierno en Andalucía, llegado el caso, similar a la del Ejecutivo central.

R: ¿Y por qué lo digo? Ahora mismo, nuestra prioridad es construir un Podemos Andalucía fuerte como alternativa a las tres derechas, que tanto daño están haciendo. Tenemos claro que gobernando se cambia la vida de la gente. Aquí aspiramos a una mayoría, después de 40 años de gobierno del PSOE seguidos de un gobierno de la derecha con la ultraderecha. La gente ya conoce las recetas de unos y otros. Nuestra aspiración es una mayoría. Los pactos los decidirá la militancia. Habrá que someterse a su voluntad.

P:¿Ve al PSOE andaluz de Susana Díaz más conservador que en Madrid?

R: Cuando gobiernas tantos años, pierdes frescura. Falta una visión política más amplia para nuestra tierra. Después de 40 años, tenemos el deshonroso honor, por así decirlo, de estar a la cola de España y Europa. Es muy duro pero es así. Pasado el tiempo, hay una desigualdad muy grande. La gente lo ve perfectamente. Cuando se preguntó por un pacto con el PSOE andaluz, la militancia votó que no. Ahora, cuando se ha preguntado por el Gobierno a nivel estatal, ha salido que sí con el 96%.

P: Estará de acuerdo conmigo en que es frecuente que la decisión de la militancia se adapte a la posición de la dirección.

R: Cuando se hizo la consulta en Andalucía, la sensación de hartazgo con el PSOE era muy significativa. Con PP, Cs y la ultraderecha gobernando... No sé lo que pensará la gente dentro de un tiempo. La situación actual es catastrófica. ¿Cómo puedes poner a presidir la comisión de reconstrucción a Vox, que votó contra su creación? Es espeluznante. Están impulsando las viejas recetas: los recortes, la austeridad, medidas antisociales... Nosotros queremos más seguridad, más derechos, más protección y ningún privilegio fiscal. Y un nuevo modelo productivo para nuestra tierra. Para eso es necesario un Podemos fuerte en Andalucía. Nosotros no tenemos ningún complejo en decir que queremos gobernar. Queremos una mayoría para gobernar. Porque hay andaluces y andaluzas ya hoy los que les está cambiando la vida por medidas que está adoptando este gobierno.

P: Su candidatura, ¿sale de usted o se la proponen?

R: No sale de mí. Empezamos en enero a reunirnos para buscar una candidatura unitaria, plural, donde cupiesen todas las sensibilidades. Lo que querían era, y eso estaba muy claro, que fuese una mujer, y que hubiera portavocías de mujeres. Y que huyésemos de hiperliderazgos. Fueron los compañeros y las compañeras los que me lo propusieron. Yo di el paso, desde Andalucía y con madurez y responsabilidad.

P:¿Se siente la candidata de la dirección estatal y de Pablo Iglesias?de

R: Nooo (se ríe). Me hace gracia, porque eso tiene más que ver más con el relato que con la realidad. Cuando oíamos decir cosas así, nosotras nos reíamos un montón. Llevo 41 años viviendo en Andalucía. Soy de Cádiz, he vivido en Granada, vivo en Córdoba, donde estoy ahora mismo... Pablo no se ha metido en nada en este proceso. Los compañeros empezamos a quedar en enero. Si pusimos lo de "equipo Pablo Iglesias" es porque nuestros documentos de la candidatura están acordes con los de [la dirección] estatal, seguimos la misma línea. Había otros candidaturas, y es muy respetable, con documentos que se alejaban. Nosotros sí seguimos las líneas de la dirección estatal, pero eso no significa que sea la candidatura de Madrid. Han sido mis compañeras de Andalucía las que me han propuesto. La candidatura está hecha aquí.

R: ¿Tiene Podemos Andalucía suficiente autonomía? Eso ha sido fuente de muchos conflictos con la anterior dirección.

R: Nosotras no lo hemos vivido igual. Los que estamos en la candidatura, que llevamos los mismos seis años, lo vemos de otra manera. Hay un amplio consenso sobre que Podemos Andalucía se tiene que consolidar como una organización federal avanzando hacia un proceso de descentralización democrática coordinada. Es un debate que está en todos los territorios. Compartimos ese sentir. Podemos Andalucía está en condiciones de tener una mayor autonomía política, financiera y organizativa. Pero dentro de un proyecto y con una lealtad de ida y vuelta.

P: Con la salida de Íñigo Errejón a Más País, por una parte, y de los anticapitalistas, por otra, Podemos pierde pluralismo. ¿Qué ha pasado? ¿Hay autocrítica por la pérdida de estos perfiles y estas familias políticas?

R: Es respetable. Cuando tus ideas no casan con el proyecto que ha salido mayoritario, puedes no estar cómodo o hacer tu propia organización. Lo puedo respetar. Pero sí es verdad que, si dentro de un partido, nos hemos dado unos mecanismos, cuando salen mayoritarios unos documentos, la lealtad está en respetarlo. Puedes apoyar lo que la militancia ha dicho o irte y hacerte el partido que crees mejor. No lo sé. Hay veces que estás de acuerdo y otras no. Pero sigo en el proyecto. Yo creo que lo que hay que hacer es arrimar el hombro y construir. Dividirnos, patrimonializar y estar más en las siglas y cuotas de poder que en los proyectos comunes amplios es un problema para la izquierda.

P: ¿Hay margen para la unidad electoral del espacio Podemos-IU con los afines de Teresa Rodríguez que ahora impulsan un nuevo proyecto?

R: Se verá con el tiempo. Estaremos dispuestos a sentarnos con todo el mundo.

P: ¿Piensa ser candidata a presidencia de la Junta?

R: Ahora no pienso en eso. Quiero reconstruir Podemos, con el consenso de compañeros y compañeras. Falta mucho. Pero en Podemos ser coordinador no significa ser candidato.

R: Tampoco está descartado.

R: No descarto nunca nada en la vida. Cuando era joven era muy vehemente, luego me he comido muchas cosas que he dicho. Pero estamos en las necesidades de la gente. En el ingreso mínimo vital, ayudando a la gente.. Una cosa sí quiero decir: no vamos a estar a la interna. La gente está harta de conflictos internos. Me da vergüenza, me da pudor, en medio de una crisis social, sanitaria y económica, hablar de siglas, de quién va a ser el candidato. No queremos historias. Vamos a las políticas y el proyecto, como decía Julio Anguita.

P: ¿Lo conoció?

R: Sí, lo conocí. Nos hemos quedado huérfanos [con su fallecimiento]. Nos ha dejado cuando más falta hacía. Estaba trabajando con mucha ilusión. Pero nos deja una hoja de ruta sobre la unidad, sobre trabajar codo con codo con los movimientos sociales. Para mí y muchas otras es una guía.

P: Mirando al Gobierno central, ¿se recuperará el impuesto a las grandes fortunas?

R: Así lo esperamos.

P: ¿No era el momento?

R: No hemos dicho que no fuera el momento ni que renunciemos. No renunciamos a nada que tengamos acordado. Todo llegará. Lo que le digo a nuestros militantes y votantes es que la correlación de fuerzas es la que es, y que ojalá cambie.

Martina Velarde Gómez, abogada de 41 años, nacida en Rota (Cádiz) y diputada en el Congreso de Córdoba –"diputada de Unidas Podemos, no sólo de Podemos", recalca–, acaba de convertirse en coordinadora del partido morado en Andalucía. Coge el timón del barco con las aguas erizadas. Lo sabe. No quiere provocar incendios con la entrevista. Es prudente. Mide sus respuestas, aunque no elude la crítica implícita a la dirección anterior, por ejemplo cuando dice que quiere huir de "hiperliderazgos", que quiere "reconstruir" el partido, que hay que "cuidar a la militancia", que la gente le dice que "le hubiera gustado opinar"... A veces, es explícita: "Es un territorio muy extenso y no se ha coordinado bien".

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