Mayoría absoluta independentista en escaños, pero no en votos

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72 de los 135 escaños en juego y el 47,8% de los sufragios. Esa es la fuerza que han sumado los independentistas, con el 99,5 % del voto escrutado. Un resultado que avala el proceso soberanista impulsado por Junts y la CUP, pero que muestra un punto débil evidente: la mayoría de los catalanes no ha votado por la independencia. Eso sí, más de 1,9 millones de catalanes han elegido la papeleta de una de las dos candidaturas que quieren romper con España.

Y hay una segunda lectura posible, dado que en relación con la independencia se podían distringuir tres grandes bloques este 27-S: los independentistas (Junts y CUP) suman el 47,8%, los partidarios del derecho a decidir (Cat Sí que es Pot y Unió) lograron el 11,4% y los constitucionalistas (C's, PSC y PP) consiguieron un 39,1%. Dicho de otra forma: seis de cada diez electores optaron por candidaturas que reclaman para Cataluña la capacidad de decidir.

Artur Mas se perfila de nuevo como president, pero no tiene asegurada la reelección. Junts pel Sí logró 62 escaños, seis menos de la mayoría absoluta, y la CUP aseguró en campaña que no lo apoyaría. Pero, en segunda votación, el candidato a president sólo necesita la mayoría simple para ser investido (más votos a favor que en contra). Formar una mayoría alternativa a la de Junts pel Sí parece imposible y resulta improbable que dicha candidatura deje caer a Mas, aunque lo reclame la CUP. Las negociaciones pueden prolongarse hasta un máximo de dos meses después de la fecha del primer debate de investidura. Si ningún candidato logra la mayoría simple, Mas tendría que convocar nuevas elecciones autonómicas.

Artur Mas: "Hemos logrado dos victorias en una"

"Hemos ganado", declaró Artur Mas en las primeras declaraciones tras conocer los resultados. "Hemos logrado dos victorias en una: ha ganado el sí y ha ganado la democracia", resumió el presidente catalán, quien exigió a las demás fuerzas políticas que acepten lo que definió como "la victoria de Cataluña y la victoria del sí". Por último, destacó la alta participación: "Sí que había ganas de votar en Cataluña".

Los ciudadanos acudieron de forma masiva a las urnas: la participación superó el 77%, casi diez puntos más que en 2012, que era hasta ahora la convocatoria que había registrado mayor movilización en unos comicios autonómicos.

La lectura que se hizo desde Moncloa fue, como cabía esperar, diametralmente opuesta a la de Junts pel Sí: "Artur Mas ha fracasado en su estrategia secesionista. No ha conseguido ni en votos ni en escaños el apoyo de la sociedad catalana para la naturaleza del desafío que ha planteado", indicaron fuentes del Gobierno.

Las fuerzas independentistas

Junts pel Sí no logró igualar los resultados que habían conseguido por separado CiUy ERC en 2012. Ahora obtienen 62 escaños y el 39,6% de los votos, mientras que hace tres años alcanzaron 71 escaños y el 44,4% de los sufragios. Hay que tener en cuenta que en esta ocasión no figuró en la candidatura Unió, que se presentó por separado tras la ruptura de CiU después de cuatro décadas. En cambio, Junts pel Sí contó con el apoyo de las asociaciones por la independencia Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, impulsoras de las masivas manifestaciones por la Diada de los últimos años.

Uno de los grandes triunfadores del 27-S es la Candidatura d'Unitat Popular (CUP): no sólo porque ha multiplicado votos y escaños, sino porque tiene la llave de la mayoría absoluta. Y, por tanto, de la gobernabilidad de Cataluña. El líder de la CUP, Antonio Baños, aseguró durante la campaña que no votarían a Mas como president, de quien les separa un abismo en cuestiones económicas y sociales. La CUP pasó de tres escaños y el 3,48% de los votos en 2012 a 10 diputados y el 8,2% de apoyo electoral este domingo.

Ciudadanos liderará la oposición

El otro gran triunfador de la noche es Ciudadanos. El partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas se convierte en la segunda fuerza del Parlament y, por tanto, liderará la oposición. C's ha pasado de tener 9 escaños y el 7,5% de apoyo electoral a dispararse hasta los 25 escaños logrados gracias al 17,9% de los votos.

Las primeras declaraciones de Arrimadas fueron sorprendentes, ya que pidió la convocatoria de nuevas elecciones, en las que "cada partido se presente con sus siglas". Entre gritos de "libertad", reclamó la dimisión de Mas.

El partido de Albert Rivera puede realizar una segunda lectura positiva del 27-S pensando en las elecciones generales de diciembre. Ciudadanos ha sacado 14 escaños más que el PP. Y, mientras el partido de Rajoy se convierte en una fuerza irrelevante en Cataluña, C's liderará el frente político contra la independencia. Todo ello podría dar un impulso a Rivera de cara a las próximas elecciones generales.

El PSC no se desploma, el PP fracasa

El PSC ha perdido de nuevo votos y escaños, pero no de forma tan abultada como pronosticaban algunas encuestas. Es verdad que aquella fuerza que en los comicios autonómicos de 1999 obtuvo 52 escaños y el 37,8% de los sufragios ha quedado reducida a 16 diputados y el 12,7% de los votos. En las cinco elecciones celebradas desde entonces ha perdido respaldo de los electores. Pero el partido ahora liderado por Miquel Iceta se mantiene como tercera fuerza política. Iceta no lo ha petado, pero sus resultados no son catastróficos, petado, pese a ser los peores del PSC en unas autonómicas.

El PP sí ha sufrido un importante retroceso en votos y escaños. En 2012 logró 19 diputados, su mejor registro en 35 años de elecciones autonómicas; ahora se han quedado en 11 escaños. El cambio a última hora de candidato electoral, dando paso al polémica exalcalde de Badalona Xavier García Albiol, no ha conseguido el efecto deseado. En porcentaje electoral, el PP ha bajado desde el 12,98% de hace tres años al 8,5% de este domingo.

Pensando en la batalla por la Moncloa, sin duda Pedro Sánchez sale más reforzado del 27-S que Mariano Rajoy.

Catalunya Sí que es Pot se estrena con un revés electoral

Hace unos meses, los sondeos auguraban que Catalunya Sí Que es Pot se podía convertir en la segunda fuerza del Parlament. Pero las urnas han dicho otra cosa. La formación que agrupa a Podemos, ICV y EUiA consigue en su primera participación electoral 11 diputados y un apoyo ciudadano del 8,9%. Por tanto, empeora los resultados que había obtenido en 2012 ICV-EUiA: 13 diputados y el 9,9% de los sufragios.

Cat Sí que es Pot eligió como cabeza de lista a un desconocido que provenía del movimiento vecinal, Lluis Rabell, y realizó una campaña más que discreta. Y la presencia constante de Pablo Iglesias en Cataluña no logró invertir esa tendencia a la baja.

Podemos no logra en Cataluña, por tanto, el buen resultado que quería para coger impulso de cara a las elecciones autonómicas. Y tampoco salen reforzados quienes defienden que la convergencia de las fuerzas de izquierdas es una apuesta ganadora. Al menos en Cataluña, la unión de Podemos y la marca de IU no ha servido para multiplicar votos. Ni siquiera está claro que hayan sumado. Es cierto que Cat Sí que es Pot no jugaba en un terreno ideológico propicio, al estar centrado todo el debate de la campaña en el proceso soberanista y no en temas sociales.

Unió se queda fuera

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El Parlament tendrá finalmente seis fuerzas, ya que Unió se queda fuera, básicamente porque no logró superar la barrera del 3% de los votos en la circunscripción de Barcelona, el listón mínimo que marca la ley para que un partido entre en el reparto de escaños. 

Tras la ruptura de CiU, anunciada el pasado mes de junio, la mayoría de las encuestas ya pronosticaban la posibilidad de que la lista encabezada por el exconseller de la Generalitat Ramón Espadaler no lograse representación. El futuro pinta bastante oscuro para la formación que lidera Josep Antoni Duran i Lleida, ya que la experiencia demuestra la dificultad de sobrevivir siendo un partido extraparlamentario. Por la escasa presencia mediática y por la pérdida de subvenciones económicas. Unió se quedó, en el conjunto de Cataluña, con el 2,5% de los sufragios.

Las dos formaciones que apostaban por el derecho a decidir, pero no apoyaban la independencia –Cat Sí que es Pot– se encuentran por tanto entre los perdedores de la noche electoral. La polarización del debate no les ha favorecido.

72 de los 135 escaños en juego y el 47,8% de los sufragios. Esa es la fuerza que han sumado los independentistas, con el 99,5 % del voto escrutado. Un resultado que avala el proceso soberanista impulsado por Junts y la CUP, pero que muestra un punto débil evidente: la mayoría de los catalanes no ha votado por la independencia. Eso sí, más de 1,9 millones de catalanes han elegido la papeleta de una de las dos candidaturas que quieren romper con España.

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