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Oro negro en cajas suizas: cómo las élites venezolanas ocultaron en Credit Suisse dinero robado del petróleo

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OCCRP / Armando.info / Efecto Cocuyo

Desde los confines de su pequeña lancha, Roberto ha sido testigo del ascenso y la caída de la industria petrolera de Venezuela. Durante una década, ha transportado a trabajadores desde las orillas del Lago de Maracaibo hasta las vastas instalaciones que alguna vez fueron la joya de la corona de la compañía más importante del país.

Pero a medida que la industria ha colapsado, también lo ha hecho su modo de vida.

"Todo cambió... Se acabó", confiesa Roberto, que pidió usar un seudónimo por miedo a represalias.

La compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), que en su día fue el motor de una de las economías más fuertes de Sudamérica, se ha hundido por la mala gestión y la corrupción. Ejecutivos petroleros y sus secuaces han saqueado por lo menos 11.000 millones de dólares de la compañía en una serie de escándalos, incluyendo desfalcos, sobornos y fraudes monetarios.

Ahora, una investigación periodística desvela las fortunas que algunos de ellos han ocultado en Suiza. Datos bancarios filtrados revelan que más de 20 venezolanos vinculados a cuatro esquemas de corrupción de PDVSA acumularon a lo largo de los años activos por más de 273 millones de dólares en 25 cuentas de Credit Suisse, y posiblemente mucho más. En algunos casos, éstas contenían cantidades más altas de lo que hasta ahora las autoridades han hecho público.

Esta información forma parte de la investigación periodística Suisse Secrets, basada en una filtración realizada hace más de un año al periódico alemán Süddeutsche Zeitung por una fuente anónima. Se trata de datos sobre más de 18.000 cuentas abiertas en el banco Credit Suisse. En la investigación han participado 48 medios y 163 periodistas de 39 países, coordinados por la organización OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project) y el Süddeutsche Zeitung. infoLibre es el único medio español que forma parte de este proyecto. [Puedes ver aquí la lista con los medios que participan en Suisse Secrets y todas las claves del proyecto, leer aquí las motivaciones que llevaron a la fuente a realizar la filtración y consultar aquí la versión oficial del banco].

El papel de Credit Suisse

Con documentos judiciales de España, Estados Unidos y Andorra, OCCRP identificó a los principales implicados en estas tramas de soborno y cohecho. Los reporteros revisaron miles de registros bancarios para encontrar dónde habían escondido su dinero, descubriendo al menos una docena de cuentas de Credit Suisse que nunca han sido nombradas en documentos judiciales. Entre ellas había cuentas bancarias de 12 socios y familiares de personas implicadas en uno de los fraudes.

Casi todas las cuentas se abrieron entre 2004 y 2015, lo que cubre el período cuando se produjeron estas tramas de corrupción en PDVSA. Algunas permanecieron abiertas incluso después de que los titulares de las cuentas fueran arrestados, acusados, extraditados, se declararan culpables de graves delitos financieros o que fueran señalados en medios por dar o recibir sobornos.

Expertos denuncian que el papel de Credit Suisse al facilitar tramas de corrupción en Venezuela y en otros países no es solo un problema interno. También está relacionado con las leyes suizas que fomentan el secreto bancario extremo y castigan a quienes lo denuncian.

"El sistema bancario suizo sigue siendo uno de los destinos favoritos, no sólo para las ganancias de esquemas de soborno masivo como los que involucran a PDVSA, sino para el uso de compañías como PDVSA como vehículos para el blanqueo de ganancias criminales", indicó Alexandra Wrage, presidenta de la organización anticorrupción sin ánimo de lucro TRACE.

Pero mientras las élites corruptas se han llenado los bolsillos, los venezolanos de a pie han pagado el precio. Desde 2013 la economía se derrumbó, con tasas de pobreza y desempleo disparadas, mientras que la hiperinflación devora los salarios y los ahorros de los que aún tienen la suerte de tener un trabajo.

El lago de Maracaibo, una laguna en la costa noroeste de Venezuela, es un recuerdo crudo de los costos de esa corrupción. Cuando un periodista lo visitó en noviembre, botellas de refresco flotaban en el agua sucia y una muñeca de Hello Kitty cubierta de lodo negro había sido arrastrada a la orilla. Muchas de las gigantescas instalaciones de PDVSA a lo largo de la costa están ahora abandonadas y cubiertas de maleza.

Roberto, que antes ganaba lo suficiente para llevar una vida estable de clase media, señaló que ahora apenas logra alimentar a su familia. Está pensando en unirse a los seis millones de venezolanos que han salido del país desde 2015.

"¿De qué vale tener patria si el pueblo está pasando necesidad?", dijo. "¿Qué hago con tener la familia unida si no tengo qué darle de comer?”.

Credit Suisse afirma que su personal no facilitó de forma consciente actividades corruptas de sus clientes y sostiene que, junto con otras instituciones, ha aplicado políticas más estrictas para combatir los delitos financieros.

“En consonancia con las reformas financieras del sector y en Suiza, Credit Suisse ha adoptado una serie de importantes medidas adicionales en la última década, incluyendo inversiones considerables en la lucha contra la delincuencia financiera”, indicó el banco en una declaración a OCCRP y a otros medios que participan en el proyecto Suisse Secrets. “En todo el banco, Credit Suisse sigue reforzando su marco de cumplimiento y control, y como hemos dejado claro, nuestra estrategia pone la gestión de riesgo en el centro de nuestro negocio”.

Oleoducto corrupto

A más de 7.300 kilómetros del Lago de Maracaibo, al otro lado del Océano Atlántico, un antiguo alto funcionario del Ministerio de Petróleo de Venezuela, acusado de saquear PDVSA, vive en una mansión con piscina de dos millones de euros en las afueras de Madrid

Hace años que Nervis Villalobos no siente el calor sofocante de su ciudad natal, a la orilla del lago, pues no puede volver. Enfrenta cargos de corrupción y blanqueo de capitales en España y en Andorra, así como en Estados Unidos y Venezuela, que han solicitado su extradición.

Como intermediario clave en la industria petrolera de Venezuela, Villalobos presuntamente recibió sobornos de empresas estadounidenses a cambio de ayudarlas a conseguir lucrativos contratos con la petrolera nacional. Fiscales españoles afirman que Villalobos actuó como testaferro de Rafael Ramírez, que fue presidente de PDVSA, exministro de Energía y aliado del difunto líder venezolano Hugo Chávez.

Documentos judiciales españoles afirman que el cargo de Villalobos lo convertía en la segunda persona con más poder en el Ministerio de Energía de Venezuela, donde trabajó en varios puestos de responsabilidad entre 2001 y 2006. Incluso después de que Villalobos se marchara para convertirse en contratista se "paseaba por PDVSA como si fuera un alto ejecutivo", dijo una fuente judicial española que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a referirse al caso.

“Nervis te ahogaría el negocio si no le pagabas. Para sobrevivir, te tenías que aliar con Nervis [Villalobos]", declaró a fiscales españoles Mathias Krull, un banquero alemán-venezolano condenado en Estados Unidos por lavado de dinero de PDVSA, en un documento obtenido por OCCRP.

Para 2008, Villalobos ya tenía una reputación internacional por sus negocios sucios. Un informe de 11 páginas de debida diligencia, que la policía halló en archivos de Credit Suisse, esbozaba múltiples acusaciones de corrupción contra él, incluido un supuesto soborno de 2,7 millones de euros vinculado a un proyecto hidroeléctrico que se repartió con Ramírez. Pero incluso esto no impidió que el banco trabajara con él.

En 2009, los fiscales españoles indican que poco después de que un banco suizo lo eliminara de su lista de clientes por indicios de corrupción con sus cuentas, el Credit Suisse en Mónaco le abrió una cuenta a Villalobos. Así que simplemente transfirió el dinero a su cuenta de Credit Suisse.

Los fiscales afirman que el venezolano canalizó casi 25 millones de dólares y 11,5 millones de euros a través de esa cuenta, que fue cerrada en 2012. Parte del dinero procedía supuestamente de sobornos pagados por empresas españolas por contratos energéticos, que el propio informe de debida diligencia había ya señalado como sospechosos.

Incluso la información personal proporcionada por Villalobos era problemática: cuando los periodistas buscaron la dirección de Caracas que dio para la cuenta, descubrieron que no existía.

Luego, en 2011, la filial suiza de Credit Suisse le abrió otra cuenta. Un mensaje de texto enviado en septiembre de ese año muestra que el contratista petrolero venezolano Abraham Shiera Bastidas intervino a nombre de Villalobos, después de que el banco tuviera dudas sobre el origen del dinero que el exfuncionario quería trasladar a Suiza. Bastidas después se declaró culpable de sobornar a funcionarios venezolanos, incluyendo a Villalobos, para obtener contratos de PDVSA.

"La institución no ha aceptado el palo", escribió Shiera a Villalobos, según documentos judiciales, usando jerga venezolana para referirse a millones. "Me piden facturas y órdenes de compra. Ya las presenté. Espero que se resuelva mañana".

El mensaje no nombraba el banco suizo al que se refería Shiera. Pero los datos bancarios filtrados de Suisse Secrets muestran que Credit Suisse abrió una cuenta para Villalobos solo cinco días después.

Al parecer, Villalobos podría haber usado esta cuenta para recibir sobornos.

Una imputación de Estados Unidos describe cómo Shiera y su cómplice, Roberto Rincón, pagaron 27 millones de dólares en una cuenta suiza conjunta propiedad de Villalobos y del venezolano Luis Carlos de León, quien en 2018 admitió ser parte del esquema de sobornos de PDVSA. Este dinero, dice, fue luego canalizado a cuentas pertenecientes a Villalobos y De León mantenidas en otro banco suizo no identificado.

Los datos bancarios filtrados muestran que Villalobos y De León abrieron cuentas en Credit Suisse el mismo día de septiembre de 2011, como se menciona en la acusación. En menos de dos años, la cuenta de Villalobos acumulaba activos por 9,5 millones de francos suizos mientras que la de De León tenía al menos 22,6 millones de francos suizos en activos.

Los abogados de Villalobos y De León no contestaron a las preguntas que se les enviaron.

Credit Suisse no respondió a las preguntas sobre Villalobos u otros venezolanos, pero los abogados del banco rechazaron la afirmación de que la institución tenía procedimientos inadecuados de debida diligencia o facilitaba delitos financieros.

"Credit Suisse no tolera ni apoya la evasión de impuestos, el blanqueo de capitales u otras actividades ilegales, cuenta con estrictos mecanismos de control y revisa y desarrolla sus políticas de forma continua", dijo en una carta la firma de abogados del banco, Latham & Watkins LLP.

Las nuevas cuentas

En total, los reporteros identificaron dieciséis cuentas de Credit Suisse que contenían por lo menos 162,9 millones de francos suizos pertenecientes a siete personas que fueron condenadas o acusadas de estar involucradas en este esquema de sobornos de PDVSA. En un caso, los datos parecen arrojar nueva luz sobre una investigación en curso.

José Roberto Rincón Bravo es el hijo de Roberto Rincón, quien en 2016 admitió en un tribunal estadounidense haber sobornado a funcionarios de PDVSA junto a Shiera. La policía española detuvo a Rincón Bravo en 2018 por sospechas de blanqueo de capitales de PDVSA. Le confiscaron a él y a su familia joyas, relojes, coches deportivos y una finca de 400 hectáreas cerca de Madrid con varias casas y un tentadero.

Sin embargo, Rincón Bravo aún no ha sido imputado en el caso y ha negado públicamente estar involucrado en los asuntos corruptos de su padre. En 2019 declaró a El Confidencial que sus costosos accesorios procedían "del trabajo, de ahorros de años". 

Pero los datos de Credit Suisse muestran que Rincón Bravo y su padre eran titulares de cuatro cuentas conjuntas que concentraron al menos 93 millones de francos suizos y que no han sido nombradas en ningún documento judicial hasta ahora. Tres de las cuentas alcanzaron su máximo de tenencia en diciembre de 2015, apenas dos semanas antes de que el padre de Rincón Bravo fuera detenido.

En Credit Suisse había varias cuentas conjuntas vinculadas a personas implicadas en la trama y a sus familiares. Dos pertenecían a personas que trabajaban estrechamente con Rincón y Shiera como contratistas de PDVSA. En total, los reporteros encontraron que siete individuos asociados con los sospechosos disponían de cuentas, que llegaron a tener un máximo de 20,1 millones de francos suizos.

Y esas no fueron las únicas cuentas vinculadas a los esquemas de corrupción de PDVSA que OCCRP encontró en los datos bancarios.

Al revisar los registros bancarios filtrados en busca de detalles sobre Villalobos, los reporteros también encontraron a otras personas relacionadas con otro fraude masivo en el que estuvo involucrado el exfuncionario. Esta trama usó facturas falsas para desviar unos 2.000 millones de dólares de la riqueza petrolera venezolana, que supuestamente se blanquearon a través de la Banca Privada d'Andorra.

Una vez más, se acusa a Villalobos de usar su posición para obtener sobornos de empresas extranjeras a cambio de contratos de PDVSA. Esta vez trabajó supuestamente con Diego Salazar Carreño, un primo del exministro de Petróleo Ramírez. Salazar está ahora en prisión en Venezuela por corrupción, mientras que Villalobos fue acusado en Andorra por este esquema. Hasta ahora ha logrado evitar la extradición.

Dos de los presuntos cómplices de Salazar también eran clientes de Credit Suisse, según los datos bancarios filtrados. Uno de ellos, el magnate venezolano de los seguros Omar Farías, tenía una cuenta con cuatro millones de francos suizos. Cuando abrió su cuenta, World Check –una base de datos de personas expuestas políticamente y entidades con mayor riesgo– ya tenía un perfil sobre él, que incluía varios artículos donde se planteaban interrogantes sobre su fortuna "milagrosa" y "escandalosa", así como su relación con Chávez.

Otro intermediario, José Luis Zabala, tuvo por lo menos 7,5 millones de francos en el banco (lea más sobre Zabala).

Ninguno contestó a los cuestionarios enviados para conocer su versión sobre estos hechos.

Un caso más reciente es el de Naman Wakil, que fue detenido en Miami en 2021 acusado de negocios corruptos con Venezuela. Entre 2010 y 2017, los fiscales estadounidenses indican que pagó sobornos para conseguir al menos 30 millones de dólares en contratos con PDVSA y unos 250 millones de dólares con la empresa estatal de alimentos de Venezuela.

Las autoridades dicen que Wakil invirtió parte de su riqueza en bienes inmuebles en Miami, incluyendo apartamentos frente al mar y en lujosas torres en el centro de la ciudad. Otros millones fueron supuestamente destinados a comprar un yate y un avión.

Los expedientes judiciales dicen que los fondos robados se blanquearon a través de cuentas en Estados Unidos, las Islas Caimán, Panamá y Suiza. OCCRP descubrió que Wakil abrió una cuenta en Credit Suisse en septiembre de 2011, que tres meses después tenía más de 3,7 millones de francos suizos.

"Los bancos suizos fueron los más frecuentes" en las tramas de corrupción de Venezuela, dijo el abogado y exfiscal estadounidense Michael Naddler, que trabajó en algunos de los casos. "Sean cómplices o no, ellos, te diría, permitieron que sucediera mucho de esto".

"Tradicionalmente, los bancos suizos han sido los que más y mejor guardan los secretos", añadió Naddler.

Graham Barrow, un experto independiente en delitos financieros, explicó que se fomenta la corrupción cuando los bancos permiten que los fondos robados entren al sistema financiero mundial.

"Si los bancos no dejan de conspirar con esta gente para legitimar fondos que nunca deberían entrar legítimamente en el sistema, nunca vamos a cambiar", afirmó. "La gente de Venezuela, Kazajistán y otros países seguirá siendo pobre".

Corrupción y crisis

Nadie sabe exactamente cuánto dinero fue saqueado de la petrolera nacional de Venezuela. Las estimaciones oscilan entre 11.000 y 300.000 millones de dólares sólo entre 2002 y 2014, tras la llegada de Chávez al poder y en medio de la bonanza de los precios del petróleo.

Pero los efectos del colapso económico han sido catastróficos. La inflación de los precios de los alimentos alcanzó un "asombroso" 1.700% en 2020, según el Programa Mundial de Alimentos, y la tasa de pobreza alcanzó el 94% el año pasado. Mientras que Venezuela se hundía en una crisis humanitaria, el dinero del petróleo que debería haber servido para pagar escuelas y hospitales, se movía hacia cuentas en el extranjero.

"En los últimos 18 años, PDVSA fue de mal en peor. De lo inverosímil a lo absurdo", dijo César Mata-García, un abogado venezolano especializado en la industria energética.

El efecto de la corrupción de PDVSA es evidente en las deterioradas ciudades fantasma de la orilla oriental del Lago de Maracaibo, donde las calles llenas de trabajadores petroleros y sus familias han sido reemplazadas por cementerios de coches abandonados. En toda la zona, una alerta constante de la decadencia de la empresa se filtra sin cesar en el agua.

"Se estima que entre 60 y 80 barriles se filtran diariamente desde los pozos y las tuberías hacia el lago", dijo un alto empleado de PDVSA al OCCRP. Pidió el anonimato por miedo a represalias.

David, un buzo especializado en el mantenimiento de equipos submarinos, que no quiso dar su nombre completo, dijo que la empresa solía tener unos 50 barcos que transportaban constantemente a los equipos de reparación por el lago.

"Hace años, podía cubrir una media de 17 fugas al día", dijo, y añadió que ninguna de esas embarcaciones funciona ya. "Más de 20 se han hundido y a muchos otros les faltan piezas".

Pero a pesar de vivir en el epicentro petrolero del país con la mayor reserva de crudo del mundo, los residentes de Maracaibo siguen sin poder comprar suficiente combustible. La escasez llegó a ser tan grave en 2019 que el gobierno del estado impuso un racionamiento, lo que llevó a una desesperada lucha por los suministros. 

Los habitantes de Maracaibo son conocidos en Venezuela por su gracia e ingenio. Por eso, bautizaron como “rápido y furioso” un particular método para llenar los tanques de sus coches, haciendo alusión a la franquicia hollywoodense de Fast and Furious.

Justo antes del amanecer, una mañana de noviembre de 2021 en Maracaibo, al menos 100 coches permanecían aparcados cerca de una estación de servicio. Los conductores acababan de recibir un mensaje que les advertía que ese día habría combustible disponible. Como de costumbre, esperaban la señal en sus teléfonos para poder comprar hasta 30 litros de gasolina. De repente, se desató “la furia” y un enjambre de vehículos se precipitó hacia la estación para llegar primeros y tener un cupo, sonando sus ruidosas cornetas a toda velocidad.

Los habitantes del estado de Zulia lamentan tener que buscar combustible en una región tan rica en petróleo. Luis, que hasta 2005 construía los pilotes que sostienen las plataformas petrolíferas en el Lago de Maracaibo, recuerda que antes se formaban charcos en el piso.

"Caminaba descalzo y llegaba con los pies manchados de petróleo", recuerda Luis, que ahora trabaja en un taller de reparación de coches. "Brotaba del suelo, como brota el sudor de la piel”.

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“Nosotros en el Zulia hemos sostenido a Venezuela. Hemos dado demasiado para lo poco que hemos recibido. Y lo más triste es que estamos parados sobre el petróleo".

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InfoLibre, Miami Herald y NDR contribuyeron a la investigación.

Desde los confines de su pequeña lancha, Roberto ha sido testigo del ascenso y la caída de la industria petrolera de Venezuela. Durante una década, ha transportado a trabajadores desde las orillas del Lago de Maracaibo hasta las vastas instalaciones que alguna vez fueron la joya de la corona de la compañía más importante del país.

UN CASO DE SOBORNO CERCANO A CASA

Otros dos empresarios venezolanos, Francisco Morillo y Leonardo Baquero, también tenían cuentas en el Credit Suisse, a pesar de estar siendo investigados en un caso de soborno y blanqueo de dinero en Suiza.

Fiscales suizos están estudiando denuncias contra ellos por haber dirigido un esquema para fijar precios y amañar licitaciones de venta de crudo de PDVSA, lo que, según funcionarios de la petrolera venezolana, le costó a la compañía "miles de millones de dólares en pérdidas".

Documentos de un caso estadounidense contra ellos, que fue desestimado en 2019 ya que el juez consideró que el tribunal no tenía jurisdicción, muestran que Baquero y Morillo están acusados de sobornar a varios funcionarios de PDVSA para que les ayudaran a clonar un servidor de la compañía. Luego, supuestamente, usaron la información privilegiada que obtuvieron y se la vendieron a multinacionales del sector como Trafigura AG, Vitol Energy y Glencore.

Los registros bancarios filtrados muestran que ambos acumularon activos de por lo menos 71 millones de francos suizos en varias cuentas de Credit Suisse entre 2012 y 2014. Eso incluye una cuenta que compartieron con Yanira del Valle Marcano Alfonzo, una de las presuntas cómplices de Baquero y Morillo, quien trabajaba en su empresa.

Al ser contactado por la relación de su cliente con Credit Suisse, el abogado de Morillo en Suiza, Jean-Marc Carnicé, sólo confirmó que su cliente estaba bajo investigación judicial en ese país y que ha "cooperado plenamente" con el proceso. Los abogados de Leonardo Baquero no respondieron a las preguntas del OCCRP y sus socios.

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