Los países de la UE rechazan menos del 1% de las solicitudes para exportar armas
Las armas forman parte de nuestra política exterior, no de nuestra política económica. Pero este hecho no siempre se reconoce, sostiene Siemon Wezeman, investigador principal en el Instituto Internacional de Estocolmo de Estudios para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés). "Competimos en los mercados por razones puramente comerciales. Las transferencias de armas, también dentro de la UE, evidencian que las razones políticas son lo principal", asegura.
En términos económicos, los Estados miembros de la UE obtuvieron casi 190.000 millones de euros por la venta de armas y equipos militares en todo el mundo entre 2013 y 2020.
Las razones políticas no parecen tener el mismo peso. Los países de la UE vendieron armas a zonas de conflicto, a países sometidos a embargos e incluso a ambas partes de un conflicto. Algunos Estados miembros pueden denegar a las empresas una licencia de exportación, pero esto no siempre significa que las armas no lleguen a su destino.
Entre los 10 principales destinos de las exportaciones de armas de los países de la UE están Arabia Saudí, Egipto, Catar, Argelia y Emiratos Árabes Unidos. Parece que los Estados miembros exportan armas, independientemente de la situación interna del país de destino.
Investigate Europe ha analizado cómo funciona la política de la UE respecto al comercio de armas y cuáles son los datos más relevantes en el mercado de las exportaciones de material militar: qué países venden más, cuáles son los principales destinos, cómo evoluciona el mercado, cuántas licencias se deniegan y por qué motivos... Todo ello se explica en este reportaje, que forma parte de una serie sobre el poder militar europeo elaborada por Investigate Europe y en la que infoLibre colabora como único medio español [puedes leer aquí las informaciones anteriores].
El análisis se basa en la información del Grupo de Trabajo sobre Exportaciones de Armas Convencionales (COARM, en inglés), un organismo de la UE que recoge los datos de 23 países (Alemania, Bélgica, Chipre y Grecia no informan sobre el valor de sus exportaciones). Las cifras de Alemania constan en sus informes nacionales. El periodo de tiempo estudiado son los ocho años de 2013 a 2020.
Buenas normas... sobre el papel
La UE cuenta desde 2008 con una política compartida de exportación de armas, denominada Posición Común. "Es un buen documento", afirma Tobias Heider, asesor en materia de seguridad y defensa del grupo Los Verdes-ALE en el Parlamento Europeo.
La Posición Común incluye ocho criterios que los Estados deben tener en cuenta a la hora de conceder licencias de exportación: las obligaciones internacionales y la seguridad nacional de los Estados miembros; el respeto de los derechos humanos y la situación interna en el país de destino; el comportamiento del país comprador frente a la comunidad internacional; el mantenimiento de la paz y estabilidad regionales; el riesgo de que el material militar se desvíe o reexporte en condiciones no deseadas, y la compatibilidad de las exportaciones con la capacidad económica y técnica del país receptor.
Lo único que falta en estos criterios es la corrupción y el estatus democrático del país receptor, señala Heider. "Por lo demás, es una gran política, al menos sobre el papel. Pero en la práctica, estos ocho criterios apenas desempeñan un papel en las decisiones de exportación de la mayoría de los países", añade.
Investigate Europe reveló recientemente que 10 Estados miembros de la UE han exportado a Rusia equipos militares por valor de 346 millones de euros en los últimos años, a pesar del embargo que entró en vigor en julio de 2014.
En total, los países de la UE han exportado a Rusia equipos militares por valor de 607 millones de euros en el periodo comprendido entre 2013 y 2020. El valor de las exportaciones de armas a Ucrania fue de 320 millones de euros.
Alemania, Francia y España: los tres principales exportadores
Alemania es el principal exportador de armas de la UE, con ventas por importe de 49.400 millones de euros entre 2013 y 2020, según los informes nacionales alemanes. Le sigue de cerca Francia, con 48.700 millones en el mismo periodo de ocho años. Estos dos países acumulan la mitad de las exportaciones de armas de toda la UE, según los datos oficiales disponibles.
En la lista de grandes exportadores figuran a continuación España, con 30.000 millones de euros, e Italia, con 22.000 millones.
Exportación de armas a lo largo de los años
Las exportaciones de armas de Alemania y Francia aumentaron a partir de 2014. Alemania duplicó el valor de sus exportaciones en un año, pasando de unos 3.900 millones de euros a 7.800 millones en 2015.
En 2019 se batió el récord para ambos países: 10.000 millones de euros en exportaciones de armas por parte de Francia y 8.000 millones por parte de Alemania. La caída en 2020 fue enorme, especialmente en el caso de Francia.
¿Qué pasó con el comercio de armas en 2019?
Francia registró ese año ventas a Catar por valor de 3.300 millones de euros. Se trata de la mayor transacción individual de toda la base de datos del COARM. Francia no informa sobre el tipo de equipo militar vendido. Pero según la información de las licencias emitidas para Qatar, este país adquirió ese año bombas, misiles, cohetes, equipos blindados y de protección, aviones y vehículos terrestres, equipos electrónicos, tecnología y software.
En cuanto a Alemania, en 2019 le vendió material militar a Hungría por un valor de casi 1.800 millones de euros, incluidos misiles, bombas, municiones, tecnología y equipos electrónicos.
España alcanzó su mayor cifra en 2017, con 4.346 millones facturados por venta de armas al extranjero.
¿Adónde van las armas de la UE?
Las exportaciones a Catar o Hungria son dos ejemplos puntuales de grandes transacciones. Pero, en conjunto, los dos principales destinos de las armas de la UE son Estados Unidos y Arabia Saudí. En el periodo comprendido entre 2013 y 2020, más de 15.000 millones de euros en armas y equipos militares de la UE acabaron en Estados Unidos, y más de 12.000 millones en Arabia Saudí.
Entre los principales destinos se encuentran también los mayores exportadores de la UE, Alemania y Francia, que venden y compran en grandes volúmenes a otros Estados miembros.
El siguiente gráfico muestra los diez principales destinos de los cuatro grandes exportadores de armas de la UE. Hay dos nombres que se repiten: Reino Unido y Arabia Saudí. Este último, un régimen no democrático, es el primer destino de las exportaciones de Francia, el tercero de las ventas de España, el quinto de las de Italia y el noveno de las de Alemania.
Las licencias se pueden denegar, pero casi siempre se aprueban
La UE tiene esta norma: cuando un Estado miembro deniega una licencia de exportación de armas, debe notificarlo a los demás Estados miembros a través del llamado sistema en línea COARM. También tiene que explicar el motivo.
El motivo más frecuente (40%) de todas las denegaciones fue la "existencia de un riesgo de que la tecnología o el equipo militar se desvíe dentro del país comprador o se reexporte en condiciones no deseadas". Otro motivo muy común fue la falta de respeto a los derechos humanos en el país de destino o su situación interna.
Entre 2013 y 2020, los países de la UE denegaron 2.210 licencias de exportación de armas. En el mismo periodo se aprobaron 323.602 licencias. Esto significa que sólo el 0,7% de todas las solicitudes de licencia fueron rechazadas.
El mayor número de licencias denegadas entre 2013 y 2020 fue para Rusia, Pakistán, Tailandia, China y Ucrania (más de 100 para cada uno de estos destinos).
La práctica del 'undercutting'
Los Estados de la UE pueden “revisar” una licencia que ha sido denegada previamente en otro país, lo que obliga a realizar una “consulta” con este último. En caso de que finalmente el primero opte por otorgar la licencia, debe explicar las razones al Estado que la había rechazado. Los informes del COARM muestran que se produjeron 925 consultas, lo que significa que casi el 40% de las licencias denegadas fueron revisadas por otros Estados miembros. El resultado de las consultas no es público.
Que un Estado miembro otorgue una licencia que ha sido previamente denegada por otro país es una práctica conocida en el argot comunitario como "undercutting".
"La Posición Común dice que no se puede hacer undercutting", explica Siemon Wezeman, del SIPRI. Considera que un gobierno no debería hacerse cargo de una entrega de armas que otro país ha rechazado. "Pero esto sigue ocurriendo", señala Wezeman.
Hay diferentes formas de undercutting. El término en sí mismo también puede ser engañoso, explica el experto en comercio de armas: incluso si todos los países rechazan la misma licencia, puede haber espacio para que algún país exporte un arma similar.
"Y esa es la cuestión: ¿cómo de similar tiene que ser para que se convierta en undercutting? Es un debate muy técnico", destaca Wezeman.
La información sobre las licencias denegadas es confidencial, excepto en los Países Bajos.
El análisis de los informes del COARM realizado por Investigate Europe muestra que la República Checa es el país que más consultas inició con otros Estados de la UE. Por tanto, el gobierno de Praga revisó muchas licencias denegadas por otros países.
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Por otro lado, Alemania recibe muchas consultas. Esto significa que las autoridades alemanas se han negado a conceder licencias que algunos otros Estados miembros estaban dispuestos a vender más tarde.
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Con información de Nico Schmidt y Attila Kálmán