Septiembre abre paso a uno de los cursos políticos más emocionantes de los últimos años. El Congreso es un complejísimo sudoku en el que el Gobierno de coalición tiene que hacer malabares para seguir adelante. Y Podemos es una pieza esencial para que se aprueban leyes de la coalición de PSOE y Sumar. Los de Ione de Belarra tienen clara la hoja de ruta para los próximos meses y se marcan tres grandes campos: la vivienda, el feminismo y la política migratoria.
Podemos despliega su acción en dos espacios principalmente: las Cortes y el Parlamento Europeo. Belarra lidera en el legislativo español, donde negociará coma a coma cada una de las propuestas que lleve la coalición a la Carrera de San Jerónimo, como indican en el partido. Y, además, recobra mucha fuerza el papel de Irene Montero, con el foco ahora en Estrasburgo y como referente feminista, según emiten en el núcleo duro de los morados.
En Podemos trasladan que arrancan el curso “con fuerza, energía y la plena convicción de que es posible volver a poner en pie en España una izquierda verdaderamente transformadora que resuelva los problemas de la ciudadanía, como el altísimo precio de la vivienda, e impulse políticas feministas, antirracistas y ecologistas valientes”.
"Políticas ambiciosas"
La sensación que tienen los de Belarra es que la coalición de esta legislatura es menos ambiciosa que en el anterior periodo donde estaban integrados en el equipo de Gobierno. "Es evidente que el PSOE ha renunciado a cualquier transformación y que su apuesta son políticas conservadoras que le acercan más al PP que a la mayoría que invistió a Pedro Sánchez como presidente hace un año. El acuerdo para el Consejo General del Poder Judicial que legitima la guerra sucia judicial o su propuesta en materia migratoria son buenos ejemplos de ello”.
Según defienden los morados, más que nunca, “para frenar a las derechas se necesitan políticas ambiciosas”. “En este contexto, buscaremos impulsar avances en temas clave como la vivienda, el feminismo o el antirracismo”. Y avisan al Ejecutivo del PSOE y de Sumar que “harán valer sus votos para impedir recortes como los que el Ejecutivo intentó colar en el pasado curso en materias como la cotización de los parados mayores de 52 años y el bono social eléctrico”.
De esta manera, los de Belarra buscan afianzar la situación en la que se encuentran después de haber abandonado el grupo parlamentario de Sumar y por sentirse desplazados, lo que los llevaba a no tener margen de acción y de presión. Su apuesta es por que las políticas progresistas sigan instaladas en el Palacio de La Moncloa, pero no piensan acceder a iniciativas que, en su opinión, viren hacia la derecha.
Asimismo, en esta temporada van a poner en primera línea la política internacional, especialmente en los temas relacionados con el genocidio en Palestina. Uno de sus principales hilos argumentales estará trenzado por la denuncia de “la complicidad de los gobiernos de Europa y EEUU con el genocidio en Palestina, del que se cumplen ya once meses”, comentan en la sede de los morados.
La vivienda se ha convertido en una de las grandes obsesiones de Podemos para este curso y la formación va a desplegar iniciativas en el Congreso, empezando por este primer Pleno de septiembre. Además, se quiere denunciar la inacción de las administraciones sobre esta cuestión y pondrá en el foco el Ministerio encabezado por Isabel Rodríguez. En su opinión, la ley de vivienda no se está desplegando como se diseñó en un primer momento en la pasada legislatura.
Su "propio camino"
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En clave del espacio es que Podemos sigue su “propio camino”, como señalan en el partido. Ahora se centra en la labor en las Cortes y no tiene previsto abrir un periodo de negociaciones con el resto de partidos después de la traumática experiencia con la confluencia con Sumar y la posterior salida. Los morados no se van a centrar en fórmulas electorales y creen que eso llegará una vez haya elecciones, pero el horizonte es lejano con 2027 siendo el super año con las generales, municipales y autonómicas.
Lo que sí tienen en mente es celebrar su Universidad de Otoño en Madrid los días 19 y 20 de octubre en la que quieren presentar sus grandes propuestas y su hoja de ruta. Una cita para ponerse al día y mantener viva la llama del partido, que analiza que la negociación de coaliciones será totalmente distinta en el próximo ciclo que vendrá. Además, no se prevén movimientos internos en lo orgánico, donde la organización está perfectamente controlada por Belarra y Montero.
Podemos sí tiene por delante una serie de asambleas para renovar liderazgos territoriales, una de las cuestiones donde siempre fracasó el partido, que nunca consiguió crear una potente red en las autonomías y municipios. En lo que queda de año se enfrentará a la difícil tarea de armar liderazgos en Euskadi, Extremadura, Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha y La Rioja.
Septiembre abre paso a uno de los cursos políticos más emocionantes de los últimos años. El Congreso es un complejísimo sudoku en el que el Gobierno de coalición tiene que hacer malabares para seguir adelante. Y Podemos es una pieza esencial para que se aprueban leyes de la coalición de PSOE y Sumar. Los de Ione de Belarra tienen clara la hoja de ruta para los próximos meses y se marcan tres grandes campos: la vivienda, el feminismo y la política migratoria.