Discurso ante la Junta Directiva del PP
Rajoy esconde ante la cúpula del PP los puntos oscuros de su relato de la recuperación
Transcurridos dos años de su última reunión, el Partido Popular celebró este martes su Junta Directiva Nacional, el máximo órgano de partido entre congresos y que agrupa a unos 600 dirigentes. Con esta cita, Rajoy dio el pistoletazo de salida a la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo aprovechando para llamar al orden a los suyos reclamándoles que no se distraigan y se centren en dos cosas. La economía y ganar las elecciones. "Economía, economía y economía. Eso es lo único que hay en la cabeza del jefe", subrayaba a la salida de la reunión uno de los barones regionales.
A nadie se le escapó que cuando llamaba al orden se refería a que cesaran los enfrentamientos subidos de tono que durante la semana pasada mantuvieron el PP de Castilla-La Mancha, en manos de María Dolores de Cospedal, y el PP andaluz a cuenta de los pésimos resultados en las elecciones andaluzas. Una pelea detrás de la que no pocos en el partido ven también la mano del entorno de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica y Local. Y que, según Rajoy, "sólo importa a 25".
Y, para dejar constancia de que él no se cuenta entre esos 25, el presidente del Gobierno y del PP hiló un discurso de marcado tinte económico. Una especie de macroargumentario para que sus candidatos lo desplieguen en todos sus actos públicos. "Nos dirán con razón [los electores], y hay que reconocerlo, que les hemos defraudado en cosas, claro que sí. Y nosotros podremos decirles, sin engañarles que hemos acertado en lo importante, y que los resultados están a la vista", sostuvo tras instar a su auditorio a acercarse "hasta el último votante" para contarle que "ha valido la pena".
A la hora de exponer los "resultados" que a juicio de Rajoy "están a la vista", el presidente del PP hizo un repaso de los datos a los que recurre en casi todos sus discursos públicos. Los mismos que desglosó, por ejemplo, en el debate sobre el estado de la nación. Faltó, no obstante, la letra pequeña de algunas de las cifras a las que recurre para cimentar su teoría de la recuperación. Faltaron los detalles que empañan su balance triunfalista.
A continuación se repasan y contextualizan algunos de estos datos que Rajoy borró de su discurso [consúltalo aquí en PDF].
PARO
El presidente llegaba a esta reunión en la que estaban presentes gran parte de los ministros del Gobierno, de los barones territoriales y de los alcaldes de las principales ciudades un día después de conocerse los datos de paro correspondientes al mes de marzo: 60.214 desempleados menos y 160.579 nuevos afiliados a la Seguridad Social.
"Los datos de ayer [por el lunes] en materia de paro y Seguridad Social son magníficos y hay que decirlo, porque es la verdad, y porque son magníficos, y porque suponen una fundada esperanza de encontrar un puesto de trabajo para aquellos que todavía no lo han encontrado. Y, por tanto, hay que decirlo, el dato de Seguridad Social es el mejor de la historia, el mejor en un mes de marzo y el dato del INEM es el mejor desde el año 2002. Amigas y amigos, cuando llegamos al Gobierno, el paro aumentaba un 9,6% al año, ahora se reduce un 7,2% al año, algo ha cambiado, menos 9,6, más 7,2", señaló.
¿Qué se esconde tras estos datos? Según informó este diario tras conocerse los datos hay algunas razones para rebajar el optimismo. Evidentemente no puede negarse que haya creado empleo. Pero esto ha sido a costa de la calidad y la estabilidad de los nuevos puestos de trabajo. Baste una cifra: en marzo, sólo uno de cada diez contratos fue indefinido. Y de estos, el 43% fueron de tiempo parcial.
Además, la tasa de cobertura al desempleo es la más baja desde 2001. Si en febrero de 2014 cobraban prestación 2.750.074 parados, en febrero de 2015 la cifra descendió hasta los 2.372.615.
Pese a que Rajoy los datos le parezcan "magníficos", estos muestran que el Gobierno no ha mejorado la herencia recibida contra la que tanto carga. En noviembre de 2011, cuando se celebraron las últimas generales, en el Inem había registrados 4.420.462 parados. En marzo de 2015, 4.451.939. Y los afiliados a la Seguridad Social, que ahora están en 16.832.801, eran 17.248.530.
Déficit
"Teníamos todos déficit público, inflación, déficit del sector exterior, deuda externa y encima, por si eso no fuera suficiente, medio sistema financiero español quebrado". Esta fue una de las tres veces que el presidente del Gobierno se refirió en su discurso al control del déficit. En todas ellas lo hizo en el mismo sentido: para elogiar los esfuerzos del Gobierno y de los dirigentes del PP con responsabilidades políticas a la hora de cuadrar las cuentas. No obstante, no se refirió a uno de los datos que protagonizó el Consejo de Ministros del 27 de marzo.
Ese día, el ministro de Hacienda. Cristóbal Montoro, y la vicepresidenta del Gobierno dieron los datos de déficit público a cierre de 2014. La cifra, el 5,7%, estuvo dos puntos por encima del objetivo que el Gobierno había asumido (5,5%).
Santamaría sostuvo en rueda de prensa que el Gobierno había pactado primero con Bruselas un déficit del 5,8%, aunque después optó por ser "más exigente" y se comprometió a bajarlo al 5,5%. Y justificó que el desvío se achacaba a la devolución del céntimo sanitario.
Deuda
No estuvo entre los datos que Rajoy desplegó ante los suyos. El presidente del Gobierno escondió otro dato que empaña su gestión: el de la deuda. En lo que va de legislatura, la carga de la deuda ha crecido en cerca de 300.000 millones de euros hasta situarse en el 98,1% del PIB.
El pasado año, 2014, la carga aumentó en 67.777 millones de euros, 186 millones al día y llegó a 1,033 billones. Para encontrar un porcentaje de deuda en relación al PIB tan elevado hay que remontarse a principios del siglo XX.
Pese a que el Gobierno sostiene que la deuda pública comenzará a bajar a partir de 2016 por el mayor crecimiento económico, la reducción del déficit y la “limpieza de deudas pendientes”, en palabras del secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, no será tan fácil. A juicio de los expertos, esto sólo será posible cuando se articulen políticas de estímulo de la demanda que permitan crecimientos de alrededor del 3% en España y en la eurozona.
SANIDAD
No es la primera vez que el presidente del Gobierno se erige en garante del estado de bienestar. Es un argumento recurrente desde el pasado verano. "Hemos mantenido un sistema sanitario que es de los mejores del mundo, y a ver quién me dice lo contrario. Y hoy hay, para los que citan algunas cosas, 884.298 personas más en España con tarjeta sanitaria que cuando llegamos al Gobierno, que en el año 2011, 884.000 más", precisó.
La cifra de personas que, según los cálculos del Ejecutivo, han logrado tarjeta sanitaria desde que el PP llegó al Gobierno, es menor que la de los inmigrantes irregulares que se quedaron sin tarjeta sanitaria –870.000– tras una decisión del ministerio de Sanidad, por entonces en manos de Ana Mato.
Ahora, el actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha rectificado esta iniciativa de su antecesora, y la semana pasada anunció que los sin papeles tendrán derecho a atención primaria. Lo que recuperarán será la tarjeta sanitaria.
En este momento, y a la espera de que las comunidades autónomas decidan cómo articular este cambio, los inmigrantes irregulares sólo tienen atención gratuita garantizada en urgencias, parto y posparto.
Las listas de espera tampoco son un asunto menor. Según los datos recabados por infoLibre, las listas de espera para operarse han crecido un 18,7% de media desde 2011 en al menos 11 de las comunidades autónomas.
Educación
"Hemos mantenido nuestro sistema de educación". Esta fue su única referencia a esta política social. En esta ocasión, ni siquiera citó la cuestión de las becas, como sí sacó pecho en el debate sobre el estado de la nación asegurando que había dedicado a esta partida "el mayor presupuesto de toda la historia".
Con José Ignacio Wert en el Ministerio de Educación, el departamento ha metido un importante tijeretazo a las becas. El informe Datos y Cifras del Curso Escolar recoge un recorte de 75 millones de euros en el dinero dedicado a becas en el curso pasado. Según las cifras oficiales el importe pasó de 1.486 millones en el curso 2012-2013 a 1.408 en el 2013-2014.
Otra partida por la que también ha pasado la tijera tiene que ver con la educación compensatoria, la principal vía de adaptación al sistema educativo de los colectivos más desfavorecidos. Sólo en el último año, estos programas se han desplomado un 90%.
Dependencia
El PP y el Gobierno anunciaron a finales de 2014 que tras un inicio de legislatura centrado en lo económico llegaba una etapa muy centrada en lo social. Sin embargo, como puede observarse en los dos capítulos anteriores, poco abundó Rajoy en su concepción de estado de bienestar y en las políticas sociales. Tras pasar de puntillas por educación y sanidad, el presidente del Gobierno obvió la Dependencia.
A finales de 2014, la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales emitió un comunicado en el que, atendiendo a los datos publicados por el propio Ministerio de Sanidad, se denunciaba que el Sistema de Atención a la Dependencia había perdido 9.289 beneficiarios en el mes de julio y que se atiende a 14.104 personas menos que cuando Rajoy fue nombrado presidente, en diciembre de 2011.
El pasado febrero, la misma organización denunció que desde 2012 uno de cada cinco dependientes murió en la lista de espera sin haber recibido una prestación que tenía reconocida.
Pensiones
El mayor gasto social del Gobierno va destinado al pago de pensiones y prestaciones de desempleo, según repiten machaconamente los miembros del Gobierno.
"Cuando llegamos al Gobierno se gastaba en pensiones al mes 7.189 millones de euros. Hoy mil más cada mes", dijo Rajoy a los suyos.
Lo que no citó es que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social se ha reducido un 36%. En dos años, el Gobierno del PP ha sacado de la hucha de las pensiones 18.651 millones de euros. Este fondo alcanzó su máximo en 2011, con 66.815 millones; ahora quedan 42.675,98.
Pobreza y desigualdad
Poco dijo Rajoy sobre la pobreza y la cada vez más grande brecha entre ricos y pobres en España. "Por primera vez en varios años, y son los datos de Eurostat, las personas en riesgo de pobreza en nuestro país o los datos sobre desigualdad están yendo a mejor. Por primera vez en el año 2013, y aún no tenemos los datos del 14, pero tened la total y absoluta certeza que serán mejores que los del 13, que fueron mejores que los del 12, que fueron mejores que los del 11". Fue su única mención.
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Pero hay otros datos que dibujan un panorama mucho menos optimista, Por ejemplo, el último informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT). El pasado diciembre, la organización alertó de que en cuestión de salarios, España es el país entre los desarrollados en los que más ha aumentado la desigualdad durante la crisis.
La misma fuente señalaba que la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres había aumentado entre un 40% y un 50% durante la crisis.
Estos silencios de Rajoy se completaron con el silencio de los asistentes a la reunión. Sólo él, precedido de Carlos Floriano, vicesecretario de Organización y Electoral, y de Cospedal tomaron la palabra en una cita marcada por fuertes tensiones internas tras la derrota en las elecciones andaluzas. En estos comicios, el PP cosechó su peor resultado desde 1990. Y perdió 17 escaños respecto a los de 2012.