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El adalid del lobby israelí, un heredero de empresas abonado a la élite y rendido a su 'rockstar' Ayuso

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En junio, en una entrevista en la televisión del diario argentino La Nación, el periodista presentaba así al entrevistado: "Es, dicen algunos, uno de los mentores de Isabel Díaz Ayuso". El aludido no alteró el gesto en lo más mínimo. ¿Quién es? Si las influencias de Israel en España se dibujasen en un mapa, en el centro del mismo podría aparecer la figura de este rico empresario judío y español llamado David Hatchwell, cuya red de conexiones en el friso entre los negocios y la política es tan amplia como intrincada. Y constituye por sí misma una muestra de cómo las posiciones proisraelíes más duras sobre el conflicto con Palestina han tejido complicidades en círculos de la élite española.

Hatchwell en persona y el tejido asociativo que ha formado promocionan un mensaje que va más allá de la defensa de Israel para situarse en abierta batalla política contra la izquierda y en propaganda a favor de las siglas de la derecha. Especialmente, del PP. Y, dentro del PP, en concreto de Isabel Díaz Ayuso, muy próxima al empresario y activista. Al mismo tiempo, Hatchwell hace negocio con el ladrillo en Madrid y pretende levantar un museo en suelo público.

A pesar de los intentos a través de diferentes vías, infoLibre no logró hablar ni obtener respuestas de Hatchwell.

Dos obsesiones

La última eclosión del conflicto evidencia un endurecimiento de las posturas de un sector de la España conservadora, cambio que ha generalizado –en ese sector– las actitudes de aprobación a los ataques de Israel a la población civil en Gaza como respuesta a la agresión terrorista de Hamás. Se ha convertido en una pauta: la introducción en cualquier análisis de elementos contextuales o de críticas a Israel es recibida como una muestra de aversión a Israel o hasta al judaísmo. ¿Cómo ha pasado? Es difícil precisar el origen de un clima de opinión y una retórica dominante. Pero entre las causas habría que introducir a Hatchwell, que lleva más de diez años apretando en ese punto.

Hatchwell es estos días una voz solicitada. Sus declaraciones lo ubican políticamente. En una entrevista con El Toro TV atacaba al Gobierno adelantándose a la Embajada de Israel: "Me da vergüenza que la vicepresidenta [Yolanda Díaz] no tenga la claridad moral de decir de manera tajante que el problema es Hamás [...]. Nuestro Gobierno, [de] una vez por todas, debe desprenderse de [...] Podemos, que es proiraní, prohamás, [...] un cáncer para nuestro país".

Hatchwell tiene dos obsesiones. Una, negativa: Podemos-Sumar. Otra, positiva: Ayuso. Con ella es posible verlo en la presentación de un documental, sentados el uno junto al otro (2019); en un acto para estrechar lazos con Israel y Emiratos Árabes (2022); o en un un desayuno informativo en el Ritz (2023). Ayuso es, según Hatchwell, "una mujer extraordinaria, joven, pero con un talento increíble, que dice la verdad, que la gente entiende que es una persona de bien, que además no tiene un afán político [...] por ser lideresa, por eso no es candidata [...] en las elecciones nacionales".

La presidenta suma un mérito impagable. "Fue capaz –añadió Hatchwell en la entrevista de junio– de descabezar una hidra comunista populista que estaba [...] empezando a destrozar España". El empresario ve "una clave iraní muy potente" en el "chavismo" español, porque Podemos está "financiando" por Irán "a través de Hispan TV y del "pago específico" del móvil de Pablo Iglesias, acusaciones que no detalló. También rechazaba Hatchwell el "sanchismo", por ser "un liderazgo terrible que ha puesto en jaque la Constitución y está muy ligado a casos de corrupción", que no precisó. Este negro panorama contrasta con la gestión de "Isabel", por su nombre de pila, "reflejo de 25 años de políticas muy buenas", en referencia a la etapa del PP en Madrid. Ahí, de corrupción, no dijo nada.

Grupo Excem y Eurovegas

¿Quién hay tras estas opiniones? Como es regla sociológica, para entender al individuo hay que conocer su origen. Un origen privilegiado.

David es hijo del ya fallecido (2011) Mauricio Hatchwell, fundador en 1971 del Grupo Excem, que con los años pasó de ser una empresa comercial española a convertirse en un gigante internacional que actualmente abarca teleco, ladrillo y consultoría. Su presidente hoy es David Hatchwell, también en la cúspide de una de las joyas de la corona del grupo, la socimi, es decir, un tipo de fondo de inversión centrado en el ladrillo para alquiler y cuestionado por su ventajoso régimen fiscal. En el caso de Excem, la socimi está especializada en "pisos compartidos" para "jóvenes". Su actividad se centra en Madrid.

El heredero Hatchwell se ha implicado en sus propios proyectos. El más sonado salió mal: Eurovegas. El hijo del patriarca es citado con frecuencia como el principal responsable, a través de sus mediaciones con la política y el dinero, de que Sheldon Adelson planeara montar su macrocasino en Alcorcón (Madrid). El viejo magnate estadounidense acabó dando el sí... antes de acabar virando al no y dejando colgada la inversión de 30.000 millones de dólares que prometía la Comunidad de Madrid, que se volcó con el proyecto.

Dazn, 'Malinche' y un medio en Tik Tok

El fiasco de Eurovegas no hizo mella en Hatchwell Jr., que mantiene su impecable imagen de hombre de éxito. Lo ayuda un currículo reluciente, incluido el paso de juventud por la Universidad de Georgetown, en Washington, y arranque profesional en Goldman Sachs (1990-1992), símbolo de los abusos que cebaron la Gran Recesión. Hoy Hatchwell extiende su presencia a diversos empeños. En Dazn, grupo global de streaming deportivo, es "asesor estratégico". Además, es productor ejecutivo e inversor en el musical de Nacho Cano Malinche. Se trata de un espectáculo marcado por la controversia. ¿Por qué? Cano pretendía usar, a cambio de un canon anual de 450.000 euros, un terreno municipal de 19.000 metros cuadrados en Madrid, levantando una pirámide de unos 30 metros. Pese a la defensa que del proyecto hacía Ayuso –a su vez adorada por Cano–, el músico acabó renunciando a la parcela y trasladándolo a Ifema.

Hatchwell apoyó en su origen otro proyecto, Ac2ality, el medio informativo en español con más seguidores en Tik Tok, 4,5 millones, centrado en adolescentes y veinteañeros, a los que ofrece una traducción visual de las noticias de los periódicos. No hace falta detenerse en la influencia de una herramienta así. En junio de 2021, Daniela McArena, fundadora de Ac2ality, afirmó que Hatchwell era uno de sus "socios estratégicos" y le agradeció el rápido crecimiento del proyecto. Así se pronunció en la presentación de la asociación Zakut, una "aceleradora" de empresas impulsada por Hatchwell. Ac2ality asegura a infoLibre que ni Hatchwell ni Zakut mantienen hoy vinculación con la compañía.

El selecto patronato de la fundación

Hatchwell hijo también heredó de su padre el activismo proisraelí. Mauricio Hatchwell fue fundador del Comité Internacional Judío Sefarad y presidente de la Federación Sefardí. En 2006 protagonizó un choque con el Gobierno de Zapatero, tras acusarlo de verter declaraciones "antisemitas". El presidente había acusado a Israel de usar una "fuerza abusiva" en Líbano. Tanto el Gobierno como la Federación de Comunidades Judías, interlocutora oficial de esta confesión en España, rechazaron las acusación de Hatchwell.

Ahora es el turno de Hatchwell hijo, que preside la Fundación Hispano-Judía, cofundada por él mismo en 2015 para montar un todavía nonato museo en Madrid. La fundación muestra lo que será una pauta: la incrustación de Hatchwell en círculos de élite. De su patronato forman parte nombres propios como Juan Luis Cebrián, presidente de honor de El País; Juan Ignacio Entrecanales, vicepresidente de Acciona; y la aristócrata Alicia Koplowitz, una de las mujeres más adineradas del país, entre otros. Entre los benefactores de la fundación sobresale Inditex, el imperio de Amancio Ortega.

Una máquina para la batalla política

La Hispano-Judía tiene una relación de colaboración y pública sintonía con Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), otra creación de Hatchwell. En este caso, una creación anterior: hay una información de Expansión que lo cita como su presidente en 2008. infoLibre trató de precisar la fecha preguntando a ACOM, pero no hubo respuesta. Ni a esa ni a ninguna otra pregunta, entre ellas, si su financiación proviene de Hatchwell.

Aunque ya no es su presidente, ACOM sigue destacando los méritos y difundiendo mensajes de Hatchwell, cuyo sucesor al frente de la casa, Ángel Mas, es un hombre tan próximo que el propio Hatchwell lo considera su "hermano". Los vínculos entre ambos se extienden de lo asociativo a lo económico. Mas Murcia entró en 2017 en el capital de la socimi que preside Hatchwell con 150.000 euros, según la información de sus cuentas de 2019. Mas es además consejero de Zakut, la asociación presidida por Hatchwell.

ACOM es una máquina dedicada a la disputa política en los términos más duros. Qué defiende y qué ataca lo sabemos ya por las preferencias de Hatchwell, que en 2019 difundía a través de esta asociación un artículo en respaldo de Vox. El partido de Santiago Abascal no es el objeto de las iras de ACOM, a pesar de casos como el de Fernando Paz, que tuvo que dimitir acusado de negacionismo del Holocausto, o el de sus responsables con pasado en Democracia Nacional, partido que fue refugio de militantes de organizaciones neonazis. No, no es Vox: el objeto de sus iras es la izquierda.

El mismo entusiasmo que ACOM dedica a mimar a Ayuso lo emplea en cargar contra los adversarios de la presidenta. En 2021, durante la campaña de las autonómicas, ACOM lanzó un vídeo alertando del riesgo de Unidas Podemos y Más Madrid para la "supervivencia de la vida judía". Es ahí donde se mueve el discurso de la asociación montada por Hatchwell. Estos días ACOM es pura hiperactividad: afirma conocer "conexiones entre el aparato de subvenciones públicas españolas manejadas por el entorno de Sumar-Podemos y el mundo terrorista palestino", sostiene que Ione Belarra y Yolanda Díaz usan el argumentario del Ayatolá Jameneí y afirma que Hamás es "aplaudida por miembros del Gobierno"... También reparte acusaciones de antisemitismo, de las que son destinatarias destacadas las ministras Díaz y Belarra, también Enrique Santiago, Íñigo Errejón, Pablo Echenique o Pablo Iglesias, así como la socialista Amparo Rubiales, u otros como el escritor Juan Manuel de Prada.

Estos dos tuits vendrían a dar una idea de la función política y el nivel argumentativo de ACOM, grupo alineado con el Gobierno de Israel y la línea de acción de Benjamin Netanyahu.

Junto al arzobispo y la élite empresarial

El currículo de Hatchwell en asociaciones judías se extiende a la Comunidad Judía de Madrid, de la que fue presidente entre 2011 y 2017. A nivel internacional, forma parte del consejo del Centro Peres por la Paz y la Innovación, fundado en 1996 por el que fue presidente israelí Shimon Peres. No obstante, su integración en asociaciones no se limita al ámbito hebreo. Hatchwell figura en el patronato de una fundación católica, Madrid Vivo, que sintetiza la alianza entre la gran empresa, el PP y la Iglesia católica. Porque el común denominador de los órganos a los que pertenece es el caché político y empresarial.

El cargo de presidente honorífico de Madrid Vivo corresponde por norma al arzobispo de Madrid. Actualmente su presidente ejecutivo es el abogado y miembro del Opus Javier Cremades, cabeza del despacho Cremades & Calvo Sotelo y hombre de estrecha relación con Hatchwell, con el que también coincide en el órgano rector de la Hispano-Judía. Otros integrantes del patronato son Tomás Pascual, presidente del Grupo Pascual; Luis Amodio, presidente de OHL; Mónica de Oriol e Icaza, presidenta de honor del Círculo de Empresarios; el expresidente de FCC Baldomero Falcones; José Antonio Vera, director de Publicaciones de La Razón; el alcalde de Madrid, Martínez Almeida (PP), y el que llevó el bastón de regidor entre 1991 y 2003, Álvarez del Manzano, del mismo partido. A todos ellos se suma el ya citado Juan Luis Cebrián, que junto al propio Hatchwell, Alberto Ruiz-Gallardón y Nacho Cano, entre otros, viajó a Roma a una audiencia con el papa en 2019.

En busca de un suelo público

La trayectoria de Hatchwell lo sitúa con claridad en la órbita del PP, aunque sin descuidar las relaciones con Vox. Conoce a Abascal, Ivan Espinosa de los Monteros y a Rocio Monasterio, de Vox, por lo que puede decir "alto y claro como" que Vox "no es una formación anti-semita". Su preferida, sin duda, es Ayuso, gracias a la cual los empresarios han salido del "servilismo", dice. Ayuso es más que "una política de primer nivel", dijo de ella en junio, es una "rockstar" que "no puede andar por la calle" sin que la paren, porque "ha sido capaz de conectar con un país a todos los niveles".

La proximidad de Hatchwell y Ayuso despierta recelos en la oposición al PP por la pretensión del primero de levantar su "museo hispano-judío" en suelos públicos. Dos veces se ha publicado que lo había conseguido. En 2020 múltiples medios sacaron [aquí, aquí o aquí] que el Ayuntamiento iba a cederle el edificio de La Ingobernable, un centro social okupado que había sido previamente desalojado. Al final la cesión no se produjo. Había mucho ruido político: Gallardón era vicepresidente de la fundación.

Tres años después, en junio de 2023, ya sin Gallardón en el patronato, la Fundación Hispano-Judía emitió un comunicado anunciando que el museo iría en un edificio de Metro de Madrid, dependiente de la Comunidad, después de que El Mundo publicase que se trata de una antigua subestación del barrio de Salamanca, que serviría como museo por 60.000 euros al mes. Pero desde entonces no ha habido anuncio oficial. infoLibre intentó, tanto a través de la fundación que preside Hatchwell como de la Comunidad, aclarar en qué situación se encuentra la supuesta cesión, sin éxito.

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Es la tónica: en torno a los asuntos de Hatchwell, la respuesta es el silencio.

Este silencio ante la solicitud de información contrasta con la efervescencia de la actividad de Hatchwell como pegamento social y de negocios. Además de todo lo visto hasta ahora, en su currículo está el Georgetown Club de España, que el propio empresario montó en 2001. En 2004 estuvo entre los fundadores del comité ejecutivo de la Fundación España-China, país este al que el empresario preparó la gira del Real Madrid en 2003. Florentino Pérez, el hombre al que convenció para hacerlo, es uno más de los nombres con los que ha compartido andanzas Hatchwell, miembro fundador de la Cámara de Comercio España-Israel. Un último acontecimiento con su sello: el evento Madrid and The New Middle East, celebrado en 2022 en la capital para estrechar lazos empresariales con Israel y los Emiratos Árabes.

¿Quién lo inauguró? Poca sorpresa: la presidenta Ayuso, que en su discurso exaltó no sólo la gestión de Madrid, sino su promoción del "esfuerzo" como valor crucial en un mundo "donde nada se regala".

En junio, en una entrevista en la televisión del diario argentino La Nación, el periodista presentaba así al entrevistado: "Es, dicen algunos, uno de los mentores de Isabel Díaz Ayuso". El aludido no alteró el gesto en lo más mínimo. ¿Quién es? Si las influencias de Israel en España se dibujasen en un mapa, en el centro del mismo podría aparecer la figura de este rico empresario judío y español llamado David Hatchwell, cuya red de conexiones en el friso entre los negocios y la política es tan amplia como intrincada. Y constituye por sí misma una muestra de cómo las posiciones proisraelíes más duras sobre el conflicto con Palestina han tejido complicidades en círculos de la élite española.

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