Quince horas después de sellarse el pacto en Bruselas entre el PP y el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se vieron las caras a primera hora del miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Conclusión estratégica: el líder popular imprimió un tono duro para justificar el acuerdo mientras que el presidente no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo ni polemizar.
El acuerdo sobre el CGPJ ha removido la política española tras cinco años y medio de bloqueo por parte de la derecha. Se trata del primer pacto de Estado alcanzado por Sánchez y Núñez Feijóo, quien durante mucho tiempo ha sucumbido a la presión de parte de la derecha política, mediática y judicial para no darle ni una gota de agua al Gobierno de coalición.
Feijóo quiso desplegar durante sus dos turnos en la sesión un discurso para marcar distancias con Sánchez en un momento en el que Vox ha acrecentado sus críticas al PP por el pacto. Su primer argumento: buena parte de lo firmado fue expuesto en su sesión de investidura y apoyado por CC, UPN y los de Santiago Abascal. "Usted dijo que el PP era de extrema derecha. Ahora que ha pactado el Consejo, ¿se ha vuelto usted de extrema derecha?", le lanzó de aperitivo en sus primeras palabras.
"Es motivo para felicitarse"
Sánchez puso entonces sobre la mesa que Feijóo hacía ese "aspaviento" para callar a quienes le han llevado "a la senda de la oposición destructiva". Para el presidente se trata de un acuerdo "importante": "Es motivo para felicitarse, es bueno para la ciudadanía, la economía y el buen nombre y reputación del Consejo". "Bienvenido al acuerdo y al cumplimiento de la Constitución", ahondó el presidente en una expresión que repitió varias veces durante su intervención.
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El también secretario general del PSOE lanzó el mensaje de que el Gobierno en minoría, "por necesidad y por convicción", siempre ha apostado por el acuerdo: "Todo el que ha querido pactar ha encontrado la mano tendida". Poniendo también como ejemplo el consenso entre partidos que se ha alcanzado en el seno de la UE para los top jobs que ha dejado fuera a la extrema derecha. "Quedan tres años de legislatura y muchos acuerdos por alcanzar", remachó.
Feijóo vuelve a la "familia" de Sánchez
Feijóo volvió a la carga en su segundo turno: "Las instituciones europeas les han obligado a firmar. Este acuerdo no es para ayudarles, sino para poner límite a la voracidad de su Gobierno para controlar las instituciones del Estado. He cumplido con mi deber, el CGPJ no va a ser controlado ni por el PSOE ni por el PP". Y ahí exigió tres acuerdos "muy sencillos". Uno es que el fiscal general del Estado "dimita por sus escándalos, por sus presuntos delitos y por ser abogado de su familia". Añadió: que el Tribunal Constitucional "deje de manosear al Supremo y deje de exculpar a condenados socialistas por corrupción". Para rematar: que Sánchez comparezca en el Congreso "para explicar todo lo que sale de su familia".
"Señor Feijóo, para usted la perra gorda. Lo importante es que se cumpla con la Constitución y se haya renovado el Consejo General del Poder Judicial". Para finalizar subrayando que siempre está dispuesto a pactar en beneficio de la mayoría social: "Ojalá este sea el primero de muchos otros acuerdos". Abandonaba el presidente con una sonrisa el Hemiciclo: "Buenos días, muchas gracias", dijo a los periodistas. El pacto ya está firmado.
Quince horas después de sellarse el pacto en Bruselas entre el PP y el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se vieron las caras a primera hora del miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Conclusión estratégica: el líder popular imprimió un tono duro para justificar el acuerdo mientras que el presidente no quiso entrar en el cuerpo a cuerpo ni polemizar.