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Sánchez promete su cargo como presidente del Gobierno ante la Constitución y sin Biblia ni crucifijo

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Pedro Sánchez completó en la mañana del sábado el ritual constitucional que consagra en España a los presidentes. Pasados tres minutos de las 11 de la mañana, en presencia del jefe del Estado, Felipe de Borbón, del expresidente Mariano Rajoy, del ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá —en su calidad de notario mayor del reino—, de los presidentes del Congreso y el Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero, y de los responsables del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, Sánchez prometió cumplir y hacer cumplir la Constitución.

Lo hizo ante un ejemplar de la Constitución pero, por primera vez en 40 años de democracia, en ausencia de una Biblia y un crucifijo. Ha podido hacerlo gracias a una reforma del protocolo que rige las tomas de posesión aprobado en 2014.

Previamente, el cese de Mariano Rajoy y su nombramiento del nuevo presidente se había publicado, como estaba previsto, en el Boletín Oficial del Estado.

A partir de ahora, toda la atención de Pedro Sánchez y su equipo más próximo se centra en definir la estructura y la composición de su primer Gobierno. No ha tenido demasiado tiempo de pensar en ello —los socialistas decidieron presentar la moción de censura hace sólo ocho días y no fue hasta el miércoles que tomó forma la posibilidad de que saliese adelante—, pero no hay margen: son muchos los asuntos públicos que están en marcha y cada día que demore en nombrar ministros tendrá que gobernar con los ministros de Rajoy, que permanecen en funciones en sus cargos.

La designación de ministros es una de las dos competencias exclusivas y personales del presidente del Gobierno —la otra es disolver las Cortes y convocar elecciones—. A esa tarea se aplica Sánchez desde que el viernes el Congreso, por 180 votos a favor, puso fin a la Presidencia de Rajoy y le invistió presidente. Y a ella dedicará un intenso fin de semana.

La tarea inmediata es enorme. En los próximos días él y su equipo deberán nombrar 437 altos cargos del Estado, sin contar empresas y sociedades públicas, asesores y puestos de confianza sin los cuales es imposible cambiar el rumbo de la administración.

Sánchez visita Moncloa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado a las 11.30 horas de este sábado al Palacio de la Moncloa procedente de Zarzuela.

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Sánchez ha llegado a Moncloa acompañado de su jefe de gabinete en la Secretaría General del PSOE, Juan Manuel Serrano, han confirmado a Europa Press fuentes del Palacio de la Moncloa.

Allí le han recibido la secretaria general de Presidencia y la directora adjunta del gabinete de Presidencia, junto con algunos otros altos cargos que le han enseñado al nuevo presidente las instalaciones de La Moncloa, que abandonaron ayer el presidente censurado, Mariano Rajoy, y su equipo.

En circunstancias normales, el presidente del Gobierno solía convocar en Moncloa después de llegar de la Zarzuela para anunciar la composición de su Gobierno, que ya había tenido ocasión de comunicar al rey.

Pedro Sánchez completó en la mañana del sábado el ritual constitucional que consagra en España a los presidentes. Pasados tres minutos de las 11 de la mañana, en presencia del jefe del Estado, Felipe de Borbón, del expresidente Mariano Rajoy, del ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá —en su calidad de notario mayor del reino—, de los presidentes del Congreso y el Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero, y de los responsables del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, Sánchez prometió cumplir y hacer cumplir la Constitución.

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