Entrevista
Villarejo afirma que sociedades ligadas a la contratación del Yak-42 participaron en la compra de dos aviones para la Casa del Rey
El excomisario jubilado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo, uno de los personajes más mediáticos de los últimos años, se sometió este domingo en Salvados al interrogatorio del periodista Jordi Évole. Con sus rasgos ocultos tras unas gafas y una gorra, y sentado en una habitación que simulaba una sala de interrogatorios, Villarejo, que se encuentra enfrascado en una guerra sin cuartel contra otros mandos policiales y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dio su versión sobre los principales casos que le salpican: la operación Cataluña y las grabaciones al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, el ático de Ignacio González o el informe Véritas utilizado para desacreditar al exmagistrado Baltasar Garzón.
Fueron 70 minutos que resumieron casi cinco horas de conversación y en los que el antiguo mando policial aseguró, entre otras cosas, que sociedades ligadas a la contratación del Yak-42, el avión que se estrelló en 2003 y en el que murieron 62 militares españoles, participaron también en la compra de dos aeronaves para la Casa del Rey. "Cuando ocurrió el accidente me encargaron ver cómo había sido la contratación, que fue un poco extraña, donde aparecen sociedades libanesas que se perdían", apuntó Villarejo, que añadió que en ambos casos hubo "gente" que se "quedaba con dinero de por medio".
El excomisario también abordó el conocido como informe Véritas, elaborado en la década de los 90 por funcionarios policiales para desprestigiar al exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, al que se relacionaba en el documento con narcotraficantes. En este sentido, dijo que lo único que hizo fue "comprobar y verificar" informaciones que les habían llegado de "colaboradores de la policía". "Pero una vez que comprobé que esto no era cierto, dejé de hacerlo y se lo comuniqué a él", dijo. Preguntado por quién dio la orden, apuntó hacia la entonces secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles –actual portavoz del PSOE en el Congreso–.
'Operación Cataluña'
Villarejo, que ha sido condecorado en varias ocasiones, fue uno de los integrantes de la 'brigada política' que desarrolló la conocida como operación Cataluña, el presunto caso de espionaje impulsado por el Gobierno central contra el expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol y diferentes políticos independentistas. En este sentido, explicó que tras la victoria del PP en las elecciones de 2011 les llegó la información de que un grupo de empresarios catalanes "se estaba quejando" porque Jordi Pujol "necesitaba más dinero" y a él se le encargó comprobar "qué había de cierto" sobre la "actuación de corrupción" del clan del expresident.
Así, el excomisario aseguró que había dedicado "un año y pico" a vivir en Cataluña: "Entrevistando a una serie de personas, convenciéndolas para que denunciaran, cosa que hasta entonces nadie se había atrevido a hacer". La orden de desplazarse a suelo catalán, según afirmó, se la había dado "con la boca pequeña" el entonces director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que le advirtió: "A ver si vas a tocar a gente que no queremos, porque el señor Pujol está muy protegido". Y que también tenía el "apoyo" del que en ese momento era el Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino. "Me dijo 'tú tira palante pero si te pillan yo no sé nada'", dijo Villarejo.
Grabación a Fernández Díaz
En el marco de la conocida como operación Cataluña se incluyen también las grabaciones entre Jorge Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. En este sentido, Villarejo aseveró esta semana en una entrevista en El Independiente que la grabación llegó a manos de Cosidó y Pino, que "inmediatamente" se la facilitaron al responsable de Asuntos Internos –Marcelino Martín Blas–, quien se la entregó "a miembros de su unidad" para que la transcribieran". "A los dos días la tenía el CNI y casualmente poco después de una discusión muy importante entre el ministro del Interior y el señor Generalísimo –así se refiere al director del CNI, Félix Sanz Roldán– esa noticia se filtra", señaló.
Villarejo se encuentra enfrascado en una batalla sin descanso contra Martín Blas y Sanz Roldán. De hecho, a comienzos de junio el comisario jubilado presentó una denuncia –que fue archivada esta semana– contra el jefe de la inteligencia española, al que acusa de haber autorizado la filtración de una imagen suya a un periódico tomada durante una operación policial secreta, poniendo en "grave peligro" a él mismo y a fuentes que le introdujeron en "entornos muy hostiles vinculados al terrorismo". En este sentido, aseveró en Salvados que el director del CNI había "amenazado de muerte" a la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein tras su escapada a Botswana con el rey Juan Carlos. "Estaba aterrada", afirmó.
El ático de Ignacio González
El entrevistado también dedicó unos minutos de las casi cinco horas grabadas de entrevista a hablar de los negocios del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, ahora en prisión tras la operación Lezo, y del famoso ático de Estepona. En este sentido, abordó la reunión que mantuvo en 2011 con el dirigente del PP en la cafetería La Mallorquina, una cita en la que, tal y como se reveló en las grabaciones publicadas por el diario El Mundo, González mostró su interés en que no se publicara nada de la investigación abierta sobre su ático de lujo.
"Justo cuando gana el PP por mayoría absolutísima", señaló Villarejo, el entonces vicepresidente del Ejecutivo madrileño "sabe que hay una investigación" y "pide hablar" con quien la llevaba porque quería "colaborar para esclarecer los errores". Entonces, añadió el alto mando policial, decidió hablarlo con el en aquel momento era el DAO, Miguel Ángel Fernández Chico, que, según contó a Évole, le dijo: "Bueno, pero no vayas solo. Mira a ver si este tipo quiere colaborar de verdad y aclarar las cosas o de lo contrario lo que quiere es tapar el tema". Preguntado por qué grabó la reunión, Villarejo apuntó que se lo encargó el director adjunto "por interés policial".
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El caso de la doctora Pinto
El excomisario siempre ha presumido de su "criterio de pasar desapercibido" y esquivar los medios. Pero unas semanas después de su imputación por el apuñalamiento de la doctora Elisa Pinto –la dermatóloga lo identificó como el autor de la agresión– en el marco de la investigación por supuesto acoso por parte del empresario Javier López Madrid, el comisario decidió dar de nuevo el salto a la pequeña pantalla, en la que no aparecía desde 1981. "Parece que por primera vez está viendo las orejas al lobo. Yo creo que el tema de la doctora Pinto le inquieta, le preocupa", apuntó Évole en una entrevista en Onda Cero.
Villarejo aseguró que sus relaciones con López Madrid fueron "muy tangenciales en septiembre de 2013" y afirmó que "nunca jamás" hizo un trabajo para el amigo íntimo de los reyes y yerno del dueño de OHL, Juan Miguel Villar Mir. Además, rechazó haber agredido a Pinto e, incluso, se mostró convencido de que "nadie la apuñaló". "Ella se infringió esa herida como lo hacen los que se autolesionan", aseveró. Preguntado por la rueda de reconocimiento en la que fue identificado por la dermatóloga, culpó a las imágenes suyas publicadas en los medios de comunicación.