336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones. Ese ha sido el resultado de una de las votaciones más divisivas en los últimos tiempos en el Parlamento Europeo entre la derecha moderada. El Partido Popular Europeo, grupo que aglutina a las formaciones conservadoras de la Eurocámara, ha votado completamente dividido la propuesta de consagrar el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Un total de 43 de sus diputados han dicho sí a la propuesta por 70 que han pulsado el botón rojo en una votación en la que ha habido fracturas, incluso, dentro de los propios partidos nacionales. En cambio, la delegación española, representada por el PP, ha sido una de las pocas que ha votado en bloque, oponiéndose frontalmente a blindar el aborto a nivel europeo.
No ha sido la primera vez que el Parlamento Europeo se posiciona de esta forma. En 2022 una propuesta similar también fue aprobada por la Eurocámara como reacción a la eliminación de las garantías federales por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Esta vez, el PE quería seguir la línea de Francia, que recientemente había incluido el aborto en su constitución con una abrumadora mayoría a favor. La legislación votada este jueves instaba a los Estados miembros a despenalizar completamente el aborto y a eliminar todos los obstáculos para su práctica. Además, condenaba a las instituciones médicas que se negaran al completo a practicar abortos, arguyendo la cláusula de conciencia.
A todo ello han votado que no los eurodiputados del PP Pablo Arias, Isabel Benjumea, Pilar del Castillo, Ana Collado, Rosa Estaràs, Leopoldo López Gil, Lídia Pereira, Javier Zarzalejos, Francisco José Millán Mon y los exministros Juan Ignacio Zoido y José Manuel García-Margallo. La líder del partido en Estrasburgo, Dolors Montserrat, no ha asistido a la votación por estar en un acto electoral en el marco de la precampaña catalana con Alberto Núñez Feijóo. Los votos de los conservadores, se han unido con los de Vox, cuyo grupo, los Conservadores y Reformistas, ha votado casi de forma unánime en contra del blindaje al aborto. Mazaly Aguilar, Jorge Buxadé, Margarita de la Pisa y Hermann Tertsch han sido los eurodiputados de Vox que se han opuesto a la iniciativa, cuya aprobación no es vinculante, pero que tiene un alto poder simbólico.
No es, ni mucho menos, la primera vez que el PP y Vox coinciden en Europa en votaciones de este tipo. En el caso de la formación de extrema derecha, sus parlamentarios suelen votar en bloque constantemenete contra ellas, y en cuanto al PP, solo Pilar del Castillo se ha desmarcado en votaciones puntuales de lo que defiende el grupo, optando por la abstención.
Además del PP y Vox, los eurodiputados de Ciudadanos José Ramón Bauzá y Susana Solís también han votado en contra de blindar el aborto. Su posición es sorprendente ya que el grupo en el que están encuadrados, los liberales de Renew Europe, ha sido uno de los más activos para promover que saliera la iniciativa. Solo otro más, el holandés Bart Groothuis, se ha unido a los parlamentarios españoles en el lado del no. La deriva de Ciudadanos se puede explicar, en parte, por el descabezamiento de su delegación en Bruselas tras la dimisión de su líder, Adrián Vazquez. Después de su salida, no parece existir una posición unificada de grupo y cada uno de los diputados votan por libre sin ningún control.
¿Y cómo argumentan los conservadores su posición contraria al blindaje del aborto? La parlamentaria Isabel Benjumea tuvo la ocasión de explicar el no del PP en el debate celebrado en la Eurocámara el 14 de marzo. En su intervención, arguyó que el Parlamento estaba tratando de "imponer a los estados su voluntad, que es la de una minoría" y que blindar el derecho al aborto iba en contra de la Carta de Derechos de la Unión Europea. Esta, insistía, reconocía un derecho a la vida que "había que preservar en todo lugar y momento". Además, en su opinión, el aborto es un "mal llamado" derecho y calificó su inclusión en la Carta de una "imposición ideológica de Macron al resto de Europa para introducir por la fuerza la cultura de la muerte en todos los países de la Unión". "El derecho no está para promover la muerte sino para defender la vida", remató Benjumea.
La línea defendida por Vox en el debate no fue muy distinta a la del PP. Su diputada Margarita de la Pisa también se refirió a argumentos religiosos para oponerse al reconocimiento del aborto. "Todos hemos sido creados como miembros de la familia humana y nuestra existencia no depende de ser aceptada o no por otras personas", decía De la Pisa. Además, defendía que el aborto no era "una decisión libre" para la mujer y que su existencia "pone en tela de juicio el Estado de Derecho".
En el otro lado han estado el resto de eurodiputados españoles, que han votado sí a la propuesta del Parlamento. Una de ellas ha sido Lina Gálvez, de la Alianza de los Socialistas y Demócratas, grupo en el que se encuadra el PSOE, la cual ha valorado a infoLibre la negativa de la derecha de blindar el derecho al aborto: "Es una pena que algunos partidos políticos que luego se ponen el gorro y se llaman a sí mismo feministas, luego a la hora de la verdad, de defender a las mujeres sus derechos y también la igualdad, voten en contra". "Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son derechos humanos, y por eso hemos votado a favor", zanja la eurodiputada.
Por su parte, María Eugenia Rodríguez Palop, parlamentaria de The Left, el grupo más a la izquierda de la Eurocámara, y una de las diputadas que defendió el sí a la resolución en el debate, sigue la misma línea que Gálvez y se muestra muy decepcionada: "Cualquier violación u obstaculización del derecho al aborto es una violación u obstaculización de derechos fundamentales recogidos en la Carla de los Derechos de la UE, como son el derecho a la vida y la salud o el de la integridad física y mental". Además, la eurodiputada recuerda que la posición del PP y Vox puede tener consecuencias "nefastas" para la vida de las mujeres y pone el ejemplo de Polonia y Estados Unidos, donde leyes como las del pálpito "han supuesto una forma de tortura para muchísimas de ellas". "Cualquier resistencia al avance, como se está viendo por parte de las derechas, tiene que ser resistida por las mujeres y por cualquier gobierno que quiera legislar acorde a las exigencias democráticas y los derechos humanos", concluye Palop a infoLibre.
Un PPE dividido
Sin embargo, la unanimidad mostrada por el PP español en la votación no se ha repetido en el resto de formaciones conservadoras europeas. Más de la mitad de las delegaciones del PPE o han votado a favor o se han fracturado entre quienes han apoyado el blindaje y quienes no. Los eurodiputados, de hecho, que más favorables se ha mostrado a la inclusión del aborto en la Carta han sido los polacos, a cuyo país se mencionaba explícitamente en la iniciativa del Parlamento como uno de los Estados miembros que más restringía el derecho al aborto de toda la UE.
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Han sido 9 los diputados que se han dicho sí, el mayor número de todas las delegaciones del PPE. Esta posición se puede explicar por la afiliación de la mayoría de ellos a la formación que actualmente gobierna en Polonia, Plataforma Cívica, partido que lidera Donald Tusk y cuyo gobierno está intentando devolver a Polonia a la senda proeuropea abandonada por sus predecesores del partido Ley y Justicia (PiS). El anterior Ejecutivo que lideraba el primer ministro Mateusz Morawiecki, de tinte ultraconservador, continuó con la deriva de restringir cada vez más el derecho al aborto, algo a lo que se opone frontalmente el partido de Tusk, el cual, de hecho, apoyó en 2017 una iniciativa ciudadana para liberalizar el derecho al aborto en el país.
Junto a Polonia, el texto criticaba duramente a Malta, el único Estado miembro donde abortar es completamente ilegal en todos los casos. Sus eurodiputados han votado en masa en contra de la iniciativa, tanto aquellos de izquierdas como de derechas. Solo uno, el socialdemócrata Alfred Sant se ha abstenido. En la votación no ha participado la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, perteneciente al PPE y cuya posición contraria al aborto fue muy polémica en el momento de su elección, aunque admitió que defendería la opinión mayoritaria de la Cámara.
Además de los polacos, otros eurodiputados del PPE han votado a favor de la inclusión de este derecho en la Carta. Las delegaciones más numerosas han sido las de Irlanda (5), Suecia (5) y Países Bajos (4). Además, otros parlamentarios de Bulgaria, Grecia, Finlandia o Francia también han votado a favor. En su mayoría, quienes se han desmarcado del no en el PPE han sido mujeres.
336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones. Ese ha sido el resultado de una de las votaciones más divisivas en los últimos tiempos en el Parlamento Europeo entre la derecha moderada. El Partido Popular Europeo, grupo que aglutina a las formaciones conservadoras de la Eurocámara, ha votado completamente dividido la propuesta de consagrar el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Un total de 43 de sus diputados han dicho sí a la propuesta por 70 que han pulsado el botón rojo en una votación en la que ha habido fracturas, incluso, dentro de los propios partidos nacionales. En cambio, la delegación española, representada por el PP, ha sido una de las pocas que ha votado en bloque, oponiéndose frontalmente a blindar el aborto a nivel europeo.