Amparo Larrañaga: “La serie que yo hubiera soñado hacer, sin duda, es 'Homeland'”
Amparo Larrañaga lleva a sus espaldas media docena de películas, pero es en los escenarios donde se corona como una de las grandes de la interpretación de este país con 26 obras de teatro estrenadas hasta la fecha. O a punto de estrenar. En Laponia, que llevará al Teatro Maravillas, en Madrid, este 9 de septiembre, la actriz protagonizará una divertida comedia que califica como "un regalo" en su extensa carrera profesional. “Estoy feliz de interpretar a Mónica. Es como si Marc Angelet y Cristina Clemente, los autores de la obra, hubieran escrito esta joyita, divertida, inteligente y mágica, pensando en mí”.
Uno de sus sueños imposibles, confiesa, sería nada más y nada menos que aparecer en la serie Homeland: “A mí siempre me han apasionado los personajes complicados. De alto contraste. El personaje que Claire Danes interpretó impecablemente en Homeland, Carrie Mathison, es el de una mujer con trastorno bipolar que es agente de inteligencia y especialista en terrorismo. Es un personaje de gran complejidad. Transitar y lidiar entre la locura, la intuición, la inteligencia y el amor, hace que sus luchas internas sean terriblemente interesantes para mí desde el punto de vista de una actriz”.
No solo se imagina en la piel de Carrie Mathison, sino también en la de la doctora Mary Harris: “Otra serie, menos conocida, pero que a mí me fascinó, es Mary me mata. Me interesa el personaje de la doctora de urgencias que ayuda a enfermos terminales a morir. Es una oscura comedia dramática que interpretó de maravilla la actriz Caroline Dhavernas. Un personaje controvertido de alto riesgo y contraste que te puede caer bien o puedes odiar. Un personaje en busca de su propia redención. Maravilloso.” Pero estos dos no son los únicos papeles soñados. “Si me pongo a pensar… ¡Hay tantos! El personaje de la enfermera yonki de Vicodin, que Edie Falco interpretó en Nurse Jackie. O el personaje que Kim Cattrall interpretó en Sexo en Nueva York…”
La actriz madrileña también se atreve a desvelarnos en qué obras de teatro le hubiera gustado colarse como actriz. Por ejemplo El diario de Adán y Eva, en la adaptación que hicieron Miguel Ángel Solá y Blanca Oteiza. "Recuerdo haberla ido a ver con Maribel Verdú. Las dos lloramos, reímos, conectamos mucho con nuestras emociones y fuimos felices viendo ese pedazo de obra tan bien interpretada”.
¿Y en el cine? Amparo destaca por ser una actriz polifacética, sabe poner caras a mujeres muy distintas, desde la comedia al drama. “El papel más maravilloso del mundo” que le hubiese gustado interpretar es el que protagonizó Carol Lombard en el clásico Ser o no ser, de Ernst Lubitsch: “El personaje de María Tura lo hice yo en teatro. Pero lo que hizo Carol Lombard… Eso es imposible de superar. Me hubiera encantado hacerlo.”
La actriz cuenta que si tuviera que elegir algo más actual, algo español, sería el poder trabajar con un actor: “Te diré que hay uno al que admiro mucho y con el que me encantaría trabajar: Javier Gutiérrez. Cualquier serie, película o función de teatro que me ofrecieran para compartir con él me haría una tremenda ilusión. Le he visto todo lo que ha hecho y, sea comedia o drama, lo hace todo con una verdad que me llega mucho.”
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A la hora de recomendarnos una serie o una película, Amparo aprovecha para invitarnos a ir al teatro. “Es difícil recomendar un título teniendo en cuenta las cosas a las que ahora tenemos tan fácil acceso. Todo el cine y las series en casa, a solo un toque de mando a distancia. Por eso yo recomiendo ir al teatro. Que vuelvan a disfrutar del directo. De la proximidad que te da. Moverse de casa y acercarse a cualquier espectáculo que te llame la atención.”
Sorprende que la actriz reconozca que los papeles con los que más ha disfrutado son precisamente los menos conocidos: “A los personajes que he hecho en mi vida los he querido. Curiosamente, los más complicados, los que más me han gustado a mí, son los que menos me ha visto la gente, porque han durado menos, o porque nunca vinieron a Madrid. Es el caso de Cómo aprendí a conducir, que trataba de un tema complicado, la pederastia en familia. El personaje, Lil Bit, era absolutamente maravilloso. Era una función de Paula Vogel que me encantó representar y que me hubiera gustado mucho hacerla en el cine en ese momento”.
Tampoco cree la intérprete que sea la mejor en todo. “Yo pienso que en esta profesión nadie puede decir que otro actor o actriz no puede aportar algo diferente o mejor de lo que tú has hecho con un personaje. No. Cada actor o actriz le puede aportar una energía y una verdad que, aunque diferente, sea igual de válida. O más. Soy muy humilde en esas cuestiones. Hay grandes actrices en este país, y claro que pueden aportar cosas maravillosas a personajes que yo he hecho y que a mí no se me ocurrieron. Estoy segura".