Lope de Vega, fuente de inspiración de la Rusia revolucionaria

¿Puede una obra de teatro ser el origende una revolución? La Casa Museo Lope de Vega, en Madrid, acoge la exposición Clásicos teatrales en tiempos de guerra y revolución hasta el próximo 2 de octubre.

Esta muestra, comisariada por el profesor de literatura de la Universidad Complutense Emilio Peral Vega, expone “los procedimientos de asimilación ideológica” que, a partir de obras teatrales –entre las que destaca Fuenteovejuna-, se dieron en la Rusia posrevolucionaria durante los años 20 y 30, el uso de clásicos en la oferta cultural de Segunda República española, y el empleo de los clásicos teatrales en la propaganda cultural en la Guerra Civil española.

El director general de Promoción Cultural de Madrid, Jaime de los Santos, manifestó durante su inauguración que esta exposición “permite apreciar la vigencia de los clásicos teatrales de nuestro Siglo de Oro", y explicar cómo estos influyeron ideológicamente "en momentos de conflicto y agitación política, gracias a la fuerza simbólica de sus textos”.

Este año se cumple el 540 aniversario de los acontecimientos que inspiraron a Lope de Vega a la hora de escribir Fuenteovejuna, uno de los clásicos más importantes de la literatura del Siglo de Oro, y que la localidad cordobesa que le da nombre (Fuente Obejuna) ha celebrado con representaciones hasta el pasado 21 de agosto. ¿Pero cómo llega esta obra a Rusia y qué papel jugó en las mentes del pueblo ruso?

"Todos a una"

Todo sucede en un pequeño pueblo bajo el dominio del comendador Fernán Gómez de Gúzman, que viola la ley y abusa de su poder sometiendo a los campesinos que trabajaban para su feudo.

Un día, dos aldeanos, Laurencia y Frondoso, deciden casarse, pero el apetito sexual del comendador estaba por encima de todo y la joven se convierte en su objetivo. Objetivo fácilmente alcanzable, pues Fernán Gómez de Gúzman tenía fama de mantener relaciones sexuales con toda mujer que deseara por las buenas o por las malas. En el bosque, Frondoso consigue salvar a su esposa de las garras del comendador que, arrebatado de la ira, manda encarcelar al muchacho y se lleva consigo a Laurencia.

Y aquí es donde el pueblo de Fuenteovejuna se convierte en el protagonista cuando, cansado de la tiranía de su amo, decide asesinarlo. Utilizando todo lo que tenían a su alcance como arma, y en desventaja frente al poder y la superioridad de las fuerzas de su enemigo, consiguen entrar en su casa y matarlo.

Una vez se deshacen de Fernán Gómez de Gúzman, el pueblo acuerda el silencio colectivo sobre quién lo llevó a cabo. El pueblo de Fuenteovejuna al completo sería el asesino.

Una vez informados los reyes, éstos mandan juzgar al pueblo que, ante la reiterada pregunta de "¿quién asesinó al comendador”, siempre respondía: "Fuenteovejuna". La imposibilidad de determinar la identidad concreta de los culpables hizo que los reyes absolvieran al pueblo.

Su debut en Rusia

Los artistas soviéticos descubrieron en los clásicos teatrales una manera de aleccionar al público ruso, un pueblo en gran parte analfabeto, y que apenas había podido permitirse asistir al teatro ni asidua ni puntualmente. Hay que recordar que tras la Revolución Bolchevique, la música, la pintura, el teatro y en general cualquier forma artística de expresión “pertenece al pueblo”.

La obra de Lope de Vega cosechó uno de sus mayores éxitos en la Rusia zarista. El primer triunfo tuvo lugar el 18 de marzo de 1876, cuando se estrenó en el teatro Maly de Moscú 400 años después del levantamiento real en Fuente Obejuna. En esta época, la sublevación del campesinado contra la tiranía del poder encumbró a la obra, pero, una vez el zar tomó conciencia del cariz político-social de la representación, ordenó eliminar el espectáculo.

Su segundo debut tuvo lugar en el momento que narra la muestra, la Rusia posrevolucionaria. Dos años después de la Revolución de Octubre (1917) se estrenó en Kiev, en medio de una época de constantes revueltas en los vastos dominios del todavía Imperio Ruso.

Konstatín Mardjanov, comunista y director de teatro, modificó la obra para quitarle importancia a la magnanimidad del rey, y puso el foco de atención sobre el ánimo y la valentía de un pueblo que acabó mediante las armas con su sometimiento. A pesar de que la representación gozó de una grandísima acogida, algunos críticos reprocharon al director haber hecho del relato de Lope de Vega pura propaganda.

En la Rusia posrevolucionaria

Con la Guerra Civil española, el interés de la URSS por España aumentó notablemente. Los soviéticos no sólo apoyaban emocionalmente a los republicanos españoles, sino que también apoyaron económica y militarmente su causa.

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Con Stalin al mando y el arte "al servicio del pueblo", cualquier expresión artística era elegida con sumo cuidado en una de las épocas más sanguinarias de la dictadura soviética. La paranoia constante de Stalin desencadenó en este período la Gran Purga, que terminó encarcelando, expulsando del país, enviado a gulags y condenando a muerte a millones de personas. Esta brutal represión oblicó a los artistas a andarse con pies de plomo a la hora de exponer sus creaciones, pues estas se estrenaban solo si el Kremlin consideraba que la representación era apta para el pueblo y, por supuesto, si esta no ponía en duda su poder, en cuyo caso el autor ya podía prepararse para la catástrofe, que en el mejor de los casos sería el destierro y en el peor la muerte.

En este contexto, ¿por qué Stalin rechazaría la representación de una obra que, como Fuenteovejuna, inspiró a las clases populares décadas antes a derrocar al zar? Por precaución. Stalin censuró durante su mandato toda alusión a la rebelión o a la tiranía. Todas las representaciones que se autorizaban estaban sujetas a los cánones estalinistas, que evocaban el paraíso comunista y el triunfo bolchevique

Pero a pesar de todo Fuenteovejuna se dejó ver una vez más. No es raro que la obra de Lope de Vega se represente de mil y un formas y estilos. Pues bien, en la URSS de Stalin fue maquillada como ballet. Laurencia se estrenó el 22 de marzo de 1939 en Leningrado, concretamente en el teatro Kirov. El espectáculo incluía originalmente violaciones, torturas, miedo y terror. Estos episodios fueron eliminados.

¿Puede una obra de teatro ser el origende una revolución? La Casa Museo Lope de Vega, en Madrid, acoge la exposición Clásicos teatrales en tiempos de guerra y revolución hasta el próximo 2 de octubre.

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