Antonio Maestre recomienda leer 'La caída de Madrid' y ver 'Succession' para "comprender al poder"
Antonio Maestre (Getafe, 1979) está continuamente pendiente de la actualidad, reflexionando sobre el mundo que nos rodea en sus facetas como periodista y escritor. Los rotos, su última publicación, así bien lo demuestra, pues aborda la situación desesperadamente desesperante que vive la clase obrera. Si no está escribiendo un libro está redactando un artículo o analizando la última hora en televisión. En definitiva, no desconecta de la actualidad ningún día de la semana.
Sin alejarse de ella pero pasando al plano cultural, Maestre recomienda para este verano leer La caída de Madrid para acercarnos un poco más a la situación política de nuestro país. Esta novela de Rafael Chirbes “narra perfectamente cómo se configuraron las estructuras de poder en España durante la transición”, las cuales “siguen vigentes hoy en día”.
Esta obra arranca tal que así: El día 19 de noviembre de 1975, el dictador Franco agoniza y, al compás de su agonía, se van escribiendo las reglas de un juego. El de la lucha por el poder, que por su naturaleza imprevista coloca todo acto al borde de un precipicio. A él se asoman los personajes de La caída de Madrid, y cada uno de ellos enfrenta el futuro con el grado de incertidumbre, de certeza o de frivolidad al que lo condena su pasado, en un intento de salvación (y, acaso, de traición: su reverso).
A nivel internacional propone Por el Bien del Imperio, Una Historia del Mundo desde 1945 de Josep Fontana, obra "muy relevante" en la que el historiador español inicia al lector en la geopolítica y en la historia de la segunda mitad del siglo XX, algo “imprescindible para situarte en el mapa”. Maestre considera esto fundamental, ya que en ocasiones necesitamos una perspectiva general antes de intentar comprender situaciones actuales como “lo que pasa en Rusia, en Ucrania o la relación de la OTAN con el resto del mundo”.
Maestre no es una de esas personas que esperan terminar un libro para empezar el siguiente, sino que maneja varias lecturas a la vez. Una de ellas es Escritos corsarios de Paolo Pasolini, “artículos que el autor italiano realizó en los años 70” en los que analiza la degradación de una sociedad centrada en el consumismo, la mercantilización o la homogeneización cultural. “También estoy ahora con la obra de Mark Fisher, K-Punk, que es una recopilación de todos sus trabajos”, añade.
Además, aprovecha estos meses para tachar libros de su lista de "pendientes". Nombra Kramp de María José Ferrada o Carpas para la Wehrmacht de Ota Pavel. “También me voy a leer que para este tiempo ahora de vacaciones un libro que no lo había leído y quería leer, El adversario de Emmanuel Carrère”. El periodista no solo planea para este verano nuevas lecturas, sino que también deja tiempo para releer sus favoritas. “Me voy a volver a leer La amiga estupenda de Elena Ferrante porque aunque ya me la leí merece la pena volver a hacerlo”.
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Hasta el momento el periodista ha recomendado a los lectores y lectoras de infoLibre varias novelas. Y es que a pesar de que reconoce que los ensayos son “herramientas dirigidas muy útiles” para acercarnos a la actualidad, apunta que “las novelas sirven para comprender emociones o motivaciones que nos hacen entender la realidad”. “Hay libros que son capaces de vincular los hechos con las emociones”, algo que según Maestre es clave en la política de la última década, pero sobre todo en la de hoy en día. “La política está movida por la emoción, y a veces un ensayo es difícil que sea capaz de transmitir eso, así que quizás para este tiempo es mejor la novela”, plantea.
Si le preguntamos por recomendaciones audiovisuales, reconoce que no es mucho de cine, pero si ve muchas series. De hecho, asegura que Succession es “perfecta para comprender bien al poder”, ya que aborda la historia de una familia que controla una importante empresa de medios de comunicación y entretenimiento.
En definitiva, Maestre afirma que la cultura es capaz de acercarnos a la situación política contemporánea a pesar de ser en muchas ocasiones ficción. En el día a día se ayuda de libros y series (aunque más de los primeros) para tomar nuevas perspectivas, porque muchas veces son capaces de darle las “claves” que necesita. De hecho, reconoce no ser capaz de escribir o reflexionar “solo con la actualidad política sin vincularla a la cultura”. Y a pesar de que es consciente de que para algunas personas los libros o las series son un método de desconexión, no es su caso: “Yo no puedo evadirme, entiendo que hay quien lo hace, pero yo siempre acabo vinculándolo al trabajo”.