"Los animales están más cerca que los hombres que trato": Pablo Sánchez (Ciudad Jara) y sus mascotas
Pablo Sánchez (Orihuela, 1980) está inmerso en la gira de su segundo disco, Cinema, como Ciudad Jara, el proyecto que puso en marcha en 2019, tras dejar definitivamente el grupo de rock La Raíz, con el que llenó festivales como el Viña Rock o el Arenal Sound. Su último álbum, Poetas y Presos (2016), se coló entre los más vendidos de España pero, tras casi una década, decidió bajar el ritmo y explorar nuevos caminos.
Sánchez lleva toda su vida ligado a la música. Originario de Orihuela (Alicante), se crio en la veraniega ciudad de Gandía, junto a su hermano, también músico, su madre, profesora de Literatura y su padre, escritor. A los 13 años le regalaron su primera guitarra y, poco a poco, empezó a escribir sus propias canciones. En 2007 le llegó la oportunidad de dedicarse plenamente a la música tras haber pasado por varios grupos, pero antes de todo esto, se licenció en Historia del Arte y llegó a ejercer la docencia.
Durante un tiempo trabajó cuidando niños, como monitor en un colegio. Uno de esos niños (con el que mejor se llevaba) se llamaba Nelson y de ahí el nombre de su perro, uno de los integrantes de su familia de cuatro patas, de la que también forman parte las gatas Bagheera y Fiona.
Nelson tiene siete años y es una mezcla de Teckel y Jack Russel. Su dueño específica en conversación con infoLibre que, aunque la gente cree que es "un salchicha", le falta esbeltez y bien podría ser "una morcilla". En efecto, es un perro gracioso, de patas cortas y "algo regordete". Se da ciertos aires a Teckel, por su color canela, orejas caídas y hocico prominente, del que cae un "bigotillo" más propio de la otra raza. El can llegó a la vida del cantautor después de haber sido abandonado, al igual que sus gatas. Nelson apareció atado a las puertas de una protectora, a Fiona la adoptaron y ni siquiera saben su edad y a Bagheera se la encontraron atrapada en lo alto de una pared.
Las gatas, ambas con nombre Disney, son traviesas e independientes, como manda su naturaleza. Cuando preguntamos a Sánchez por "alguna travesura que hayan hecho", se acuerda directamente de Bagheera, de nueve años y cuyo nombre proviene de la clásica película de El Libro De La Selva. Haciendo honor a la "pantera" que lleva dentro, ella fue la encargada de 'joderle' el sofá a arañazos.
Nelson es más quieto y miedoso, apenas hace ruido. Es un perro tranquilo, al que no le gusta mucho salir a la calle y no tiene una gran ilusión por conocer otros de su especie. "Quiere estar cerca, simplemente sentirse cerca”, explica. A veces habla con él, más que con las gatas: “A él le gusta que le hable, aunque no da saltos de alegría”.
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Como todos, en estas épocas viaja y, en ocasiones, tiene que separarse de Nelson y las gatas. Además, por su trabajo, lógicamente, Sánchez también pasa algunas temporadas de gira por el país. Aunque reconoce que las separaciones nunca son agradables, explica que Nelson "es un perro tan dócil y fácil", que no tiene problema en "apalancarlo" tres días con algún familiar o amigo cuando no queda otra.
Los animales son una parte muy importante de la vida del cantautor. "Vivir con ellos mejora sin duda la calidad de vida, porque te ayudan a ver algunos de tus defectos, además, te enseñan a ser paciente y más cariñoso", defiende. Sánchez tiene una hija pequeña que se ha criado al lado de perros y gatos, y él cree que "su sentido del respeto o el amor a la naturaleza es mayor gracias a ello".
Por último, preguntamos al de Orihuela si firmaría aquello de "cuánto más conozco a las personas, más quiero a los animales" y no lo duda: "Obviamente y, haciendo una pequeña referencia adaptada a Bunbury: 'Los animales están más cerca que casi todos los hombres que trato’".