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El rector de la principal universidad privada de Kabul pide asilo en España

Mercè Rivas

Naser Ali Rahmani, rector de la principal Universidad privada de Kabul, Gharjistán, se encuentra atrapado en Pakistán y amenazado de muerte por los talibanes. Reclama asilo político junto a su familia en España.

Este experto en Relaciones Internacionales se encuentra allí junto a toda su familia, incluido su hijo, periodista, Ehsan Rahmani, también amenazado. Están escondidos en Islamabad a la espera de que la Embajada española le conceda un visado para viajar a nuestro país y poder pedir asilo político. Naser Ali Rahmani se dirigió a la embajada en Islamabad hace unas semanas, sin respuesta hasta el momento.

La CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades) se ha puesto en marcha de la mano de Pastora Martínez Samper, vicerrectora de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) tras ver una carta de amenaza al rector. En ella, se le acusa de "crear un ambiente libre de religión y dar la oportunidad de cometer pecado [….] Su deber era advertir y recordar todos los principios de la religión que está basada en la promoción de la virtud y la prevención del vicio y el pecado [...] Has fallado en tu obligación hacia Dios y hacia nosotros. Por lo tanto, hemos decidido intervenir. La única solución para que se puedan salvar a los profesores y a usted es entregar tres mil kalashnikovs a nuestros veteranos y, si no los recibimos, la vida de todos vosotros cae sobre sus hombros”.

Según el gobierno talibán, la Universidad dirigida por Naser Ali Rahmani “era atea y fomentaba la prostitución”.

“Nuestro permiso para estar en Pakistán caduca pronto, necesitamos salir. Aquí corremos tanto peligro como en Afganistán, ya que este país vecino está lleno de talibanes”.

Su hijo periodista narró así su salida de Kabul el 17 de agosto de este año: “Huimos precipitadamente, por una ruta peligrosa y difícil. No paraban de llegar amenazas de muerte y de detención a mi padre y a mí. Nos dirigimos a Kandahar asustados ya que sabíamos que había muchos controles por el camino y podían identificarnos”.

Ehsan Rahmani, de 23 años y redactor de la sección de política en la Rah-e-Farda Televisión, comenta que iban vestidos con ropa local y fingieron en todo momento ser agricultores. “Tuvimos un total de seis registros con los interrogatorios correspondientes”. Por precaución Ehsan había borrado toda la información de su móvil.

Una vez en Kandahar, contrataron a un contrabandista, por diez mil rupias paquistaníes (unos 50 euros) cada uno, para que les acompañase hasta Pakistán. Pero al llegar a la frontera, los talibanes comenzaron a golpear a un grupo enorme de personas para que no cruzasen. El altercado duró cuatro horas.

“Cuando vimos que podíamos cruzar la frontera de Spin Boldak nos cogimos toda la familia de la mano haciendo un círculo y poniendo en el centro al bebé con su madre y comenzamos a correr hacia territorio pakistaní. Cuando por fin paramos de repente nos dimos cuenta que lo habíamos perdido todo: casa, trabajo, coche... Todo. La vida de ocho personas había desaparecido”, explica Ehsan a través de whatsapp.

'Desde la llegada de los talibanes al poder ha habido un éxodo masivo de académicos. Muchos de ellos temen por sus vidas por haber colaborado con los estadounidenses', afirma Naser antes de que se corte por enésima vez la conversación telefónica

El rector Naser Alí recuerda cómo cada día a las ocho de la mañana le recogía en casa su chófer para ir a la universidad. “Tenía una vida normal de reuniones, clases, conferencias y, poco a poco, con el tiempo comenzaron a sonar bombas, tiros y sin darnos casi cuenta nos encontramos con unos talibanes que querían asaltar la ciudad y con su entrada todo cambió", explica. "Todos pensamos que los pueblos y ciudades pequeñas de Afganistán irían cayendo en manos del enemigo pero nunca pensamos que ocurriría con Kabul. Nunca”, afirma tajantemente.

“Posteriormente los traficantes que nos habían prometido llevarnos hasta la ciudad de Quetta se desviaron del camino y nos llevaron a una casa abandonada frente a un cementerio. Nos asustamos mucho pero simplemente querían más dinero” añade Ehsan. De Quetta consiguieron llegar a Islamabad, donde se encuentran ahora intentando salir del país.

Un mes antes de abandonar Afganistán, el rector afirmó públicamente que de los dos mil estudiantes que esperaban en septiembre sólo se presentaron 200. Tras hacer las siguientes declaraciones, comenzaron las amenazas: “Dijimos que no aceptaríamos el niqab -velo para el rostro que deja despejada solo el área alrededor de los ojos- porque es demasiado difícil imponerlo. Nuestras estudiantes usan pañuelo. También les dijimos que eso no estaba escrito en el Corán", indicó Ali Rahmani. Y añadió: “Además, muchos estudiantes no pueden pagar las matriculas de las universidades privadas debido a la crisis económica ocasionada por el congelamiento de miles de millones de dólares en apoyos internacionales”.

La familia del rector de Kabul está formada por ocho personas. El matrimonio, Naser Ali y su mujer Mastora y sus tres hijos con sus respectivas familias, incluido un bebé, Mahyar.

“Desde la llegada de los talibanes al poder ha habido un éxodo masivo de académicos. Muchos de ellos temen por sus vidas por haber colaborado con los estadounidenses”, afirma Naser Ali Rahmani antes de que se corte por enésima vez la conversación telefónica.

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Mercè Rivas Torres es editora de Catarata.

Nota: El contenido de este texto, publicado en la sección de tribunas abiertas Plaza Pública, es responsabilidad de su autora, ajena a la redacción de infoLibre, que accede a publicarlo por la delicada situación en Afganistán y la persecución de intelectuales, académicos y librepensadores.

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