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La España que la derecha no ve

A los partidos que enfrentan a pensionistas con jóvenes suele ocurrir que no les interesan los primeros ni los segundos. Si analizamos los mandatos anteriores del PP, no hay políticas públicas de calado en ninguna de ambas direcciones. Quienes critican la revalorización de las pensiones no han propuesto una sola ley para los jóvenes. Quienes cargan contra la subida, en su día vaciaron el fondo de pensiones. En las últimas dos semanas, del debate fiscal al presupuestario, el PP y el espectro conservador han desplegado una batería de declaraciones enfrentando a unas edades con otras; o defendiendo a las rentas millonarias frente a las clases medias y obviando que 22.000 euros de renta es la mitad de España. 

El PP ha acusado al Gobierno de no bajar impuestos, cuando hay varias bajadas; de presentar unos presupuestos “antisociales”, cuando el gasto social es récord; o de abandonar a los jóvenes para subir las pensiones, cuando por primera vez en 13 años la hucha de las jubilaciones va a ingresar 2.957 millones. Hacer oposición sin datos reales lleva antes a la confusión que a la eficacia. A enfrentar a jóvenes con mayores para abandonar a ambos. Ni bajar las pensiones resuelve la precariedad juvenil ni los jóvenes tienen las mismas necesidades que los mayores.

Quienes critican la revalorización de las pensiones no han propuesto una sola ley para los jóvenes. Si realmente les preocuparan, la vivienda estaría en la primera línea de sus programas. Hasta ahora, no hay ni rastro

Los partidos que critican la revalorización tienen bloqueada en el Congreso desde hace diez meses la Ley de Vivienda, condenada al cajón del trámite de enmiendas. Si realmente les preocupan los jóvenes, la vivienda estaría en la primera línea de sus programas. Hasta ahora, no hay ni rastro. Según datos del Banco de España, los menores de 35 años con una vivienda en propiedad han caído a la mitad en una década, del 69,3% al 36,1%. O no pueden acceder al crédito, o los sueldos son bajos e inestables. Pero, además, un país no puede secuestrar el salario de las nuevas generaciones con hipotecas a 30 años. 

Cuando al PP le tocó pactar o posicionarse sobre la Ley de Vivienda, acusó a la coalición de “atacar a la propiedad privada” y prometió “blindar a los propietarios''. Nunca ha defendido una ley de acceso al alquiler o a la compra para jóvenes —ni los nombró—, igual que vacío la caja de jubilaciones durante los años de Mariano Rajoy. El debate sobre la sostenibilidad es complejo y urgente. Pero hay una ecuación incuestionable. La hucha de las pensiones se rellena también con las cotizaciones. A salarios más altos, más ingresos. El problema de los jóvenes son los sueldos precarios, el paro y la vivienda

Últimamente es difícil seguir las contradicciones del PP sobre impuestos, presupuestos o medidas sociales. La España real no responde a un solo patrón, pero está lejos de la que define el PP. Hay que sospechar que pretenden enfrentar a generaciones: o quieren pasar por encima de una de ellas, o las utilizan como excusa falaz para ignorar ambas. 

El partido al que le parece excesivo subir 100 euros una pensión, ha rematado la jornada presupuestaria con una crueldad sobre los mismos ancianos. El número ‘dos de Ayuso’, Enrique Ossorio, aquel del '¿Dónde estarán los pobres?' se ha negado a abrir una comisión de investigación y estudios sobre las residencias a raíz del protocolo de la vergüenza de su Gobierno porque las familias “ya lo han superado”. Crueldad intergeneracional, con hijos y nietos. Pasar por encima de ambas, otra vez.

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