La Unión Europea comienza a involucrarse en Oriente Medio

En los últimos días se puede constatar que las divergencias entre los Estados miembros de la Unión Europea se están reduciendo de forma considerable respecto a su posición en torno a Oriente Medio y, especialmente, a Gaza. Esto se podía ver ya al comparar las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas del 27 de octubre de 2023 con la del 12 de diciembre del mismo año, casi dos meses después. En la primera se solicitaba el fin de los bombardeos israelíes sobre la Franja, y de ella se desprendía que la UE se encontraba completamente dividida, sólo 7 Estados votaron a favor, 4 en contra y los otros 16 se abstuvieron. Mientras, en la resolución del 12 de diciembre, aunque quizás era menos contundente, se redujeron los votos en contra a sólo dos (Austria y Chequia) y aumentaron los votos a favor, de 7 a 17 de los Estados miembros de la UE, absteniéndose el resto. Es decir, se redujeron los votos en contra y aumentaron considerablemente los votos a favor.

El viernes 18 de enero de 2024, la Universidad de Valladolid concedió el doctorado Honoris Causa a Josep Borrell. Allí, realizó una impresionante y extraordinaria intervención, tanto desde el punto de vista académico como de repercusión política, donde insistió en el papel que tiene que jugar Europa precisamente en el respeto al derecho internacional y en la defensa de los derechos humanos. Desde el punto de vista político, hizo una fundamentación clara de lo que al día siguiente se aprobaría en el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, los conocidos 12 puntos para una propuesta de paz completa como solución a la situación de Gaza y, en gran medida, de Oriente Medio, aunque tomó la forma de un non-paper, es decir, era de carácter interno.

En la intervención de Valladolid, Borrell señaló con claridad que el apoyo a Ucrania de la UE había llegado a tener un respaldo de más de cincuenta Estados en Naciones Unidas, entre ellos los 27 miembros europeos. Sin embargo, como consecuencia de la inacción frente a la guerra de Gaza, la posición de la Unión Europea en el mundo se estaba debilitando, ya que estaban entendiendo algunos miembros de Naciones Unidas que Europa tenía un doble rasero a la hora de enfrentarse a estas dos guerras actuales. Por ello, consideraba que era imprescindible que la UE se posicionase e hiciera una propuesta clara sobre el fin de la guerra y los medios para alcanzar la solución de los dos Estados, que ya se había propuesto en Oslo hace treinta años, en 1993, y que no acababa de consolidarse.

Esta propuesta audaz, que sin embargo es un documento interno pero que ha tenido una gran repercusión en los medios de comunicación, tiene la virtud de que, por primera vez, la Unión Europea obtiene un consenso entre los Estados miembros en este tema, donde no acababan de encontrar un acercamiento total y, por tanto, no habían hecho una propuesta común. Con lo cual, estos 12 puntos tienen una enorme relevancia, ya que adoptan cinco grandes prioridades, que son acabar con la guerra de Gaza, la necesidad de que participen todos los socios en el proceso, proponer la convocatoria de una conferencia de paz y un plan para desarrollar en el futuro, tratando con las partes en el conflicto, que se basa en poner en marcha la solución de los dos Estados.

La Unión Europea recupera en parte la credibilidad que estaba perdiendo a nivel internacional ya que se veía que había dos actuaciones distintas en Ucrania y en Gaza, y ahora empiezan a reconciliarse ambas políticas

En el Consejo Europeo del 22 de enero de 2024 se aprobó una decisión importante para Oriente Medio, que es el envío de una misión militar de gestión de crisis para el Mar Rojo. España votó a favor de esta misión. Esta tenía como condición solicitar el respaldo de las Naciones Unidas, como ocurre en todas las operaciones de paz, y además estar dirigida únicamente a la libre circulación de barcos en el mar sin ninguna intervención sobre las costas (cuestión complicada, dado que la acción realizada por los Estados Unidos y otros socios está produciendo ataques al territorio de Yemen). 

Hay que recordar que la Unión Europea ha tenido un gran éxito en el Índico, consiguiendo, a través de la Operación Atalanta —que por cierto ahora tiene su cuartel general en Rota y un mando español— la desaparición de la piratería, en un periodo de poco más de diez años, cuando se habían producido más de cien ataques a distintos tipos de navíos comerciales. Estados Unidos, con su actuación previa llegada de la operación europea, no había conseguido eliminar la piratería. 

Por ello, ahora, es especialmente significativo que la UE envíe una misión al Mar Rojo con el objeto de conseguir la libre navegación. Hay que señalar que en las dos semanas que lleva Estados Unidos bombardeando Yemen, no se han conseguido grandes avances, al revés. Los buques, especialmente gaseros y petroleros, ya no pasan por ese mar, sino que están dando la vuelta por el Cabo de Buena Esperanza, lo que les supone al menos dos semanas más de travesía, con las dificultades que produce al comercio tanto por sus retrasos como por su encarecimiento.

Con estos hechos, estamos viendo que, de forma muy reciente, especialmente en la última semana, la Unión Europea por fin comienza a involucrarse en los problemas en Oriente Medio. Ello se debe a la necesidad de tener una coherencia en la política exterior, cuando en el caso de la agresión rusa a Ucrania la UE ha conseguido mantener una posición clara y única, una cohesión entre los Estados miembros y un fortalecimiento de su política exterior. Con estas últimas decisiones, la Unión Europea recupera en parte la credibilidad que estaba perdiendo a nivel internacional, ya que se veía que había dos actuaciones distintas en Ucrania y en Gaza, y ahora empiezan a reconciliarse ambas políticas.

__________________________

Francisco Aldecoa Luzárraga es Catedrático de Relaciones Internacionales y Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo.