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Cuestión de confianza frente a moción de censura

Felipe Domingo Casas

Yo creía a pies juntillas con otros muchos en la fortaleza mental de Pedro Sánchez y no veía fisuras en su mente.  Algunos piensan hoy que ha puesto los pies en polvorosa. Ni lo uno ni lo otro. Salvando diferencias,  grandes deportistas, Simone Biles, Ricky Rubio, entre otros, han conocido la enorme presión a que estuvieron sometidos en sus respectivas profesiones y tuvieron que parar. 

Superada la sorpresa o el desconcierto que ha causado Pedro Sánchez a la opinión pública con su decisión, la urgencia de los acontecimientos y del breve momento temporal nos obliga a pasar de la política de las emociones, entre la que se encuentra el victimismo real o criticado, a analizar las alternativas que se abren. Cualquiera, entre las tres que señala la Constitución, pueden darse, pero, a mi juicio una sola es razonable, o la más razonable: someterse a la cuestión de confianza. Precisamente la alternativa a la moción de censura que Pedro Sánchez planteó en 2018 a Mariano Rajoy. 

Para no despistarse de lo que exige la Constitución, plantear la cuestión de confianza ante el Congreso de los Diputados exige el art. 112 que se haga previa deliberación del Gobierno, lo que impide al Presidente su manifestación “motu proprio”. Pedro Sánchez ha declarado reiteradamente que esta legislatura iba a prolongarse por los cuatro años, y en ningún momento ha dejado entrever que no fuera con él como Presidente.

La cuestión de confianza tiene que servir para instrumentar un programa compartido por todos los grupos que apoyan al Gobierno para atacar al fascismo y al ultraderechismo

Pedro Sánchez tiene que someterse a la cuestión de confianza con la misma determinación y fortaleza con las que se presentó a la investidura. Y con el mismo programa y planes de Gobierno que presentó en noviembre pasado. La moción de confianza es una oportunidad inmejorable para afianzar el respaldo de los grupos parlamentarios del  Congreso al Presidente del Gobierno que ya le dieron su confianza en la investidura y para desmontar las insidias, los bulos y la ilegitimidad que mantienen sobre su persona, ahora a través de su familia. Para desmontar el mantra de que se apoya en el independentismo y en seis votos, solo para mantenerse en el poder, como si eso no fuera el objetivo de conquistarlo por parte de Feijóo o de mantenerlo igualmente por parte de Ayuso. A propósito: ya sabemos que Ayuso conocía a pies juntillas los negocios de su novio, las investigaciones de la Agencia Tributaria desde hace más de dos años, que mintió, porque ha ido descontextualizando las noticias que aparecían de él, e interpretándolas al estilo trumpista para crear confusión. Es una oportunidad para recalcar que la ley de  amnistía es una medida política para fraguar una mayor convivencia entre los catalanes y entre los catalanes y el resto de los territorios de España. Para invitar a los castellanos y leoneses, a los gallegos, a los manchegos y demás a que conozcan el arte que plasmó Antoni Gaudí en Barcelona, las playas de Girona o el románico del valle de Boí, para lo que los alojamientos tienen que bajar de precio. Abogo por una campaña sostenida en el tiempo entre el Gobierno, la Generalitat y los hoteleros para incrementar el turismo a Cataluña.

La cuestión de confianza tiene que servir para instrumentar un programa compartido por todos los grupos que apoyan al Gobierno para atacar al fascismo y al ultraderechismo y desmantelar todos los símbolos y monumentos franquistas que perduran, la ilegalización de la Fundación Francisco Franco y un impulso para recuperar a los que todavía permanecen en las fosas comunes.  

Dígase con rotundidad: si Feijóo pudiera presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez con algunos visos de ganarla, ya la hubiera presentado. Por tanto, la debilidad no está en el Gobierno, sino en la oposición. Elogio la polarización sin insultos, que desprestigian la democracia y crean desafección en la política, pero estamos abocados a sufrirla. Así camina la humanidad.

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Felipe Domingo Casas es socio de infoLibre.

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