Sergio Ramírez Luis García Montero
El aquelarre de Vistalegre
La antigua plaza de toros de Vistalegre, muy anterior en el tiempo a la Plaza de las Ventas, se ha convertido en un pabellón multiusos que se utiliza preferentemente para eventos y mítines políticos. El pasado domingo día 19 tuvo lugar un acontecimiento que ha superado con mucho, por su contenido y significado, la repercusión que hubieran podido tener los anteriores. Los organizadores diseñaron el acto como un ritual o hechizo antidemocrático. El aquelarre en el que se invocó al dios mercado como un ser superior a toda posible organización política lo convocó VOX y contó con un protagonista estelar, Javier Milei, con el acompañamiento secundario, entre otros actores, Anne Marine Le Pen, Giorgia Meloni, Viktor Orbán y el primer ministro polaco, Mateusz Morawieck. El señor Milei, en estos momentos, es presidente de la República Argentina por el mayoritario voto popular, pero es conocido más allá de sus fronteras por su histriónica manera de transmitir lo que considera su modelo político.
La verdad es que su forma de comportarse no defraudó a nadie. La insólita agresión verbal, expresada por un Jefe de Estado contra el Presidente del Gobierno de la nación que está visitando, merece un comentario aparte. De su intervención extraigo algunas perlas que no tienen desperdicio. Afirmó que la justicia social es un invento del maligno (no sé si se refería a su compatriota el Papa Francisco) y que el mercado es el único instrumento para encontrar las mejores soluciones. Se olvida de que se ha demostrado que alguno de los mercaderes que lo dirigen y controlan, como la mano que mece la cuna, son insolidarios, avariciosos, violentos y, si es necesario, asesinos. Hay que reconocer que si tiene alguna virtud es la de decir siempre, sin tapujos, lo que le pasa por la cabeza.
Me voy a centrar en una faceta que siempre me ha llamado la atención. Su cara me recuerda a uno de los protagonistas (Alex) de la conocida película de Stanley Kubrick: La naranja mecánica. Interpretado por Malcolm McDowell, el personaje se puede calificar como un delincuente sociópata. Alberga dos pasiones que, en principio, parecen contradictorias; la violencia y la música de Beethoven (desconozco cuáles son las aficiones musicales de Milei). La novedosa incorporación de una motosierra en sus intervenciones públicas quizá esté inspirada en otra de las películas del maestro Kubrick (El resplandor) en la que Jack Nicholson maneja un hacha en la terrorífica escena final. La película de Stanley Kubrick está catalogada dentro del género considerado como de ciencia ficción. Nuestro protagonista supera todo lo imaginable.
Se ha detectado la tendencia de sectores jóvenes a entregar su voto a partidos que rechazan las políticas de igualdad, solidaridad y justicia social. Solo se explica por su decepción, pero merecen una seria advertencia sobre las consecuencias de su irracionalidad
Por mi vinculación con organismos internacionales de derechos humanos, he tenido la oportunidad de visitar, en varias ocasiones, la nación argentina. Conocí a personas admirables que lucharon contra la dictadura y a algunos que participaron en la redacción del Informe Sábato, en el que se documenta irrefutablemente la cifra de 30.000 desaparecidos. Milei lo niega y, quizá inspirado por VOX y PP, proyecta redactar una 'ley de concordia' entre los torturadores de la Escuela Mecánica de la Armada y las Madres y abuelas de la Plaza de Mayo. En relación con los desaparecidos, tuve la oportunidad de participar en un Congreso celebrado en el edificio del Senado francés. Las sesiones terminaban a las 18:00h en punto, bajo el apercibimiento de cierre y corte de electricidad por parte de los ujieres. Siempre recuerdo una anécdota que aconteció uno de los días. Sobre las 17:45, un participante de origen nórdico se dirigió al grupo argentino, pidiéndole que le explicase qué era eso del peronismo. Uno de los argentinos, con el agudo sentido del humor que les caracteriza, le contestó: “che, solo faltan quince minutos para finalizar la sesión y yo necesitaría varios días para explicarle lo que significa el peronismo”. Los debates y conclusiones del encuentro se recogieron en un libro titulado: ”El rechazo del olvido”, con un prólogo de Julio Cortázar.
Son muchas las explicaciones que los politólogos manejan para explicar la llegada al poder de personajes tan estrafalarios y rupturistas como Trump, Bolsonaro o Milei. La explicación es bastante simple. Son muchas las personas, sobre todo los jóvenes, decepcionadas por el incumplimiento reiterado de las promesas electorales de los partidos de izquierdas que cuando llegan al poder abandonan sus iniciativas reformistas y se acomodan a las exigencias de los poderosos cárteles industriales, financieros y tecnológicos, relegando la consecución de los objetivos del Estado de bienestar para tiempos mejores.
Se ha detectado la tendencia de sectores jóvenes a entregar su voto a partidos que rechazan las políticas de igualdad, solidaridad y justicia social. Solo se explica por su decepción, pero merecen una seria advertencia sobre las consecuencias de su irracionalidad. No pueden desconocer que se enfrentan a nuevos fenómenos como la inmigración o el cambio climático, que solo pueden afrontarse desde el respeto a los derechos humanos y la concienciación sobre los desastres que auguran los científicos. Los vendedores de seguridad a cambio de la renuncia a las libertades no te garantizan tu protección y te despojarán de tus derechos fundamentales.
¿De verdad no había otras alternativas para evitar la llegada de un visionario a la Casa Rosada? Ojalá que sea un fenómeno transitorio. La actitud de Javier Milei que hemos visto en España confirma un proverbio que algunos atribuyen a Pitigrilli: ”Se empieza por asesinar (en este caso vociferar) y se terminan perdiendo las buenas costumbres”. Es decir la buena educación. Se dice que todo argentino lleva en sí a un psicoanalista. No es su caso, Señor Milei; le recomiendo unas cuantas sesiones de terapia. Le ayudarán, por lo menos, a ser una persona educada.
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