Las familias de las víctimas del Yak-42 recuerdan que siguen “sin tener justicia”

Las familias de los 62 militares que perdieron la vida en el accidente del avión Yakovlev 42, ocurrido el 26 de mayo en 2003 en Trabzon (Turquía), recordaron este domingo a las víctimas de la tragedia, en un acto en el que han asegurado que ya saben "la verdad" de lo acaecido, pero que siguen "sin tener justicia y sin cobrar las indemnizaciones" que les corresponden.

El acto, con motivo del décimo aniversario del accidente, el mayor sufrido jamás por las Fuerzas Armadas, se celebró en el monumento de recuerdo a las víctimas de Zaragoza, situado en el paseo de la Constitución, después de una misa en la iglesia de San Miguel. En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42, Miguel Ángel Sencianes, afirmó que seguirán "luchando" para que se haga justicia.

"Un día como hoy nos recuerda a todos que 62 personas, que tenían valores de honor, de justicia y de paz, murieron por su país, y vamos a seguir luchando. Lo que es totalmente cruel es que los responsables de todo estén agazapados detrás de escaños y de indultos. Los nuestros no se merecen eso", subrayó. En este punto, apeló a los militares que están en el extranjero y aseveró que "ninguno merece un avión como los del Yak, ni que se les trate con tanto desprecio como trataron a los nuestros".

Las familias de los fallecidos no han sido indemnizadas por la compañía alemana Chapman Freeborn, a pesar de que el Supremo confirmó la condena de más de 6 millones en noviembre de 2012. El abogado de las familias, Leopoldo Gay, presentará en las próximas semanas un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra el archivo decretado por el Tribunal Constitucional, que el pasado febrero rechazó reabrir la causa por las irregularidades en la contratación del avión en el que murieron los militares. La Audiencia Nacional la archivó en contra del criterio de la Fiscalía.

"Está encargada la solicitud para la apertura de trámites en Estrasburgo, con el objetivo de que se realice un juicio oral, y creo que el abogado lo acabará en junio, seguramente, y estaremos muy orgullosos", subrayó Sencianes, quien añadió que son las familias los que "dan voz" a los 62 militares. "Sólo queremos un simple y justo juicio para nosotros". Sobre las indemnizaciones, Sencianes comentó que en Alemania "empieza ahora la ejecución de la sentencia" y que la empresa Chapman "no ha querido pagar aquí en España voluntariamente, no acepta su responsabilidad, y ahora se empezará a reclamar mediante embargo".

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"Después de diez años estamos orgullosos de lo que hemos hecho, hemos logrado desvelar una gran mentira, hemos dado dignidad a los nuestros, las madres y padres ahora están tranquilos, aunque todo lo vivido ha sido atroz", recalcó. Agregó que las familias, tanto las que forman parte de la asociación como las que no, están "unidas y muy seguras" de lo que están haciendo. Por otra parte, Sencianes agradeció a la ciudad de Zaragoza "la sensibilidad que ha tenido", e incidió en que "al final, lo importante es que las familias sepan apreciar que los 62 militares dieron su vida por la patria".

En el acto sólo hubo representación del Ayuntamiento de Zaragoza –que gobierna el socialista Juan Alberto Belloch con el apoyo externo de IU y Chunta Aragonesista–, pero Sencianes remarcó que "es difícil personas que estén en el Gobierno del PP puedan venir con las familias de los 62". "Estos diez años de juicio no tendrían que haber existido, se tendría que haber hecho justicia en este país", manifestó. El vicepresidente de la asociación, Francisco Cardona, reconocía que no se les había invitado a este homenaje. Así, Cardona añadió que tampoco no se había invitado al exministro de Defensa José Bono, "por prudencia", pero le agradeció que no haya "abandonado a los 62, sigue desvelando verdades".

Cardona hizo referencia a la frase "con algunas familias es imposible hacer nada porque están instaladas en el odio y otras sólo quieren humillar al Ejército y conseguir dinero", que José Bono atribuyó al general Luis Alejandre, y sostuvo que "este señor no sabe ni lo que dice".