Espionaje

El CNI recomienda a los diputados un sistema contra las escuchas pero aclara que no les espía

El director del CNI sugiere al Congreso dotarse de un sistema contra escuchas

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El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán, ha garantizado en el Congreso que este organismo "no sale de caza ni utiliza atajos", por lo que ha asegurado que no comete ilegalidad ninguna y que no ha proporcionado ni a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU ni a ningún otro servicio de inteligencia extranjero datos relevantes que no estén en los asuntos que ya tienen acordados, como son lucha contra el terrorismo o el crimen organizado o el ciberespionaje. Sin embargo, Sanz Roldán ha recomendado al Congreso que instale un sistema antiescuchas "por seguridad".

Según han informado fuentes parlamentarias, Sanz Roldán ha manifestado ante los portavoces con acceso a secretos oficiales que puede garantizar en un "99,9 por ciento" que las comunicaciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no han sido intervenidas. El general ha recalcado que la única manera de que pudiera haber sido escuchado sería si se hubiese puesto en contacto con alguien cuyas comunicaciones sí estuvieran pinchadas, como por ejemplo la canciller alemana Angela Merkel, cuyo teléfono fue intervenido por la NSA.

En su intervención inicial ante la Comisión de Gastos Reservados, reunida a puerta cerrada, el director del CNI ha acompañado su alocución de un proyector con el que ilustrar las explicaciones de carácter más técnico, remarcando que su principal cometido al comparecer en el Congreso era dejar claro a los diputados que los servicios de inteligencia españoles siempre actúan con legalidad. Por eso, ha indicado, cada operativo que quiere llevar a cabo el CNI va precedido siempre de una solicitud al juez del Tribunal Supremo que se encarga de estos asuntos en la que se detallan los motivos, petición que a veces llega a tener hasta una veintena de folios.

En este sentido, Sanz Roldán ha remarcado que si el juez se niega, no hay nada más que el CNI pueda hacer, y ha garantizado que los límites que tienen los servicios de espionaje españoles son los que marca la Constitución en lo que respecta al derecho a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio y las comunicaciones. La media de autorizaciones judiciales a operativos que solicita el CNI son unas 1.000 al año, una cifra que el director de la agencia considera adecuada teniendo en cuenta que en España hay 67 millones de líneas telefónicas abiertas. 

Según las citadas fuentes, el director del CNI ha afirmado tajantemente a los diputados que en España no ha habido escuchas ni a políticos ni a empresarios, ya que considera que tampoco ha habido motivos para solicitar autorización sobre esto.

Sanz Roldán sugiere un sistema antiescuchas al Congreso

Una vez expuesto el sistema de actuación del CNI, varios diputados han preguntado concretamente cómo actúa la NSA o cualquier otro servicio de inteligencia estadounidense, y si el organismo que dirige tiene constancia de que haya cometido alguna ilegalidad en España. Sanz Roldán se ha limitado a responder que los norteamericanos se rigen por sus propias leyes. A preguntas concretas de los diputados, Sanz Roldán les ha garantizado que desde el pasado junio la Embajada de EEUU en Madrid no dispone de ningún sistema con el que espiar las comunicaciones en nuestro país, aunque no ha querido confirmar ni desmentir si antes de ese mes la legación diplomática contaba con ese tipo de sistema.

Lo que sí ha remarcado el general son las facilidades que los norteamericanos tenían en Alemania a la hora de interceptar comunicaciones debido a la proximidad a su embajada de edificios oficiales como ministerios o el Parlamento –cuya sede se encuentra a escasos metros de la delegación estadounidense–. En España, ha agregado, eso sería prácticamente imposible debido a lo alejados que están unos edificios de otros, y especialmente el Palacio de la Moncloa, donde no hay edificios cercanos. No obstante, Sanz Roldán ha sugerido al Congreso la conveniencia de que, "por seguridad", el Parlamento se dote de un sistema antiescuchas.

Las Cortes no disponen de un sistema permanente de contravigilancia en sus comunicaciones, aunque lo que sí hacen las fuerzas de seguridad destinadas en la Cámara es algún barrido de micrófonos en las dependencias reservadas al Gobierno cuando se acoge una reunión del Consejo de Ministros, como ocurrió el pasado jueves.

El CNI sí colabora con otros servicios secretos

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Asimismo, el director del CNI ha explicado a los diputados que el organismo que dirige mantiene acuerdos de colaboración con servicios secretos extranjeros, pero sólo en determinados asuntos, como son la lucha contra el terrorismo, el combate al crimen organizado, la respuesta al ciberespionaje y la inmigración. Concretamente, con EEUU los servicios de inteligencia españoles mantienen una estrecha relación –especialmente desde el año 2002–  en determinados temas: colaboración en la lucha contra ETA, intercambio de información sobre la adquisición de equipos de espionaje o ciberseguridad son algunos de ellos.

El director del CNI también ha destacado que todos los países aliados en los que operan agentes españoles son informados de la presencia de éstos, si bien no ha podido decir lo mismo de todos los espías extranjeros que trabajan en nuestro país. Según ha asegurado, el CNI sabe de su presencia en España, pero no siempre es informado de ello por el país en cuestión. En los últimos años, según las palabras de Sanz Roldán, España ha expulsado a nueve agentes extranjeros por actividades irregulares.

El general, además, ha puntualizado que los medios de comunicación están haciendo una interpretación errónea de los datos que ha revelado Edward Snowden. Cuando se ha publicado que la NSA interceptó en un mes 60 millones de llamadas en España, Sanz Roldán ha explicado que lo correcto era hablar de 60 millones de metadatos, es decir, no se trata de comunicaciones en sí, sino cada uno de los datos que rodea a éstas: el cuándo, el dónde, la duración, las personas que la realizan, etc, pero nunca el contenido de una llamada, un mensaje de texto o un correo electrónico.

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