Equo somete a la votación de sus afiliados el acuerdo para las europeas con Compromís

Si algo se veía venir desde hace un año, cuando comenzaron los primeros cortejos de las formaciones de izquierdas de cara a las elecciones europeas, era que la convergencia de Equo con su "socio natural", Compromís, estaba más que cantada. La síntesis con Izquierda Unida era una tarea mucho más complicada. 

El tiempo ha hinchado de fuerza a una alianza que todos los actores esperaban. Y este viernes dio un giro que puede ser definitivo. Equo comunicó a sus cerca de 2.000 afiliados que "en breve" –posiblemente la semana próxima– les consultará sobre la "formalización de un acuerdo con Compromís para construir una candidatura conjunta para las elecciones europeas" del 25 de mayo. 

Equo ya se dirigió a la coalición valenciana Compromís –suma del Bloc Nacionalista, de Iniciativa del Poble Valencià (IdPV) y Els Verds-Esquerra Ecologista (EV–EE)– el pasado 18 de enero para proponerle una lista conjunta para los comicios a la Eurocámara, con una consulta abierta a la ciudadanía para la elección del número uno. Hace unos días, Compromís respondió. Y planteó una candidatura "coliderada" por las dos formaciones, por la cual "compartirían grupo parlamentario y posicionamiento político". Un "liderazgo compartido que se prolongue en actuaciones posteriores, de tal forma que se garantice la representación obtenida en función de la aportación de cada territorio", según anunció Equo en un comunicado. El acuerdo, en cualquier caso, dejaría abierta a la posibilidad de incorporar a otros partidos y movimientos. Esa propuesta de alianza es la que votarán los militantes del partido verde.

La redacción, un tanto alambicada, quizá no deja ver la profundidad del acuerdo. Como explicaron a infoLibre Pepa López, secretaria federal de Comunicación de Equo, y Enric Morera, colíder con Mònica Oltra de Compromís, significa que la lista para las europeas, formalmente, será liderada por la coalición valenciana. Y el número dos lo pondría Equo. En caso de que se lograse un solo escaño, ambas formaciones se repartirían el tiempo en el Parlamento Europeo, según el número de votos obtenido por cada una. Podría ocurrir, por tanto, que Compromís, aun encabezando la plancha electoral, esté menos tiempo ocupando su acta. La legislatura dura cinco años. 

Sin embargo, las dos fuerzas dan más importante al "coliderazgo", que estará presente, en caso de que se ratifique el acuerdo, en la cartelería, las papeletas, mítines, el diseño de la campaña... Y los eurodiputados que salgan elegidos representarían a ambas. En suma, al margen de las personas, se visibilizará por encima de todo la fuerza del pacto. 

Un "espectro más amplio"

Morera sostiene que Compromís debe liderar porque la coalición valenciana "abarca un espectro más amplio que Equo, es algo más que una propuesta ambiental, por mucho que esta sea fundamental". Aporta tres razones. "Primero, por el concepto de cooperativa política. Dos, porque hemos de lanzar un proyecto de Estado plurinacional, compuesto y plural. Tres, incorporamos un concepto de ciudadanía organizada ante un sistema que no responde. Queremos liderar desde las ideas, desde un proyecto político", desgrana. A Compromís le acompañan los números y su éxito electoral: cuenta con seis escaños en Les Corts Valencianes (uno más que IU) y un parlamentario en el Congreso por Valencia, Joan Baldoví, que Equo señala como su referente en el hemiciclo. De hecho, Baldoví es formalmente diputado de Compromís-Equo. "Lo importante es la consolidación del espacio político, la coincidencia en el proyecto y en el método y la voluntad de ir juntos", sostiene López. 

Ambos dirigentes subrayan que el acuerdo no está cerrado –los militantes del partido verde deberán votar en breve y la cúpula de Compromís habrá de hacerlo el 15 de febrero– y que, en todo caso, está supeditado a la entrada de nuevos miembros. "Nuestra propuesta surgió de nuestra ejecutiva del 13 de enero –cuenta Morera–. Y es una apuesta por exportar el modelo de cooperativa política de Compromís al resto del Estado. Equo es uno de los componentes fundamentales, nuestro socio preferente, pero creemos que habrá un entendimiento muy amplio con otras fuerzas y movimientos". El colíder de la coalición valenciana destaca, en ese sentido, la "sintonía" con Chunta Aragonesista (CHA) y Anova. Dos fuerzas a las que, precisamente, está cortejando IU. Morera también cree factible la unión con Més per Mallorca, suma de Iniciativa Verds y el Partido Socialista de Mallorca (PSM). "El ambiente está maduro para una candidatura de amplio espectro", añade, que represente "la indignación frente a un sistema político que no da respuestas a la gente". 

Equo no ha vuelto a recibir ninguna "llamada" ni "oferta" de IU, con quien se reunió por última vez a finales de octubre. La federación de Cayo Lara, en realidad, siempre vio complicada la convergencia con el partido coliderado por Juan López de Uralde y Reyes Montiel. Morera lo ve casi imposible a estas alturas: "IU ha renunciado a hacer primarias abiertas. Es una organización clásica, forma parte de lo visto en el pasado y tiene un discurso muy antiguo". 

Aspectos por concretar

Aún hay flecos por cerrar en este principio de acuerdo Equo-Compromís. Por ejemplo, qué pasa si las dos fuerzas eligen como candidato a dos mujeres o dos hombres, dado el compromiso que ambas tienen de confeccionar una lista cremallera. O cómo se distribuirán todos los puestos de la candidatura las dos formaciones y el resto de fuerzas que se incorporen. "Son aspectos que deberán arreglarse", señala Morera. 

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Equo y Compromís elegirán a sus representantes por medio de un proceso de primarias abiertas a los ciudadanos. El primero ya está inmerso en la campaña de la segunda vuelta, a la que han pasado dos hombres –Florent Marcellesi y Guillermo Rodríguez– y dos mujeres –Reyes Montiel e Inés López-Dóriga–. La votación, para ordenar esos cuatro nombres, se producirá entre el 1 y el 10 de marzo. A su vez, Compromís aprobará el 15 de febrero el reglamento de sus primarias ciudadanas. Con unos tiempos más ajustados, porque se prevé que la elección se haga el 8 de marzo. 

Las federaciones de IU, por su parte, tienen de plazo hasta el 20 de febrero para elevar sus propuestas de candidatos a la sede federal. La lista quedará compuesta, si no hay retrasos, en el Consejo Político Federal del 1 de marzo.

Las fechas de todos los actores de esta compleja partida de la izquierda alternativa apunta a que todas las negociaciones se acelerarán y cerrarán a finales de este mes. Todo a última hora, y ya es costumbre.