Paraísos fiscales
La sicav de los eurodiputados se cobra la primera dimisión con Willy Meyer
Willy Meyer dimite. Lo deja. Renuncia a tomar posesión de su escaño en el Parlamento Europeo la próxima semana. Un acta que revalidó hace justo un mes, en las elecciones del 25-M y a las que compareció como cabeza de cartel de IU.
La razón está en la exclusiva adelantada ayer martes por infoLibre. Él, hombre de la máxima confianza de Cayo Lara, dirigente con acta en Bruselas desde 2004, participó en un fondo privado de pensiones cofinanciado en un tercio por el Parlamento Europeo y vehiculado a través de una sicav en Luxemburgo. Él reconoció, desde el primer momento, que sí, que lo había suscrito, pero que no tenía ni idea de que estaba ligado a una sociedad de inversión de capital variable, el instrumento favorito de inversión colectiva de las grandes fortunas. A las pocas horas de que se publicase la noticia, incluso, comunicó a la institución que se quería dar de baja de ese sistema complementario de pensiones. Pero no fue suficiente.
Ayer la presión entre los cuadros y las bases de IU fue enorme hacia él. Visible en las redes sociales, también en las incesantes llamadas y mensajes que se cruzaron los dirigentes. Él mismo voló de urgencia de Bruselas a Madrid y aterrizó esta mañana, para dar explicaciones a los suyos y darles cuentas de su decisión "personal", la de dimitir rápidamente, apenas 24 horas de que se conociera la noticia.
Meyer compareció a las 12.37 horas en la sede federal, en la madrileña calle de Olimpo, en una rueda de prensa convocada de urgencia. Y lo hizo acompañado del líder de IU, Cayo Lara; el secretario general del PCE, José Luis Centella, y el coordinador andaluz, Antonio Maíllo. Sentados en la sala, un buen ramillete de cargos de la federación y de barones regionales. Todos, con caras tristes, con el rictus de gravedad marcado en el rostro. Meyer, un clásico dentro de IU, una pieza clave en la organización, anunciaba su dimisión, tanto de su escaño en Bruselas como de su secretaría de Política Internacional, que dirigía desde 2008.
"Me di cuenta ayer mismo que podía haber una sombra de duda sobre si el eurodiputado Meyer podía tener conocimiento o no de que ese fondo europeo de pensiones, legal, formado en 1994, estaba en una sicav en Luxemburgo. Para despejar cualquier tipo de duda, he decidido renunciar a mi acta de eurodiputado. Para que no haya ninguna sombra de duda", verbalizó. "Es muy importante que los cargos públicos de IU demos un ejemplo a nuestro electorado y nuestros militantes, que se merecen un gesto de estas características. No sólo hay que parecer que se trabaja conforme al discurso, sino hacerlo efectivo". Meyer subrayó una y otra vez que, ante la militancia de IU, el electorado y la sociedad española, es vital que la federación y sus cargos demuestren no sólo que son "transparentes", sino también "ejemplares".
"Nadie nos va a dar lecciones de ética, nadie"
Meyer, a quien se vio emocionado pero también contenido, hizo un relato de las últimas 48 horas. Desde la primera llamada de infoLibre, cuando le informó de que su nombre aparecía en un fondo voluntario de pensiones canalizado a través de una sicav en Luxemburgo, considerado paraíso fiscal. Contó que se sorprendió, porque no lo sabía y porque entendía que, en cualquier caso, ese fondo tenía que estar residenciado en Bruselas, epicentro de la actividad institucional del Parlamento. Y que era incomprensible que estuviera en una sicav, una "arquitectura financiera" a la que IU se ha opuesto siempre porque intenta "ocultar" la tributación a Hacienda. Él después se puso en contacto con la institución, que le confirmó las condiciones del fondo descritas por este diario y decidió darse de baja. "Mi nombre y lo que represento no puede estar en ninguna sicav en ninguna parte del mundo, y pedí que dieran por finiquitada mi participación" en ese plan de pensiones.
El hasta ahora eurodiputado insistió, a preguntas de la prensa, en que desconocía que se había unido a una póliza que estaba vehiculada en una sicav. Dijo no saber ni la estructura, ni la cantidad aportada por él, ni si había tributado por ella en España. "Ni idea". "Lo que hice fue cumplimentar los papeles en 2004 [cuando logró su escaño por primera vez] y me puse a disposición de la Administración europea, nunca pensando que podía terminar en una sicav". El dinero se libera cuando el eurodiputado cumple los 63 años (él cumplirá los 62 en agosto). Pidió la retirada de sus aportaciones (no el tercio puesto por el Parlamento). "Pero por encima de todo está mi coherencia", proclamó.
Y para disipar toda incertidumbre, entendió que su marcha era inevitable. Subrayó que con su marcha la organización da ejemplo, e indirectamente señaló a los otros eurodiputados de otros partidos –caso de Elena Valenciano o Miguel Arias Cañete, cabezas de lista de PSOE y PP, como él lo fue de IU, en las europeas del 25-M– la puerta de salida. "No pretendo dar lecciones a nadie. La humildad y la izquierda tienen que ir de la mano. Nadie nos va a dar lecciones de ética a IU, nadie. Con esta decisión personal creo que puedo contribuir a hacer valer la fuerza del discurso ético de IU". Sobre qué deben hacer los cargos de PSOE y PP, pidió dirigirse a los "portavoces autorizados" de los dos partidos, que seguro "podrán contestar". Dijo "fiarse" de lo que digan Valenciano o Cañete (la socialista también aseguró no saber nada de la sicav), porque a él le ha pasado lo mismo.
"Lo que vayan a hacer es un problema de ellos. Soy muy consciente de que cada fuerza política tiene un código de conduta. El nuestro es este. Queremos dar ejemplo", que case "el discurso con la práctica". A ese plan se sumó igualmente Rosa Díez, eurodiputada socialista entre 1999 y 2007 y hoy líder de UPyD. Ella ignoraba, aseguró, la ligazón con la sicav.
"La ética es un valor fundamental en IU"
El hasta ahora eurodiputado enfatizó que el fondo de pensiones era legal, que en 2009 se cerró a nuevos suscriptores, pero la conducta de IU debe ser mucho más estricta, "ejemplar y ejemplarizante". Máxime cuando en 2011 los diputados de IU renunciaron en bloque al plan de pensiones que ofrecía el Congreso y que gestionaba el BBVA. Ningún cargo puede beneficiarse de una póliza privada que ofrezca una institución, como si fuera "alguien distinto" a un trabajador normal y corriente, y ahí el pecado. Subrayó que con su gesto pretende dar un "toque de atención importante al conjunto de la sociedad española", en un contexto de crisis política sin precedentes y cuando arrecian las críticas por la "falta de legitimidad" de partidos e instituciones. "Sólo con fuerzas que planteen la ética como un instrumento que permita reorientar la necesidad de lo público seremos capaces de levantar esta situación de crisis estructural", recalcó. "La ética es un valor fundamental de IU".
Meyer dijo que no había recibido "ninguna" presión para marcharse, pese al caudal de invectivas que ha recibido en las últimas horas. Que era una decisión "personal" que adoptó él mismo y que comunicó a la dirección de IU, una decisión "muy meditada" que tomó pensando en la militancia y en la organización, que es "ejemplar" y que ahora afronta un periodo difícil, pues "vienen tiempos muy importantes", todo el ciclo electoral de las municipales, autonómicas y generales de 2015, y no es pertinente "distorsionar lo más mínimo la atención de las tareas colectivas" que quedan por delante.
"La vida sigue"
Afirmó haber recibido muchas "muestras de afecto y de cariño", llamadas de quienes le decían, "por solidaridad", que debía seguir, pero entendió que había de actuar con "coherencia", y que le tocaba anunciar su salida, la decisión "acertada". Meyer sabía que no tenía mucho tiempo, porque el sábado se reúne el Consejo Político Federal, el máximo órgano de poder, para aprobar definitivamente las primarias abiertas y, si es posible, renovar la dirección. El trauma de los resultados del 25-M, donde IU triplicó sus resultados de 2009 pero vio irrumpir con fuerza a Podemos (la formación de Pablo Iglesias tuvo cinco escaños y la lista de Meyer, seis), ha obligado a la cúpula a reaccionar rápido y hacer autocrítica.
Ahora, ¿qué hará? "La vida sigue", bromeó. Meyer dijo que, "mientras tenga fuerza", se dedicará a luchar por los ideales por los que entró a militar en el PCE, con 18 años, y después en IU. Ese compromiso permanece "inalterable". Ahora deja sus responsabilidades ejecutivas en la cúpula (la Secretaría de Política Institucional), pero seguirá en los órganos, en la Presidencia y en el Consejo Político, "contribuyendo a los debates" y a la construcción de una IU "más fuerte y más organizada".
"Ha hecho lo que tenía que hacer, es un señor"
En particular, citó la cumbre de este sábado, en la que la federación debe prepararse para los retos electorales "en clave de convergencia" con movimientos sociales y fuerzas políticas, para combatir el bipartidismo. Tarea en la que se empleará el grupo parlamentario en la Eurocámara, ya sin él y con la entrada del activista Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco asesinado en Irak, José Couso. El reto, "apasionante", es la "lucha contra la troika" y el reparto de poder entre la socialdemocracia y la derecha.
Fueron 25 minutos de comparecencia ante los medios. En buen tono. Sin acritud y sin tiranteces. Lara, aunque fue preguntado en dos ocasiones por su papel –él fue quien más empujó para que Meyer encabezara la lista europea del 25-M–, prefirió no responder para ceder al dimisionario todo el protagonismo. A la salida, seguían las caras largas, aunque también un cierto alivio en la cara de los dirigentes. "Nos duele, porque es un cuadro 10, un señor, pero ha hecho lo que tenía que hacer", manifestaba una importante dirigente. Ese era el comentario más oído: ha hecho lo que debía, que reproducían responsables de distintas familias. En Olimpo se reunieron relevantes cargos, pero llamaba la atención el despliegue andaluz. Esperable de una parte dado que es la federación de Meyer, pero también signo del peso de ese territorio. A la sede se habían viajado tanto Maíllo como su número dos, el senador José Manuel Mariscal. También estaban los coordinadores de Asturias y Euskadi, Manuel González Orviz e Isabel Salud, o miembros de la ejecutiva federal como Miguel Reneses, secretario de Organización, Lola Sánchez, Antonio Cortés, Marga Ferré, Tasio Oliver...
En la cúpula dolían no la revelación periodística, sino las durísimas críticas recibidas por Meyer en las últimas horas, muchas de ellas públicas, vertidas en las redes sociales. Pero ahora él ha caído. La pregunta es si otros, en otros partidos, seguirán sus pasos tras la eclosión del escándalo.