IU propone la revocación de cargos electos y el rescate de los servicios privatizados

No es todavía el programa marco para las autonómicas y municipales, pero sí algunas piedras angulares de la propuesta que Izquierda Unida quiere ofrecer a los ciudadanos en mayo de 2015. 30 puntos que suponen las guías fundamentales para "un proyecto de país", para iniciar el debate sobre medidas concretas, proyecto "en el que los derechos y la dignidad de las personas estén por encima de los intereses económicos de una minoría". 

IU arranca formalmente este jueves su proceso de convergencia con un acto público en Madrid. Pero al documento matriz, en el que expone a las claras su apuesta ineludible por la confluencia de la izquierda y en el que hace un recorrido de su historia, sus aciertos, sus debilidades y el panorama político, se añade otro sobre las claves programátivas para los comicios de 2015. Textos a los que ha tenido acceso infoLibre. Con ellos pretende que a partir de ahora, y durante dos meses, las bases y los simpatizantes discutan y aporten sus ideas, enriquezcan el debate. Los trabajos han sido pilotados por el responsable de Proceso Constituyente y Convergencia, Alberto Garzón, el nuevo hombre fuerte de la federación. Él ha coordinado la redacción dentro de una comisión plural integrada por nueve dirigentes. 

Los 30 puntos programáticos sobre los que IU quiere construir la convergencia –Garzón y el propio Cayo Lara inciden permanentemente en que la alianza debe fundamentarse sobre unas propuestas comunes– beben de anteriores documentos electorales. No entrañan expresamente una novedad. Tocan todos los palos: desde el modelo económico (para ponerlo "al servicio de las personas y la creación de empleo), a la democratización de las insttiuciones, la defensa a ultranza de los servicios públicos, el cambio de modelo de desarrollo o la apuesta inequívoca por la igualdad. 

Entre las medidas de regeneración democrática destacan la mayor apertura de parlamentos autonómicos y ayuntamientos a los ciudadanos. Por varias vías. Asegurando el comportamiento ético de los cargos públicos, tolerancia cero con corruptos y corruptores, participación de los vecinos en los presupuestos o en los referendos y consultas, potenciación de la sociedad civil y del tejido asociativo, devolución de competencias a los consistorios y garantía de suficiencia económica de las corporaciones locales. Destaca la apuesta por la revocación de los cargos electos, "a los que se debe exigir una rendición periódica de cuentas". IU, por descontado, reclama en este apartado la construcción de un Estado federal, republicano, laico, plurinacional y participativo. 

En el apartado económico, IU lleva su petición de auditoría ciudadana de la deuda al terreno local y autonómico: que se revise qué parte del agujero económico en cada administración es culpa de la especulación. Esta medida se acompaña de otras clásicas en la federación: banca pública, reforma fiscal progresiva, lucha contra el fraude y la economía sumergida, cambio del modelo productivo, modificación del modelo de relaciones laborales y una política de gasto austera y racional que priorice los servicios públicos y la inversión para crear empleo. Asimismo, el documento plantea remunicipalizar los servicios privatizados y la creación de consorcios públicos en sectores estratégicos. 

Canalización del debate a través de diez preguntas

Defensa de la educación y la sanidad públicas, concepción de la vivienda como un derecho, democratización de la Justicia y de los medios de comunicación, articulación de unos servicios sociales que garanticen la protección de los ciudadanos y promoción y acceso a la cultura son las patas sobre las que se asienta el apartado más social del programa. 

En el apartado de modelo de desarrollo, IU defiende que el agua sea un derecho humano cuya gestión sea obligatoriamente pública, que la energía sea entendida como un bien básico, que se impulse un desarrollo territorial sostenible y se apueste por los transportes públicos o que se aliente una reforma agraria. Y en las cuestiones relativas a la igualdad, engloba desde la erradicación de la brecha salarial entre hombres y mujeres, la lucha contra la violencia de género, los derechos de los inmigrantes, el combate a cualquier tipo de discriminación o la promoción de la cooperación entre pueblos. 

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Para conducir el debate con bases y simpatizantes, IU no quiere que se siga el modelo tradicional, típico de los congresos, de enmiendas al documento matriz. Quiere alentar la discusión a través de diez preguntas para la reflexión. Así, inquiere a los suyos si creen necesario un proceso constituyente y cómo lo imaginan, cómo hay que tejer las alianzas, qué puede romper la distancia entre política y ciudadanos, cómo imaginan la confluencia en su municipio, qué medidas son urgentes para salir de la crisis, cómo democratizar las corporaciones locales, cómo proteger los servicios públicos y hacer que sean de calidad, qué iniciativas habría que tomar para luchar contra la discriminación...