Reforma constitucional
Rajoy pide al PSOE que aclare si su propuesta incluye “una disposición especial para alguna comunidad”
Un día después de que de forma exprés y tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros el Tribunal Constitucional Tribunal Constitucionaladmitiera a trámite sendos recursos contra la ley de consultas y el decreto de convocatoria sobre el futuro político de Cataluña, Mariano Rajoy ha tenido que responder en el Senado tres preguntas relacionadas sobre la posibilidad de reformar la Constitución.
En su respuesta, el presidente del Gobierno sostuvo que para su Ejecutivo esta cuestión no es ahora una "prioridad". Pero que está dispuesto a escuchar cuantas propuestas lleguen pero siempre que sean propuestas y no meros enunciados. Se trata este último, de un mensaje, sobre todo, para el Partido Socialista, al que los conservadores llevan semanas demandando una concreción en lo que respecta a su reforma de la Ley Fundamental de 1978.
Entre la batería de preguntas que Rajoy dirigió a la senadora María Chivite (PSOE) estuvo una encaminada a que precisase si la reforma que su partido plantea pretende incluir en la Constitución "alguna disposición especial para alguna comunidad autónoma". Una referencia velada a Cataluña.
Rajoy conoce, porque en su partido también hay algunos partidarios, que sectores de su propia formación y del PSOE llevan semanas manejando una solución alternativa, una vía para abandonar ese "callejón sin salida" que supone el desafío soberanista de Artur Mas. Así lo adelantó infoLibre este fin de semana.
Una vía en circulación
A ambos partidos se suman también representantes del mundo empresarial radicados en Cataluña o con fuertes vinculaciones económicas a esta comunidad autónoma. La tesis que comparten todos estos actores es que, negado en banda el presidente del Gobierno a una reforma de la Constitución, el desbloqueo podría venir por una fórmula más sencilla que podría reconducir las relaciones entre el Estado y la Generalitat. Se trataría de una disposición adicional a la Constitución que contemple algunas demandas de Cataluña. Esas mismas demandas que Mariano Rajoy ordenó a sus ministros que evaluaran después de que el president Mas le entregara un listado con 23 propuestas en la reunión que ambos mantuvieron el pasado 30 de julio en la Moncloa. En definitiva, poner a cero el contador y recuperar parte de lo que arrasó la sentencia del TC sobre el Estatut. Y reconocer la singularidad catalana de una manera semejante a como la Ley Fundamental de 1978 hace con los derechos históricos de País Vasco y Navarra.
Uno de los focos más importantes de este debate surge en el contexto de la gran coalición, una operación política que, según ha venido informando infoLibre, está en marcha desde el otoño pasado con el impulso del Gobierno, de sectores del Partido Popular, de la denominada vieja guardia socialista –con el protagonismo del expresidente Felipe González, como él mismo reconoció–, animados por las empresas más representativas del Ibex 35 y por la influencia mediática de Prisa, editora del diario El País.
En su intervención, el presidente del Gobierno advirtió a los socialistas de que hay que "ser prudentes a la hora de abrir un proceso constituyente", porque la reforma de la Constitución "no es un comodín para dar respuesta a lo que en un momento no nos gusta o no va bien". "No es bueno pretender solucionar los problemas con otros nuevos", consideró.
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¡Visca Catalunya!
Por su parte, en respuesta al senador de CiU Josep Lluís Cleries, Rajoy exhibió su malestar por el hecho de "ver que haya algunos diputados que sostienen que lo que hay que hacer es incumplir la ley después de lo dicho por unanimidad por el Tribunal Constitucional. Eso sí es claramente incompatible con la democracia".
Previamente, Cleries había sostenido que los catalanes "votarán en libertad". "Por el bien de la Marca España, no repitan más eso de que votar fractura y es ilegal", dijo antes de cerrar su intervención con un ¡Visca Cataluña!