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Balance de 2014

Sánchez pide a Rajoy no hablar de recuperación “en vano”

Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa de balance de 2014, este 26 de diciembre en Ferraz.

Pedro Sánchez se ha impuesto la "regla" de dejar de hablar de cuestiones de partido. Y este viernes cumplió su decreto absolutamente a rajatabla en rueda de prensa en Ferraz. El secretario general se centró en machacar el balance que los socialistas hacen del Gobierno de Mariano Rajoy y en frenar en seco todas las preguntas que tenían que ver con el ruido interno o con su postulación a las primarias de julio de 2015, con la evidente intención de detener la polémica y el choque con la federación que le ha puesto en duda como candidato, Andalucía y su presidenta, Susana Díaz. Como él mismo recalcó, el cambio en el PSOE pasa por que el partido hable "de las cosas que ocupan y preocupan" a los ciudadanos y a los militantes. 

Y lo primero que inquieta a los españoles, recordó, es la situación económica. Sánchez conminó a Rajoy a "no utilizar en vano" la palabra recuperación. "La crisis no es historia –dijo, rebatiendo al presidente su célebre frase de "en muchos aspectos la crisis es historia del pasado"–  y, para el PSOE, no lo va a ser hasta que recuperemos los niveles previos a la crisis", tanto de empleo como de protección social. "Hasta que no recuperemos los niveles de empleo previos a la crisis, hasta que no recuperemos a esa generación perdida de jóvenes que hoy están fuera de España, hasta que no recuperemos las oportunidades de padres y madres de más de 45 y 55 años que hoy están en paro y hasta que no recuperemos la igualdad laboral entre hombres y mujeres no podremos hablar de recuperación", redondeó.

El PSOE se "alegra" de la mejora del entorno macroeconómico, que afecta de forma "positiva" a España, como la caída del precio del petróleo o la devaluación del euro. La salida de la depresión es, pues, "hoy mucho más certera". "Pero nada ha tenido que ver la acción del Gobierno", porque su "bloqueo" está "entorpeciendo" la coyuntura, al dificultar que España crezca con más vigor y llegue esa mejoría a la mayoría de la población. "España sufre un Gobierno que castiga a las clases medias y trabajadoras", que "beneficia" al 10% más rico. Es "indecente e injusto" un Ejecutivo que "decreta el final de la crisis, mientras sigue recortando en sanidad y educación", que mutila prestaciones sociales o que sólo sube tres euros el salario mínimo (hasta los 648,6 euros, un 0,5% más), subrayó. Con ello quería romper el discurso triunfalista y "complaciente" de Rajoy, que seguía hablando en la Moncloa mientras él comparecía en Ferraz.

"Crisis como gran excusa para consolidar un modelo desigual"

Son singularmente tres, para los socialistas, los "golpes" a la clase media y trabajadora que el partido se compromete a "restañar". Uno, la reforma laboral, que está aumentando la desigualdad salarial y la precariedad, que se está "cebando" con las mujeres, los jóvenes, con los mayores de 45 y 55 años. El Gobierno, pues, "ha fracasado en su política de empleo": "Si hoy más paro, hay menos cotizantes a la seguridad social, hay más pobreza laboral, es como consecuencia de que sufrimos un Gobierno que utiliza la crisis como gran excusa para consolidar un modelo social desigual. No es la crisis, sino la derecha que gobierna esta crisis quien está provocando sufrimiento y despidos". Dos, la reforma tributaria, un "regalo fiscal para las grandes corporaciones y los grandes patrimonios", por lo que "beneficia a los que más tienen". Y tres, la reforma del sistema de pensiones, cuyo fin últio es "acabar" con el engranaje público y "dar entrada a los fondos de pensiones privados".

A los recortes laborales, el Ejecutivo añadió en 2014, a juicio de los socialistas, mutilaciones en los derechos sociales: menos recursos contra la violencia de género, ajustes en sanidad y educación, "abandono" de la extensión de la enseñanza entre cero y tres años, despliegue del "modelo ultraconservador" de la LOMCE, recortes en dependencia...

Y junto a ellos, los mordiscos en libertades. Según reiteró el secretario general, el Gobierno legisla "para la derecha más extrema", y es el "más retrógrado" de la historia española, como demostró al nombrar como presidente de RTVE a José Antonio Sánchez, procedente de Telemadrid; al "bloquear" las comparecencias del presidente y de sus ministros para rendir cuentas o al "regalar deprisa y corriendo" 1.350 millones de euros a ACS por el almacén de gas Castor. Como resumen, subrayó que el presidente comenzó el año con el anuncio de una nueva Ley del Aborto –que quedó en el camino y provocó la dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón–, y termina 2014 con una "ley mordaza" (la Ley de Seguridad Ciudadana) que "acaba con los derechos y libertades de los ciudadanos". 

Sánchez recordó que, frente a esos "golpes" del Ejecutivo, su partido propone subir el salario mínimo un 5% –la iniciativa se registró este viernes en el Congreso–, redactar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, o impulsar un pacto por la educación. 

El secretario general acusó a Rajoy de hacer uso de su mayoría absoluta para "bloquear todo cambio". España, dijo, "no se merece un Gobierno preocupado por el horizonte judicial de su partido", y el presidente se ha probado "incapaz de asumir responsabilidades por los casos de corrupción" que le afectan". 

Reivindiación de Suárez y del "patriotismo constitucional"

Después tiró de Adolfo Suárez para introducir la cuestión de la convivencia y los consensos. El primer presidente de la democracia –"un gran presidente"– murió en marzo de este año, quiso "cambiar" la política y modernizar el país. Eso es "patriotismo constitucional", el "practicar los valores que la hicieron posible", la "concordia" y el "coraje de anteponer los intereses de España a los del partido". Hoy, lamentó Sánchez, los políticos sólo se acuerdan de la Carta Magna para "arrojársela al de enfrente". El líder de los socialistas volvió así a exigir a Rajoy que se abra a reformar la Constitución –opción descartada por el Ejecutivo", convencido de que "la mejor manera de defender la unidad de España" y la propia Ley Fundamental de 1978 es, precisamente, actualizarla. "Basta ya del bloqueo de la derecha", expresó. 

La intervención inicial del secretario general acabó mirando a las elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo. El PSOE, subrayó, es un "partido municipalista", "no por casualidad", porque entiende que los "cambios auténticos son los que vienen desde abajo". El partido se compromete a armar "gobiernos que defiendan a la clase media y trabajadora", que construyan una España "mejor" en lo individual y lo colectivo, que logren cambiar "la indignación por la confianza". Una tarea "no menor". "Somos muy conscientes de las dificultades, nadie nos dijo que fuera fácil". 

"Muy buenos resultados" en mayo

Pero Sánchez no quiso decir dónde está el listón de un buen o mal dato para el PSOE en los comicios del 24-M. El partido sale "con intención y todas las ganas de ganar", obtendrá "muy buenos resultados" y podrá conformar "gobiernos de izquierdas, socialistas, al frente de muchos municipios y comunidades autónomas". ¿Oferta a Podemos?, se le inquirió. "Es una oferta a la clase media y trabajadora", respondió, lacónico y algo envarado, como se le vio durante toda la comparecencia en Ferraz. 

En el turno de preguntas, afloraron las críticas internas a su gestión y la frialdad del PSOE andaluz y de Susana Díaz, que ha evitado en todo momento prestarle apoyo como candidato a las primarias. Sánchez buscó en todo momento no generar ningún titular. No quiso hacer ningún balance de sus cinco meses al frente del partido –"Vine para cambiar el PSOE para cambiar España y estamos cambiando el PSOE para cambiar España"– ni respondió a las dudas sobre su labor.

Evita postularse como candidato

Ni tan siquiera quiso reiterar que se presentará a las primarias para hacerse con la candidatura a la Moncloa, como ha hecho desde hace meses, ni si esta postulación estará o no ligada al resultado de las autonómicas y municipales. Nada, no hubo forma. Las elecciones internas, se limitó a recordar, las fijó el Comité Federal para el 26 de julio, y será entonces cuando afiliados y simpatizantes elijan al cartel electoral. Esa es, reivindicó, "una de las principales fortalezas del PSOE", frente a la "fórmula del dedo" de otras "formaciones a la izquierda y la derecha". 

El PSOE se ha propuesto, dijo, cambiar España, y eso "también" pasa por dejar de "hablar de sí mismo" para hablar de las cuestiones que importan "a muchísimos españoles y a muchísimos militantes". Sánchez dijo haberse "autoimpuesto" una "regla": "Dejaré de hablar de las cuestiones internas del PSOE y hablaremos de todo lo que tiene que ver con las preocupaciones de los españoles", remachó.

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Vídeo de balance de 2014

La rueda de prensa en Ferraz fue sorprendentemente corta. Cerca de 20 minutos de intervención inicial del secretario general y otros cinco de preguntas de los periodistas, nada más. 

Coincidiendo con la jornada de balance de 2014 y la comparecencia de Rajoy en la Moncloa, el PSOE lanzó el vídeo Otro año perdido, con el que pretendió mostrar el examen negativo de "la gente de la calle" al Gobierno del PP y su "esperanza" de que se produzca "un cambio" en España en 2015.

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