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La situación en el PP

La fractura en el PP vasco se agrava un año después de la elección de Quiroga

El PP vasco no logra cerrar un acuerdo sobre su número dos a 48 horas del congreso

El PP vasco de Arantza Quiroga no acaba de despegar. El próximo 8 de marzo, la presidenta de los conservadores de Euskadi cumplirá un año en el cargo después de haber sido elegida por sus compañeros para pilotar la dirección regional que había heredado de Antonio Basagoiti cuando éste dio un paso atrás y dejó la política activa. Los resultados de la votación, no obstante, reflejaban la frágil situación en la que llegaba al cargo: el 72,8% de los votos a favor y el 27% en blanco. ¿Qué había detrás de estos datos? Una etapa precongresual muy agitada en la que Quiroga mantuvo un pulso de poder con el PP de Álava a cuenta de la elección del número dos. Con el apoyo de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, Quiroga logró imponer a Nerea Llanos frente a Iñaki Oyarzábal, la apuesta de los conservadores de Álava, presididos por Alfonso Alonso, ministro de Sanidad.

Por estas fechas, Quiroga pidió perdón a todos los compañeros que hubieran podido sentirse ofendidos por las tensiones de la etapa precongresual. Y su equipo se propuso, además de cerrar heridas, dar un giro al PP vasco, presentarse como una alternativa seria al nacionalismo. Se trataba de dar una vuelta a sus propuestas en un momento en el que ETA ya había cesado su actividad. Un año después, la preocupación por la situación electoral del partido llega ya a la sede nacional del partido en Madrid. Y las heridas, lejos de cerrarse, cada vez son más grandes. Las relaciones entre Quiroga y el PP alavés nunca se recompusieron. Y el PP de Gipuzkoa, liderado por Borja Sémper, emerge como nuevo foco de tensión después de que la semana pasada Quiroga apartase a su candidato al Ayuntamiento de San Sebastián –Ramón Gómez– para imponer a la suya, Miren Albistur.

La preocupación por la situación en esta formación regional ha llegado ya a los despachos de Génova, sede nacional del partido. Los dirigentes del PP consultados mantienen que las expectativas electorales para las municipales son peores que hace cuatro años. Y temen que el susto se extienda a las generales y, después, a las autonómicas. En la coctelera de las preocupaciones también ocupa un lugar importante la división interna. "Los ciudadanos han castigado más en las urnas las crisis internas de los partidos que la corrupción. Los líos internos se pagan", mantiene un miembro de la dirección nacional del PP.

Calma tensa

Si en un primer momento, la semana pasada parecía que el PP de Gipuzkoa iba a saltar por los aires cuando Quiroga ignoró la propuesta del comité electoral provincial, a día de hoy las cosas están más calmadas, lo que no significa que los afectados por esta nueva crisis hayan puesto el contador a cero. "Por el bien del partido, de las siglas, por la proximidad de las elecciones y por nuestros votantes no podemos seguir dando espectáculos de este tipo", esgrimen fuentes conocedoras de este episodio.

"Quien tiene el poder, se ha impuesto. No se puede hacer nada más. Hay que seguir trabajando, pese al cabreo", añaden. 

Mientras que en el equipo de Quiroga defienden que el rechazo a Gómez tiene que ver con que éste gozaba de una fuerte oposición interna entre el resto de sus compañeros concejales; los partidarios de que él fuera candidato lo niegan. 

Los orígenes de este conflicto se remontan a 2013, cuando hubo un amago de rebelión en el Grupo Parlamentario Popular en el Ayuntamiento de San Sebastián. Algunos concejales firmaron una carta reclamando a Basagoiti –por entonces presidente del PP de Euskadi– que apartara a Gómez. Que carecía de liderazgo. Esto no ocurrió. El todavía portavoz del PP en el consistorio siguió en su puesto. Pero fuentes del partido aseguran que, por entonces, se les garantizó que Gómez no volvería a encabezar una lista. 

Candidata "desconocida"

Esta versión no es compartida de forma unánime por la totalidad del PP de Gipuzkoa. Un sector de la formación provincial liderada por Sémper admite que en 2013 hubo problemas, pero que estos se recondujeron. Asimismo, rechazan que haya habido plantes de dirigentes advirtiendo de que si Gómez encabezaba la lista, ellos no estaban dispuestos a integrar esa candidatura.

Los defensores del actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián Ayuntamiento de San Sebastián creen que apostar ahora por una "desconocida" como Albistur hunde aún más las expectativas electorales del partido. "A Ramón se le conoce, conoce perfectamente las necesidades de la ciudad, le conocen los vecinos... Quizá no sea lo más lógico un cambio de este tipo a tres meses de las municipales", explican.

Por contra, fuentes de la dirección del PP vasco insisten en la necesidad de un cambio de caras para que los ciudadanos perciban que el partido también cambia. Hasta que el viernes pasado el PP nacional ratificó su candidatura, Albistur era asesora del partido en el consistorio.

La mano de Cospedal

Pese a la sorpresa con la que recibieron en Génova la polémica por la candidatura a San Sebastián, no son pocos los dirigentes del PP vasco que ven la mano de Cospedal tras esta operación. Creen que si la secretaria general del PP fue clave a la hora de ayudar a Quiroga a apartar a Oyarzábal, también lo ha sido ahora para desplazar a Gómez.

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En el año que ha pasado desde que llegó a la presidencia del PP de Euskadi, Quiroga no ha recompuesto los puentes rotos con el PP alavés. Se da la circunstancia de que es en esta provincia en la que el partido de Mariano Rajoy concentra todo su poder en Euskadi. Gobiernan en el Ayuntamiento (Javier Maroto) y en el Diputación (Javier de Andrés)(Javier de Andrés).

Las elecciones serán la prueba de fuego para Quiroga. Empeorar los datos de Gómez en 2011 (6 concejales de un total de 27) podría dar más argumentos a sus críticos para plantarle cara. 

Además de los episodios de Álava y Gipuzkoa, sus críticos la acusan de haber adoptado un perfil muy bajo, algo que ven contradictorio con su propia idea de abrir una nueva etapa en el partido para que el PP se convierta en una clara alternativa al nacionalismo.

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