Los beneficios de las eléctricas
El presidente de Iberdrola convierte la junta de accionistas en un espectáculo y reclama “gobiernos estables”
La casa por la ventana. El presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán convirtió la junta general de accionistas celebrada en Bilbao en un espectáculo. Músicos, entrevistas conducidas por periodistas de rostro conocido, gaiteros escoceses, música tradicional vasca...todo un espectáculo, novedoso para los usos empresariales habituales, que convirtió el escenario del palacio Euskalduna de Bilbao en un bosque en el que, en lugar de elfos, habitaban los consejeros de la eléctrica. El escenario no impidió, sin embargo, que algunos accionistas criticaran la reelección como consejero del exministro Ángel Acebes, imputado en el caso Bankia.
Galán, que llegó a la junta en un "coche eléctrico enchufable", según detalló a los asistentes, reclamó durante su intervención ante los accionistas, que tras las elecciones se constituyan Gobiernos "estables" que permitan "continuar atrayendo inversiones", necesarias para "seguir por la actual senda de crecimiento y generación de empleo".
No es un mensaje nuevo. Es el mismo que han adelantado algunos de sus colegas en el Consejo de la Competitividad como César Alierta (Telefónica) o Francisco González (BBVA). Galán, a quien el sector de las energías renovables atribuye buena parte de la responsabilidad por el frenazo a esas energías decidido por el Gobierno, alabó en su intervención la situación económica de España y las reformas aplicadas por el Gobierno.
Un guiño al Gobierno
Fue un guiño al Ejecutivo. Con ese guiño, Galán, convertido en mascarón de proa del sector eléctrico tras el repliegue de Enel en Endesa, compensa al menos en parte el choque que mantuvo a principios de 2014 con el Gobierno por una reforma eléctrica en la que Industria no tuvo en cuenta sus opiniones. Entonces, Galán llegó a decir que Iberdrola era "más británica, mexicana o estadounidense que española".
Pelillos a la mar. Galán, presidente del Foro de Energía del exclusivo club de Davos y condecorado por la reina de Inglaterra –según detalló en su intervención en la junta– quiere impresionar a toda costa. La organización de la junta –con un coste que la empresa no detalla– fue la prueba.
En el Palacio de Euskalduna, convertido en un bosque verde por el director artístico del Teatro Arriaga de Bilbao, Emilio Salgi, hubo de todo. Entrevistas amables al propio Galán y al director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, por periodistas conocidos de la televisión –María Escario, Carlos del Amor y Edurne Ormazábal–, actuaciones musicales –Marlango, Leiva–, música de la tierra con instrumentos del folklore vasco y toque exótico con la banda de gaiteros de Scottish Power, la filial británica de Iberdrola, traídos expresamente en vuelo privado para su actuación.
En ese marco novedoso, Galán anunció la intención de proseguir con la internacionalización de la compañía, especialmente en EE UU, donde ha cerrado un acuerdo de joint venture con UiL. La idea es que el mercado norteamericano llegue a aportar hasta un 30% de los beneficios de la compañía, que en 2014 ascendieron a 2.326,5 millones, un 9,5% menos que en el ejercicio anterior.
Sobre las previsiones de 2015, Ignacio Galán se comprometió a repetir, como mínimo, un dividendo de 0,27 euros por acción. De esta retribución, la eléctrica abonará 0,143 euros por título en julio próximo (ya ha pagado 0,127 euros en diciembre pasado). Además de los 0,005 euros brutos por acción como prima de asistencia a la junta.
La lupa americana
El presidente de Iberdrola cobró 34.000 euros por asistir a la junta de accionistas de la compañía
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Galán, reelegido consejero junto con Acebes, está bajo la lupa de los inversores internacionales. ISS, la firma más importante en cuestiones de asesoría de voto, ha criticado a Galán por la acumulación de poderes, algo alejado de los usos anglosajones, donde las funciones entre presidente y consejero delegado están más definidas.
El presidente de Iberdrola cobró el pasado año, entre sueldo fijo y bonus, un total de 9,1 millones de euros, según los datos enviados por la compañía a la CNMV. La cifra supone un incremento del 22% respecto al salario que percibió en 2013, de 7,4 millones.
El aumento salarial, en un ejercicio que no fue bueno en resultados, se debe al cobro de 536.259 acciones, valoradas en 2,9 millones, en concepto de bonus por el cumplimiento de objetivos en el periodo 2011-2013.
